"La propaganda del Kremlin se está riendo de las visitas de los líderes europeos"
El ex primer ministro lituano y ahora eurodiputado conservador de la familia del PPE en el Parlamento Europeo repasa los escenarios más posibles en la crisis de la frontera ucraniana
Andrius Kubilius (Lituania, 1956) es eurodiputado del Partido Popular Europeo. El que fuese primer ministro de su país durante dos legislaturas, atiende a El Confidencial para repasar los escenarios más posibles en la crisis de la frontera ucraniana y desgranar los pros y contras de la respuesta occidental a "la actitud agresiva" de Vladímir Putin.
PREGUNTA. Emmanuel Macron ha deslizado recientemente la idea de 'finlandizar' Ucrania, es decir, otorgarle un estatus de neutralidad como el que tienen Finlandia o Suecia como vía para resolver el conflicto. ¿Podría ser la solución a la crisis actual en Ucrania?
RESPUESTA. No es una crisis ucraniana, es una crisis de Rusia y su liderazgo autoritario, que no cesa de amenazar a sus vecinos, especialmente a Ucrania, y en general a toda Europa. Eso es a lo que nos enfrentamos. Conozco muy bien a Rusia —soy lituano y el ponente del informe aquí en el Parlamento Europeo— y por ello sé que solo podemos hacerle frente si somos firmes y estamos unidos. También tenemos que ayudar a que Ucrania sea más fuerte. Es la única forma de disuadir a Rusia en el momento actual y de afrontar el comportamiento agresivo de Moscú en el largo plazo.
Macron abre la puerta a 'finlandizar' Ucrania, pero eso conlleva significados muy diferentes. No está muy claro qué tiene en mente. En nuestra región y en la propia Finlandia, la 'finlandización' no es tan popular como en otras zonas. Pero ¿qué significa exactamente? Finlandia, aunque no es un país de la OTAN, es muy fuerte a nivel militar. Podría luchar para defenderse. Y eso es lo que ahora necesitaría Ucrania. Independientemente del debate sobre su incorporación, tenemos que ayudar a Ucrania a desarrollar sus capacidades militares y entregarle armamento moderno. En segundo lugar, Finlandia es un miembro de la UE muy prominente. Si la idea de Macron es acelerar la integración de Ucrania en la UE, deberíamos apoyarlo. Así que si por 'finlandización' entendemos fortalecer a Kiev militarmente e incorporarlo a la UE, no veo ningún problema.
P. Todo el mundo aguarda la respuesta de Rusia. EEUU y la OTAN ya entregaron la suya por escrito hace unos días. Con su experiencia de dos veces primer ministro de Lituania, ¿cómo anticipa que reaccionará el Kremlin?
R. Ir a Moscú y a Kiev se ha convertido en una moda para algunos líderes de la UE. Pero realmente dudo de si están generando un valor añadido. La propaganda del Kremlin se está riendo de las visitas de los líderes europeos. Así que no estoy tan seguro de que estas visitas estén logrando algo. Veo en el Kremlin nerviosismo y un comportamiento desesperado. Quizá por ello los líderes deban ir a Moscú a calmar a Putin. Pero lo que tenemos que hacer es mirar a largo plazo. Estoy seguro de que vamos a confrontar una actitud similar del Kremlin en los próximos años y décadas. Y debemos estar preparados. Por ello debemos fortalecer a vecinos como Ucrania, Georgia y Moldavia. Y prepararnos nosotros mismos para responder al comportamiento agresivo de Rusia. No sé qué hará el Kremlin en los próximos días y semanas, pero nuestra única respuesta solo puede ser la unidad y la determinación.
P. Nadie sabe lo que Putin planea o busca. Pero parece que ya está ganando: tiene toda la atención internacional y la OTAN y EEUU debaten meramente sobre sus demandas, ¿cuál es su objetivo final?
