Conducimos el renovado Volkswagen Touareg, y lo hacemos por carretera y por campo

Desde su lanzamiento en 2002, Volkswagen ha comercializado más de 1,2 millones de unidades de su modelo SUV más lujoso, el Touareg, en tres generaciones diferentes. La tercera, a la venta actualmente, recibía una renovación a mediados de 2023, tras más de 200.000 unidades vendidas. Y lo hacía principalmente para introducir pequeños cambios estéticos en la carrocería, mayor tecnología y más asistentes, así como mejoras en la suspensión; mientras que las mecánicas no presentaban modificación alguna. Ahora, hemos tenido ocasión de ponernos al volante de este actualizado Touareg, en su variante híbrida enchufable (eHybrid) de 381 CV de potencia conjunta, y lo hemos hecho tanto por carretera como por campo.

Si hacemos un repaso visual al Touareg, este presenta un nuevo frontal, con un rediseño de la parrilla del radiador, los faros y el faldón. Mientras, en la zaga presenta una tira continua horizontal de tecnología LED para los grupos ópticos y, por primera vez en Europa, el logotipo de Volkswagen luce iluminado en rojo, ya que hasta ahora solo estaba permitido en China y Estados Unidos. Y aunque nuestra prueba tuvo lugar a plena luz del día, sí pudimos ver el logo iluminado de otra unidad al atravesar un túnel, y realmente es un elemento visual muy llamativo. Las novedades estéticas se completan con dos nuevas pinturas, una de ellas mate, y nuevas llantas de aleación de 20 y 21 pulgadas, en una oferta que va de las 19 a las 22 pulgadas.

En el apartado tecnológico, el Touareg ahora está disponible con faros interactivos IQ.Light HD Matrix, un nuevo sistema de iluminación con más de 38.000 LED multipíxel que proyectan una alfombra luminosa exactamente sobre el carril de conducción e iluminan la carretera con mayor precisión. Otra novedad del Touareg es un sensor de carga en el techo, que está integrado con la electrónica de la suspensión. Si se instala carga en el techo, el sensor lo detecta y transmite la información a los sistemas de asistencia. Por ejemplo, si este sensor detecta carga sobre el techo, permite que el control de estabilidad (ESC) intervenga antes para aumentar la estabilidad, mientras que si no hay carga, el sistema otorga un comportamiento más dinámico y retrasa su intervención.

Y en lo que respecta a los asistentes de conducción, el Touareg cuenta de serie con un amplio listado, como por ejemplo control de crucero adaptativo ACC con función predictiva y Stop & Go, sistema de frenado de emergencia (Front Assist), la cámara de visión trasera Rear View, Area View con vista envolvente de 360º, el sistema de mantenimiento de carril Lane Assist o la visualización dinámica de señales de tráfico y asistencia de aparcamiento con control de distancia de aparcamiento, entre otros.

Y como decíamos sobre las cuatro mecánicas disponibles, no ha habido cambios. Hay dos opciones turbodiésel TDI V6, de 231 y 286 CV de potencia, y otras dos alternativas híbridas enchufables: por un lado, el eHybrid que hemos tenido ocasión de conducir, con 381 CV, mientras que la versión R eHybrid alcanza los 462 CV. Ambas versiones PHEV cuentan con un propulsor V6 de gasolina de 340 CV, un motor eléctrico de 100 kW (136 CV) y una batería de iones de litio de 17,9 kWh con una autonomía eléctrica que ronda los 50 kilómetros. Sin embargo, la gestión electrónica hace que la variante R eHybrid tenga más potencia que el eHybrid. Eso sí, las cuatro versiones comparten una caja de cambios automática de ocho velocidades y el sistema de tracción a las cuatro ruedas permanente 4Motion.

Primeros 200 kilómetros

Una vez que accedemos al renovado Touareg, y tras ajustarnos el asiento y el volante con los reglajes eléctricos, en un primer vistazo destaca el espacio, comodidad y la tecnología que hay en el habitáculo. En él se complementan la pantalla de instrumentación i-Cockpit de 12 pulgadas y la pantalla central táctil, que sigue siendo de 15 pulgadas, y que presenta una gran resolución. Además, esta última está ligeramente orientada hacia el conductor, y facilita la interacción. En ella se controlan los elementos cotidianos, como el sistema de infoentretenimiento, la climatización o la navegación, ya que no hay presencia de botones ni ruletas bajo la pantalla.

Nos ponemos en marcha y rápidamente salimos a autovía, a una velocidad constante de 120 km/h. El Touareg demuestra que es un coche muy cómodo de conducir, con una excelente insonorización del habitáculo y unos asientos estupendos. De hecho, es uno de esos vehículos con tanta tecnología que necesitarías horas o días para sacar todo su rendimiento. En cuanto a la mecánica híbrida enchufable, su parte eléctrica, que marcaba 41 kilómetros de autonomía en la instrumentación cuando iniciamos la ruta, está más ideada para los cortos desplazamientos diarios o para la ciudad, y no tanto para salir de viaje por carretera, ya que la carga de la batería se desvanecerá con mucha más rapidez.

