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Pactos en la oscuridad: el caso Chiocchetti sacude a la Eurocámara
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Batalla campal en el Parlamento Europeo

Pactos en la oscuridad: el caso Chiocchetti sacude a la Eurocámara

La elección del nuevo secretario general del Parlamento Europeo ha derivado en una batalla dentro de la Eurocámara tras el intento de la presidenta de situar a su jefe de gabinete

Foto: El Parlamento Europeo en Estrasburgo. (EFE/Julien Warnand)
El Parlamento Europeo en Estrasburgo. (EFE/Julien Warnand)
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Algo huele mal en la Eurocámara. La decisión del alemán Klaus Welle de abandonar el puesto de secretario general del Parlamento Europeo a finales de año ha llevado a un intento por parte de la presidenta de la institución, Roberta Metsola, de nombrar sucesor a su jefe de gabinete, el italiano Alessandro Chiocchetti, en un pacto a varias bandas que está despertando la indignación y el enfado no solo dentro del propio Parlamento, sino también en otras instituciones europeas.

Se trata de un acuerdo entre el propio gabinete de Metsola y los líderes del Partido Popular Europeo (PPE), los liberales de Renew Europe y, sorprendentemente, la Izquierda Unitaria Europea (GUE), aunque desde la formación ahora apuntan a que todavía tienen que tomar una postura final. La elección del secretario general se realiza en el Bureau de la Eurocámara, un foro poderoso pero bastante opaco conformado por la presidenta del Parlamento, los 14 vicepresidentes y cinco cuestores elegidos por la Eurocámara por periodos de dos años y medio.

Foto: Roberta Metsola, nueva presidenta del Parlamento Europeo. (EFE/Julien Warnard)

El pacto recuerda la forma en la que la Comisión Europea aupó sin oposición y de manera opaca al jefe de gabinete de Jean-Claude Juncker, presidente entre 2014 y 2019. O al alemán Martin Selmayr, a secretario general de la institución, un movimiento que fue enormemente criticado por una Eurocámara que ahora se prepara para ejecutar una maniobra similar. Desde el equipo de Metsola defienden que el proceso está siendo transparente y que lo fundamental es escoger al candidato más adecuado.

Para que Chiocchetti sea secretario general, el pacto incluye varios puntos especialmente espinosos. Por un lado, la Eurocámara tendrá que rebajar el nivel de experiencia requerida para acceder al puesto, lo que los críticos consideran un diseño a medida para que el jefe de gabinete de Metsola pueda acceder. Así, para poder optar al puesto solamente se requiere un nivel AD15, el de Chioccheti, en vez del AD16 que tradicionalmente se ha exigido. La vacante ya ha sido publicada, con una exigencia de nivel AD15, y se admitirán candidaturas hasta el próximo 1 de agosto.

Foto: Sesión de la Eurocámara. (EFE/Patrick Seeger)

Por el otro lado, el otro gran escollo era cómo lograr que Manfred Weber, líder del PPE y hombre de la CSU bávara, muy a la derecha en el espectro político alemán, pudiera llegar a un acuerdo con Izquierda Unitaria Europea. Coliderada por Martin Schirdewan, también colíder en Alemania de Die Linke, está justo en el otro punto del arco político alemán. El reto es también conseguir lo mismo entre el líder de Renew, hombre cercano a Macron, y la otra colíder de GUE, Manon Aubry, de la Izquierda Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, el gran rival del presidente francés.

Ese problema se ha resuelto ampliando, todavía más, la máquina burocrática de la Eurocámara, con la creación de una nueva Dirección General de Asociaciones para la Democracia Parlamentaria que irá acompañada de un generoso sueldo y que estará reservada para alguien de la Izquierda Unitaria. Así, se aumentan hasta 13 las direcciones generales con las que cuenta la Eurocámara, algunas de las cuales nadie tiene demasiado claro qué hacen. Para los críticos de esta decisión, ya aprobada (de hecho, el puesto también se ha abierto a concurso), se trata de ir un paso más allá, utilizando dinero de los contribuyentes europeos para comprar los votos de GUE en el Bureau de cara a la elección del secretario general después del verano.

