Sichuan, diez años después del terremoto

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Escuelas derruidas
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Escuelas derruidas

Un hombre camina hacia la Escuela Beichuan, enterrada bajo escombros, antes de que la gente pudiese evacuar el condado del mismo nombre, en mayo de 2008. Los alumnos de cinco escuelas de Sichuan murieron sepultados en los centros. (Reuters)

Las ruinas de Beichuan
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Las ruinas de Beichuan

Escombros de edificios derrumbados en la ciudad vieja de Beichuan, en mayo de 2008. (Reuters)

Víctimas aún sin enterrar, en mayo de 2008
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Víctimas aún sin enterrar, en mayo de 2008

Un cadáver tapado con una manta yace en el suelo de un distrito derruido de la ciudad vieja de Beichuan. (Reuters) 

Un efecto secundario: inundaciones
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Un efecto secundario: inundaciones

Las aguas del lago Tangjiashan anegan las calles de Beichuan, en junio de 2008. (Reuters)

Las aguas han bajado
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Las aguas han bajado

Edificios dañados por el seísmo en 2018, donde por fortuna ya no queda rastro de las inundaciones. (Reuters)

Testigo mudo
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Testigo mudo

Una estatua se mantiene en pie en la entrada de una escuela destruida en Beichuan, en abril de 2018. (Reuters)

Los afortunados supervivientes
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Los afortunados supervivientes

La puerta de la vivienda de Wang Guocheng, un campesino que sobrevivió al terremoto, en el condado de Wenchuan, resiste todavía en abril de 2018. (Reuters)

La vida regresa, pero muy lentamente
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La vida regresa, pero muy lentamente

Un vehículo pasa junto a unos edificios destruidos por el seísmo en Beichuan, en abril de 2018. (Reuters)

Visitando a los fallecidos
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Visitando a los fallecidos

Un hombre de la minoría étnica Qiang visita la tumba de un pariente que murió en el terremoto durante el Testival Qingming, conocido como el Día de Barrer las Tumbas, el 5 de abril de 2018. (Reuters)

El tiempo congelado
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El tiempo congelado

El Centro Educativo Vocacional Beichuan, tal y como está una década después del terremoto. (Reuters)

Objetos ya sin dueño
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Objetos ya sin dueño

Un libro en un pupitre del Centro Educativo Vocacional Beichuan. (Reuters)

Lugares fantasma
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Lugares fantasma

Canasta de baloncesto en la Escuela de Educación Secundaria Bechuan, en abril de 2018. (Reuters)

Escombros y barro
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Escombros y barro

El lecho de un río seco junto a edificios dañados y abandonados. (Reuters)

Caminos abandonados
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Caminos abandonados

La hierba crece libremente en lo que antaño fue un lugar de paso. (Reuters)

Ni rastro del pueblo
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Ni rastro del pueblo

Una carretera de montaña conduce a una aldea rural prácticamente borrada del mapa. (Reuters)

Memoriales a las víctimas
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Memoriales a las víctimas

Una chica señala una fotografía en un panel con imágenes de los miembros de la sede local del Banco Agrícola de China fallecidos en el seísmo, en Beichuan. (Reuters)

Trazos de aquellos días
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Trazos de aquellos días

La superviviente Chen Mingyou aún utiliza el mosquitero proporcionado por la Cruz Roja de China tras el terremoto. (Reuters)

Todavía en la precariedad
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Todavía en la precariedad

La superviviente Liu Guizhen, de 95 años, en su vieja casa, dañada durante el seísmo. (Reuters)

Descendientes de los que vivieron
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Descendientes de los que vivieron

Wang Shiming, 11, y su hermano Wang Shiqi, 13, bisnietos de Liu Guizhen, miran la televisión dentro de una casa que resultó dañada, pero no destruida. (Reuters)

Plegarias y rezos
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Plegarias y rezos

Una mujer budista ora delante de la Escuela de Educación Superior Beichuan, que se desplomó durante el terremoto. (Reuters)

Abandonados al tiempo
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Abandonados al tiempo

Una bombilla con telas de araña en una vivienda de una aldea afectada por el movimiento sísmico. (Reuters)

Puertas sin casa
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Puertas sin casa

El campesino Ma Qingan cruza las puertas abiertas, prácticamente lo único que queda de su antigua vivienda. (Reuters)

Aulas vacías
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Aulas vacías

Pupitres en una clase del Centro Educativo Vocacional Beichuan. (Reuters)

Aquí hubo vida
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Aquí hubo vida

Una fotografía de boda se divisa a través de la ventana de un apartamento abandonado tras el terremoto. (Reuters)

Espacios atormentados
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Espacios atormentados

Un niño corre por el patio del Centro Educativo Vocacional Beichuan, totalmente dejado a su suerte. (Reuters)

Restos de la vida cotidiana
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Restos de la vida cotidiana

Zapatos abandonados en el interior de una vivienda en una aldea afectada. (Reuters)

China herida
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China herida

Postal de Mao Zedong y la puerta de Tiananmen en un pequeño altar familiar, en una aldea afectada. (Reuters)

Cientos de miles de heridos
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Cientos de miles de heridos

El estudiante Zheng Haiyang, 27, perdió las piernas en el terremoto. (Reuters)

Solo con sus recuerdos
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Solo con sus recuerdos

Un visitante reflexiona en silencio frente a la Escuela de Educación Secundaria Beichuan, en la que cientos de alumnos fueron enterrados vivos por los escombros. (Reuters)

El 12 de mayo de 2008, un devastador seísmo mató a casi 70.000 personas en la provincia de Sichuán, al suroeste de China. Las sacudidas llegaron hasta Pekín y Shanghai, e incluso a Vietnam. El terremoto provocó además unos 375.000 heridos, y el Gobierno chino estimó las pérdidas materiales en 123.000 millones de dólares. 

Diez años después, las heridas han empezado a sanar, aunque las cicatrices de lo sucedido siguen visibles. Recordamos cómo quedó la región entonces.

 

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