En cuanto al gasto, la marca homologa un promedio WLTP de solo 2,2 l/100 km, pero aquí volvemos a recordar que el consumo real de un PHEV (híbrido enchufable) es muy voluble, dependiendo del tipo y duración de nuestros desplazamientos, o de la frecuencia con que recarguemos la batería.

Potencia hay de sobra para mover con garantías un conjunto que mide 4.902 milímetros de largo por 1.984 de ancho y 1.712 de alto. Acelera de cero a 100 km/h en 5,9 segundos y la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h. Y es que, pese a sus generosas dimensiones, no se siente un coche pesado, ya que la dirección mueve con rapidez al SUV grande de Volkswagen y la suspensión trabaja bien, un apartado técnico donde, según la marca, se han introducido nuevos componentes y modificado la configuración de sistemas importantes, como la dirección trasera, la compensación activa del balanceo y el ESC.

Subimos a 2.098 metros de altura

Probar el renovado Touareg por carretera es lo más normal, pero no lo es tanto hacerlo por campo y terrenos complicados. Sin embargo, Volkswagen nos dio la oportunidad de comprobar hasta dónde puede llegar este modelo, que presume de buenas capacidades off road, pese a no ser un todoterreno puro, un segmento que cada vez tiene menos modelos en el mercado. Sin embargo, no exageramos si decimos que el Touareg atravesó cada uno de los retos que le exigimos, y fueron muchos.

Nuestra ruta se iniciaba por terrenos rotos, con zonas ligeramente embarradas y vadeando algunos riachuelos. Tras el selector del cambio y el freno de mano eléctrico, hay dos ruletas. A la izquierda controlamos los modos de conducción, donde hay una amplia selección: Eco, Comfort, Normal, Sport, Off-Road y Snow. Y en este recorrido inicial, seguimos con el programa Comfort. Sin embargo, una vez que nos adentramos en terrenos de mayor complicación, seleccionemos el modo Off-Road.

Aquí hay dos elementos a tener en cuenta. Uno, que la suspensión neumática se eleva al nivel uno, con lo cual disponemos de una mayor distancia libre al suelo; y dos, se activa el control de descensos. Este último es un sistema que nunca deja de sorprendernos, ya que cuando afrontamos una bajada, el conductor no tiene que hacer casi nada, pues nuestro cometido se limita a agarrar la dirección y controlar lo que sucede a nuestro alrededor, pues el coche se encarga de ir frenando y baja solo, controlando la velocidad en todo momento. Un sistema nada novedoso pero que, sin lugar a dudas, transmite mucha seguridad al usuario.

Una vez que completamos esta primera parte, llegamos a la segunda, una zona de grandes cuestas con inclinaciones que superan los 30 grados, y con la presencia de numerosas piedras, e incluso alguna zona helada por las sombras de las montañas. Lógico, porque es enero y ascendemos hasta los 2.098 metros de altitud. Y en los mandos de nuestro Touareg solo hacemos un cambio: en la ruleta de la derecha, colocamos la suspensión en nivel dos, de manefra que el SUV eleva aún más su distancia libre al suelo; aunque este sistema solo funciona hasta 25 km/h, y si superamos esa velocidad, el sistema vuelve automáticamente al nivel uno, cosa que en ningún momento sucedió. En el apartado de potencia, transmisión o tracción, el Touareg también cumplió con garantías. E incluso, si en alguna zona de subida complicada el SUV tenía dificultades, rápidamente con par y movimientos de la dirección, lograba superar la situación.

Una vez superado el reto, y alcanzada la ubicación propuesta por Volkswagen, la respuesta y capacidad off road del Touareg sorprende, aunque también destaca la gran cantidad de tecnología y asistentes que integra el SUV alemán, que hace sencillas muchas de las situaciones que puedan parecer complicadas.

Cuánto cuesta el Touareg

Hay tres acabados disponibles: Elegance, R-Line y R. Con el Elegance y el motor diesel V6 TDI de 231 CV, el precio de partida es de 77.020 euros, sin incluir campañas ni promociones. De hecho, Volkswagen afirma que si incluimos campañas y descuentos por financiación, ese precio de salida baja hasta los 67.000 euros.

Como equipamiento de serie, desde la versión base incorpora faros LED Matrix HD IQ.LIGHT, Innovision Cockpit, tapicería de cuero con climatización activa en los asientos delanteros, asientos delanteros con ajuste eléctrico y función de memoria para el conductor; o el Paquete Easy Open, es decir, la apertura sin llave y el portón eléctrico con función de apertura con el pie, entre otros.