A medida que los precios del opio se desploman, agricultores de Myanmar dejan el cultivo de la amapola para sustituirlo por el de los gusanos de seda, mucho más rentable. El cultivo de opio en el estado de Shan, en el este del país, se concentra en las zonas fuera del control del Gobierno y sometidas al conflicto bélico entre el Ejército y guerrillas.
La Oficina contra la Droga y el Delito de la ONU (UNODC) indicó en un informe en 2017 que un gobierno estable y unas buenas condiciones de seguridad tienen un "impacto considerable" en la decisión de cultivar adormidera.