R. No sé si el propio Putin sabe lo que quiere conseguir. El comportamiento agresivo de Putin ha unido a Occidente. Es un beneficio para nosotros. Estamos apoyando a Ucrania con armas defensivas, nadie podría haber creído hace un año que estadounidenses y británicos le enviarían material bélico tan eficiente. Este es otro logro. No sé si Putin quería conseguir estos resultados.
Además, a nivel interno, Rusia está viviendo acontecimientos muy interesantes. Generales y oficiales del Ejército de alto grado están comenzando hablar de forma tajante contra cualquier invasión militar en Ucrania e incluso piden la dimisión de Putin. Tanto a nivel doméstico como externo, Putin está consiguiendo resultados que le van en contra. El gran problema de Putin en estos momentos es salvar su cara. Su gran desafío es cómo desescalar o dar pasos atrás sin perder popularidad dentro de casa. Lo que está haciendo ahora no está recabando mucha simpatía interna. Y retraerse sin conseguir nada le dejaría con imagen de debilidad y como un líder no muy inteligente.
P. Estados Unidos continúa viendo la amenaza con mucha más claridad. Repite que podría ser inminente. En la UE y en Ucrania piden prudencia. ¿Está la Administración Biden dramatizando la situación a conciencia?
R. Por supuesto que a todos nos gustaría ver una desescalada real. Y si esta puede conseguirse a través de visitas a Moscú, sería genial. Pero no vemos ninguna señal de que Moscú esté en esta dirección. Todo lo contrario. Rusia ha empezado maniobras militares en el mar Negro y ha bloqueado a barcos con dirección Ucrania. Son nuevos pasos. Y el propio Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, ha reconocido que las cosas no están caminando en la buena dirección. Es para estar preocupados. No veo grandes diferencias entre europeos y estadounidenses. Lo que veo es un buen entendimiento y unidad. Hay que convencer a Putin por la vía diplomática para que no cometa un error estúpido y dramático. Y hay que dejarle claro que estamos unidos y dispuestos a apoyar el arsenal de defensa ucraniano. Si invade, se topará con una respuesta defensiva muy fuerte. No veo grandes errores por parte de Occidente.
Hoy vemos una crisis muy caliente y difícil de predecir, pero otra cosa es el futuro. La crisis no terminará incluso si la situación militar se rebaja. En las próximas décadas, una Rusia autoritaria será la mayor amenaza a la seguridad europea. El diálogo con Putin no cambiará esa situación porque el diálogo no cambiará a Putin. El único cambio puede venir de una Rusia democrática. Podemos sentarnos a esperar apoyando a la oposición rusa, pero lo que de verdad podemos hacer para marcar la diferencia es apoyar a Ucrania para que se haga más fuerte. La UE no es buena en el 'hard power', pero sí en el 'soft'. Dar perspectivas de integración y acercar a Ucrania a la UE son pasos que podemos dar y ayudarán a fortalecer a Kiev en términos democráticos, políticos y económicos.
P. Es usted también el ponente de un informe que pide al Parlamento que investigue los supuestos vínculos entre el independentismo catalán y Rusia. ¿Qué relación guardan?
R. No sé los detalles, porque no es mi tema directo. Pero no me sorprendería. Lo que Putin está haciendo en todas partes es dividir a la sociedad y debilitar a los países. Hay pruebas de que el Brexit fue financiado por hombres de negocios relacionados con el Kremlin. Hay muchos activos también en Estados Unidos. En Lituania ya tenemos mucha experiencia y sabemos cómo defendernos. No me sorprendería que el Kremlin estuviese involucrado en los acontecimientos de España.
Andrius Kubilius (Lituania, 1956) es eurodiputado del Partido Popular Europeo. El que fuese primer ministro de su país durante dos legislaturas, atiende a El Confidencial para repasar los escenarios más posibles en la crisis de la frontera ucraniana y desgranar los pros y contras de la respuesta occidental a "la actitud agresiva" de Vladímir Putin.
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