Foto: El 'expresident' de la Generalidad de Cataluña Carles Puigdemont. (EFE/EPA/Julien Warnand)

Distintas fuentes de otras instituciones europeas muestran su malestar con la forma de proceder de los líderes del Parlamento Europeo. El enfado es especialmente visible en el Consejo, acostumbrados a recibir críticas de carácter ético por parte de la Eurocámara. En una carta filtrada por el portal europeo 'Politico', los sindicatos y representantes de funcionarios europeos atacan el pacto criticando la forma en que se ha alcanzado y hacen referencia precisamente a la forma en que el resto de las instituciones europeas están viendo la situación. "El Parlamento se ha convertido en el hazmerreír de la Comisión y de las demás instituciones. ¿Puede el Parlamento en su conjunto esperar que se le vuelva a tomar en serio después de semejante farsa? ¿Cómo puede el Parlamento atreverse a criticar procedimientos dudosos en otros lugares después de aprobar esta farsa?", escriben.

Fuego amigo en Renew y GUE

Stéphane Séjourné, líder de Renew y hombre muy cercano al presidente Emmanuel Macron, está defendiendo a capa y espada que se trata poco menos que de una decisión puramente técnica. El Bureau se dedica a la gestión del personal y del presupuesto, y solamente están tomando una decisión en ese sentido, asegura. Pero lo cierto es que si algo demuestra el mandato de Welle es que el secretario general es todo menos una figura gris y secundaria: sin un límite de mandato, todos en la Eurocámara pasan, pero el secretario general permanece. Tiene un poder enorme sobre la dirección donde se dirige la institución a nivel político. Welle ha tenido y sigue teniendo muchos críticos, precisamente por su enorme poder, pero también ha sido fundamental en el aumento del peso del Parlamento Europeo en el ecosistema político de Bruselas.

Séjourné empieza a notar la presión de su propio grupo. La influyente eurodiputada liberal holandesa Sophie in 't Veld ha enviado una carta al resto de sus colegas en la que carga duramente contra el pacto. "No veo cómo nos beneficiamos de un acuerdo que asegura un puesto importante para un candidato del PPE totalmente inadecuado y daña la reputación del Parlamento en el proceso. ¿Por qué debemos apoyar esto?", ha criticado la holandesa en su mensaje.

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Dentro de GUE la batalla no es menor, y el partido se encuentra muy dividido. La formación, que engloba toda una constelación de formaciones izquierdistas y comunistas, se suele encontrar fuera de todos los grandes consensos de la Eurocámara y aprovecha esa posición para ser especialmente crítica con la cúpula de la institución. De repente, muchos eurodiputados han visto que el liderazgo ha alcanzado un pacto con dos de sus grandes contrincantes políticos: los democristianos y los liberales. Los más críticos señalan que los líderes haya llegado a este pacto sin el acuerdo del resto del grupo, y los moderados piden paciencia y defienden que todavía queda tiempo para modular el apoyo de GUE al acuerdo.

Muchos critican además el perfil de Chiocchetti. Hombre muy cercano a Antonio Tajani, expresidente de la Eurocámara y al mismo tiempo el aliado más fiel que le queda a Silvio Berlusconi, antes fue asesor de otro histórico de la antigua mano derecha del magnate italiano, Marcello Dell'Utri, condenado en 2014 a siete años de prisión por sus lazos con la mafia siciliana. Chioccheti es visto como una elección enormemente política, sin la experiencia suficiente y que permite al PPE retener el cargo más importante de la estructura funcionarial de la Eurocámara sin necesidad de buscar una figura más consensuada.

Algo huele mal en la Eurocámara. La decisión del alemán Klaus Welle de abandonar el puesto de secretario general del Parlamento Europeo a finales de año ha llevado a un intento por parte de la presidenta de la institución, Roberta Metsola, de nombrar sucesor a su jefe de gabinete, el italiano Alessandro Chiocchetti, en un pacto a varias bandas que está despertando la indignación y el enfado no solo dentro del propio Parlamento, sino también en otras instituciones europeas.

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