"La imagen de la semana es acaso la imagen del año y, desde luego, es la imagen de la guerra de Ucrania. Dirá Vladímir Putin que se trata de un montaje, de un invento de las televisiones occidentales, pero ocurre que la mujer embarazada de Mariúpol ha muerto de verdad, igual que ha muerto el hijo que llevaba en las entrañas.

No sobrevivieron a la cesárea. No sobrevivieron a las secuelas del bombardeo que aplastó el hospital de Mariúpol donde estaba ingresada. Y desde el que fue evacuada a bordo de una precaria camilla abriéndose camino entre los escombros, los vecinos, los voluntarios y los periodistas que daban fe de este atroz momento.

Es la imagen de todas las imágenes porque refleja la brutalidad de la agresión, no ya percutiendo un objetivo civil (un hospital), sino cebándose con el símbolo de una maternidad que traslada la alegoría, la esperanza de los recién nacidos en una guerra donde se nos acumulan los cadáveres".