Bosques en la línea de fuego: el frío sacude a Europa en el camino de su independencia energética

¡Hola desde París! En Moldavia, donde estuve informando hace un par de semanas, muchos hogares han renunciado al gas, por qué se ha vuelto demasiado caro, y han vuelto a las viejas estufas de leña. A su vez, la leña se ha encarecido tanto que los pensionistas viven en el frío y solo se permiten un fuego al día. En los territorios liberados de Ucrania la gente incluso arriesga la vida para recoger y cortar leña.

En Francia, donde vivo, la mayoría de mis amigos que se han trasladado al campo han optado por calentar sus casas con estufas de pellets. Creían haber encontrado una solución económica y ecológica. Pero este año, la demanda es tan alta que los sacos de pellets casi han desaparecido de las estanterías. Antes se importaban de Rusia y Ucrania, pero ahora muchos pellets proceden de España.

De un extremo a otro de Europa, intentamos romper nuestra dependencia energética de Rusia. También debemos encontrar soluciones menos perjudiciales para el clima. Fomentar la tala de árboles probablemente no sea la decisión más sabia, ya que necesitamos que los bosques cumplan su función de sumideros de carbono.

• Nelly Didelot - redactora jefe de esta semana

En esta edición podrás leer estos temas: Donde los bosques pueden matar, 10 m3, La fiebre del oro marrón en España, "Tienes que quemarte con todo" y "Los bosques están colapsando"

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Donde los bosques pueden matar

Cuando era niño, recoger leña solía estar relacionado con el peligro. Crecí en un pueblo cercano a las arenas de Oleshky, un desierto natural cerca de Jersón. Cuenta la leyenda que hace siglos había praderas, pero los caballos y las ovejas de los invasores tártaros de Crimea se comieron toda la hierba.

En la época soviética, después de la Segunda Guerra Mundial, se plantaron allí bosques de pinos. Los escolares colocaron las semillas en hileras rectas, por lo que desde arriba estos bosques parecían cabellos peinados. Aun así, el corazón de la zona estaba en su mayor parte desarbolado, y el ejército soviético decidió aprovecharse de ello.

Miles de bombas fueron lanzadas allí, mientras los militares probaban su potencia. Algunas iban equipadas con paracaídas, por lo que muchos habitantes de los pueblos cercanos tienen ahora un paracaídas en casa, que es un paño muy práctico para limpiar las verduras recién recogidas antes de llevarlas al mercado. Para recoger leña, los lugareños se adentraban en este bosque-desierto, a veces inmolándose con bombas sin explotar.

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En este siglo, sin embargo, el lugar era una atracción turística bastante segura. Pasando una noche allí, nunca vi más estrellas en el cielo. El año pasado, los rusos llegaron. Talaron muchos árboles para las trincheras y utilizaron el desierto como campo de entrenamiento. El lugar volvió a ser peligroso.

Lo mismo ocurrió con muchos otros bosques de las zonas ocupadas de Ucrania. El ejército ruso depositó allí armas, cavó trincheras o enterró víctimas. Durante su retirada, lo minaron todo. Si te adentras en los bosques de los alrededores de Izyum, Bucha o Lyman, nunca sabes si volverás.

Por horrible coincidencia, las infraestructuras de estos asentamientos suelen estar destruidas. Las iniciativas estatales y privadas para la calefacción no cubren las necesidades de todos, así que muchos lugareños solo pueden calentar sus casas talando árboles, aunque exista el peligro de explosivos o multas por tala ilegal. "Las temperaturas bajo cero me asustan más que estas [amenazas]", declaró a los medios un leñador de Izyum.

Los invasores vuelven a convertir en desiertos muchos lugares de Ucrania. Nuestra única esperanza es que algún día vuelva la vida allí.

• Anton Semyzhenko - periodista en Babel in Kyiv​

​10 metros cúbicos

La subida de los precios de la energía ha convertido la leña en un bien preciado en Hungría. Para hacer frente a esta crisis, el gobierno ha seguido con su tendencia de limitar los precios, esta vez de la leña. Los hogares podían comprar 10 m³ a un precio subvencionado de 30 a 76 euros, aproximadamente lo suficiente para calentar una vivienda familiar media durante el invierno.

Pero cuando los precios son más baratos, la demanda es mayor. Las empresas forestales estatales se quedaron sin troncos a la venta, mientras que los vendedores privados triplicaron sus precios. El gobierno ideó una solución: suavizar la normativa para talar los bosques del país.

Miles de personas protestaron, obligando al ministerio a dar marcha atrás y demostrar que, incluso en tiempos de emergencia, el medio ambiente siempre es lo primero.

• Viktoria Serdült - periodista en hvg.hu

La fiebre del oro marrón en España​

Cuando una puerta se cierra para alguien, una ventana se abre para otro. Es el caso de los pellets de madera españoles, cuyas exportaciones se dispararon en 2022. Este biocombustible fabricado a partir de madera prensada es un producto de exportación tan caliente que los lugareños se refieren ahora a los pellets como "oro marrón".

El creciente uso de la biomasa en Europa, que supone hasta el 60% de toda la energía producida a partir de fuentes renovables, y la invasión rusa de Ucrania han puesto patas arriba el mercado energético europeo, y España está aprovechando su oportunidad.

Rusia era el principal proveedor de pellets de madera del 'viejo continente'. Ahora, con el embargo impuesto tanto a Moscú como a Minsk, algunos importadores europeos como Italia y Reino Unido tienen dificultades para abastecerse de esta preciada sustancia.

Gracias a la normativa comunitaria que facilita las exportaciones, los pellets de madera españoles vendidos a Italia aumentaron un 67,1% el año pasado. También se enviaron 11.593 toneladas al Reino Unido. El país ibérico ya suministraba pellets de madera a Londres antes del Brexit, con un pico en 2017.

Tras la salida del Reino Unido de la UE en 2020, Gran Bretaña comenzó a comprar pellets rusos y las cifras españolas cayeron a menos de un tercio. Con la tendencia general a alejarse de las fuentes de energía rusas, los consumidores británicos han vuelto a importar el biocombustible de España, con un aumento de las ventas del 15,1% en 2022 respecto a 2021.

Pero la gallina de oro para los vendedores españoles de pellets de madera es Francia, desde que su Gobierno decidió en 2018 impulsar la biomasa, principalmente para calefacción. Los resultados se han notado especialmente el año pasado, cuando las exportaciones aumentaron un 148,9%. Con cada vez más hogares franceses optando por esta alternativa, es poco probable que los pellets de madera españoles caigan en desgracia, incluso cuando acabe la guerra.

• Ana Ruiz - periodista en El Confidencial

"Tienes que quemarte con todo"

"En este momento hay que quemar con todo, excepto por supuesto los neumáticos, o cosas por el estilo. Hay que calentar Polonia."

Esto es lo que dijo Jarosław Kaczyński, líder del gobernante Partido Ley y Justicia, el pasado septiembre, tras la entrada en vigor del embargo de la UE al carbón ruso. Desde entonces, el precio de la leña se ha duplicado en el país, donde el 28,8% de los hogares se calientan con madera.

Un vecino de 34 años del norte de Polonia se tomó muy a pecho las palabras de Kaczyński. Cuando una patrulla de la policía municipal llamó a su puerta para sancionarle por quemar materiales no autorizados, el hombre alegó que Kaczyński se lo había permitido públicamente, y se negó a pagar una multa de 500 Złoty (unos 105 euros).

El caso acabará en los tribunales, que probablemente dictarán un veredicto de culpabilidad: las palabras del presidente de Ley y Justicia no tienen valor jurídico.

• Michał Kokot - periodista en Gazeta Wyborcza

"Los bosques están colapsando"

¿Cuáles son los retos de la gestión forestal ante el cambio climático?

La transformación de las condiciones se nota sobre todo en el cambio de las precipitaciones, la sequía y el calor. Todo ello provoca estrés y el debilitamiento de los árboles, lo que permite que los insectos los invadan con mayor facilidad. Un ejemplo de ello es el escarabajo europeo de la corteza del abeto, que en los últimos años ha atacado enormes masas forestales en Alemania. El resultado es el colapso de los bosques. Hasta ahora, la atención se ha centrado únicamente en la madera blanda. Allí donde crecen en monocultivos artificiales y a mayor altitud, son muy inestables. Eso ya lo sabíamos. Pero ahora también estamos viendo un debilitamiento de los bosques donde nunca lo habríamos esperado. Incluso los hayedos casi naturales están sufriendo las consecuencias del cambio climático.

¿Cómo tenemos que transformar los bosques para poder seguir extrayendo madera en el futuro?

Tenemos que encontrar la manera de seguir obteniendo madera de los árboles, porque la necesitaremos urgentemente en las próximas décadas, por ejemplo en los edificios. Por otro lado, tenemos que pensar en cómo hacerlos más resistentes: menos vulnerables al estrés de la sequía, el calor y los insectos. Pero esto no ocurrirá rápidamente, porque las decisiones que tomemos hoy para los bosques tendrán que durar hasta doscientos años.

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Gloria Pivetal

¿Qué recomienda?

La diversificación de riesgos es lo más sensato: se recomienda mezclar diferentes especies de árboles y también incluir en la mezcla especies de árboles foráneas. Sin embargo, esto choca a menudo con los conservacionistas, que clásicamente solo quieren especies arbóreas autóctonas en el bosque. Pero, de todos modos, nuestro clima ya no será "natural". Las especies arbóreas mediterráneas o norteamericanas pueden tener un potencial mucho mayor para adaptarse al clima dentro de cien o doscientos años.

• Teresa Roelcke - periodista en Tagesspiegel​

Gracias por leer la 16ª edición de European Focus,

Las consecuencias de la guerra en Ucrania son innumerables. Invaden nuestra vida cotidiana, nuestros alimentos, nuestra calefacción, incluso en el otro extremo del continente, donde aún vivimos en una cómoda seguridad. ¿Serán suficientes para concienciarnos de la imperiosa necesidad de apoyar a Ucrania en la lucha contra la invasión rusa, utilizando todos los medios posibles.