Probamos el nuevo Hyundai Kona eléctrico: un SUV que convence por múltiples razones

Cuando Hyundai presentó la nueva generación del Kona, anunció que el SUV contaría con versiones de gasolina e híbridas, ya a la venta desde 28.490 euros (sin descuentos), y adelantó la llegada de la versión eléctrica a finales de año. Dicho y hecho, ya que la segunda generación del Kona eléctrico acaba de aterrizar en nuestro país y El Confidencial ya ha tenido ocasión de ponerse al volante del modelo fabricado en Europa, concretamente en Nosovice (República Checa) para todo el mundo, cuando los otros Kona proceden de Corea. Para adaptar la planta de una generación a otra, Hyundai ha invertido 103,7 millones de euros, en una fábrica que produce 328.500 vehículos anuales para 70 países diferentes, de los cuales el 12% son Kona y España se sitúa en el top 5 de mercados más importantes.

El nuevo Kona eléctrico estará disponible en dos versiones diferentes. La primera tiene una batería de 48 kWh y una autonomía homologada de 377 kilómetros (WLTP), mientras la segunda es de 65 kWh y tiene un alcance de 514 kilómetros. Respecto a su potencia, cuentan con 156 CV y 218 CV, respectivamente. Respecto a las recargas, la versión de 48 kWh admite una potencia de carga máxima de 74 kW, y el de 65 kWh de hasta 100 kW. Y en ambos casos a 11 kW en corriente alterna. Además, a diferencia de los modelos Ioniq, la arquitectura eléctrica es de 400 V en vez de 800 V. El Kona es el único modelo eléctrico de Hyundai que no lleva la denominación Ioniq, como sí hacen el Ioniq 5 y el Ioniq 6, más el Ioniq 7, un SUV de grandes dimensiones, que llegará en el futuro. Sin embargo, los responsables de la marca en España afirman que seguir llamándolo Kona es una manera de identificarlo rápidamente, además de ser un modelo ya reconocido en el mercado. De hecho, "en el futuro no todos los eléctricos de Hyundai se llamarán Ioniq", matizan.

Esta segunda generación del Kona tiene matices diferentes a la primera generación. Por ejemplo, el anterior modelo nació como modelo de combustión, y después recibió la versión eléctrica, "un factor que hizo que el primer Kona eléctrico no pudiese equipar todas las tecnologías", explican los responsables de Hyundai en España. Ahora, esta segunda generación es lo contrario, ya que nace como eléctrico, pese a haber llegado unos meses más tarde en el mercado, y después se han amoldado las versiones híbridas y gasolina. Esta plataforma K3 nada tiene que ver con la de los Ioniq, y si será utilizada por más modelos de Hyundai, todavía es una incógnita.

Estos rasgos compartidos de todas las tecnologías también se da en la estética del SUV, ya que es muy difícil diferenciar el Kona eléctrico de un Kona de gasolina. Sin embargo, hay un par de aspectos que delatan al SUV 'cero emisiones'. Una de ellas, lógicamente, es la toma de carga ubicada en el frontal y la segunda son unos gráficos pixelados tanto en la parte delantera como trasera, pero que no se iluminan. En cuanto a la paleta de colores, el Kona eléctrico ofrecerá las siete tonalidades del SUV, más cuatro colores nuevos y exclusivos. Mientras, habrá dos llantas disponibles, en función de los acabados (Flexx, Tecno 2C y Style 2C), de 17 pulgadas con neumáticos 215/60 o llantas de 19 pulgadas y unas medidas de 235/45.

El nuevo Kona ha crecido en todas sus cotas respecto a su predecesor. De hecho, Hyundai afirma que ahora este modelo puede cumplir la labor de ser el único coche familiar. Mide 4.355 milímetros de longitud (+145 milímetros con el Kona anterior), 1.825 de ancho (+25), 1.575 de alto (+10) y una distancia entre ejes de 2.660 (+60). Y es algo que se nota, ya que el SUV es un coche habitable con asientos reclinables en la primera fila y un grosor de los respaldos rebajado en 30 milímetros, que permite esa ganancia extra de habitabilidad con, por ejemplo, 77 milímetros más de espacio para las piernas en la segunda fila. Además, el maletero también crece de capacidad en un 30% hasta llegar a los 466 litros.

En el interior encontramos mucho espacio de almacenamiento. Desde una consola central con reposabrazos, posavasos y portabotellas delantero y trasero, hasta diferentes huecos donde depositar las llaves, cartera o móvil. Esta ganancia se debe a que ahora el cambio va ubicado en la columna de dirección, y esto ha permitido una reconfiguración del habitáculo. Si hablamos del interior, el puesto de conducción queda presidido por dos pantallas digitales de 12,3 pulgadas, que forman un todo, una para la instrumentación y otra para el sistema multimedia. Junto a ellas encontramos una gran disposición de mandos, botones y tomas de conexión, pero el diseño del interior transmite la sensación de ser racional, y de estar bien diseñado. Es decir, en ningún momento te sobra un botón o piensas que no tiene sentido que esa botonera esté ahí. Y, sin lugar a dudas, esto permite una conducción más serena, sin distracciones.

Primeras impresiones

Durante el primer contacto con el nuevo Kona eléctrico en su variante de mayor autonomía, hemos tenido ocasión de recorrer unos 50 kilómetros en Madrid, en un recorrido en el que el 80% se ha dado por zonas urbanas. Dinámicamente, como ya nos sucedió con las versiones de gasolina e híbridas, el SUV coreano transmiste una muy buena impresión. Como decíamos, su ordenado puesto de conducción hace más sencilla la conducción y ya en marcha el Kona se conduce muy fácil. Su respuesta al acelerador es gradual, y no da esa patada que dan muchos eléctricos, y que se puede agradecer en diferentes condiciones. La puesta a punto es óptima, tanto del tarado de la suspensión como los balanceos en curvas.

En nuestra prueba es difícil sacar conclusiones sobre el consumo, y necesitaríamos hacer un mayor recorrido para extraer datos claros. No obstante, en el primer tramo completamente urbano, y con algo de tráfico, el consumo fue de 13,8 kWh, cuando homologa 14,7 kWh. En cifras, esta versión de 218 CV acelera de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos y alcanza una punta de 172 km/h. Es decir, una aceleración que ya logra comenzar a pegarte al respaldo, máxime si activamos el modo de conducción Sport. También es posible elegir entre el modo Eco, Normal y Nieve.

Tras el volante tenemos dos levas de tamaño contenido, pero con un tacto agradable. Con ellas controlamos la frenada regenerativa, que tiene cuatro niveles. Con el primer nivel, el grado de retención es ínfimo, con el segundo se percibe algo más, y al pasar al tercero es donde se nota una mayor diferencia, ya que el coche retiene mucho más. Si pulsamos una vez más la leva derecha entra en escena el i-Pedal, la tecnología que permite conducir con un solo pedal, ya que el coche retiene tanto que en la mayoría de las ocasiones no es necesario pisar el freno.

Mientras, al volante encontramos funcionalidades útiles. Por ejemplo, al activar el intermitente izquierdo o derecho, en el cuadro de instrumentos digital aparece una imagen que muestra lo que tenemos a nuestro lado gracias a las cámaras instaladas en los retrovisores. Hay un Head-Up Display, con una alta resolución, que nos muestra en todo momento de forma nítida la velocidad del momento o las indicaciones de navegación; un sistema de sonido virtual e-ASD para el motor eléctrico, aunque desde dentro es difícil de percibir debido a la insonorización del vehículo, pero desde fuera o con las ventanillas bajadas se aprecia mucho más; además de la carga bidireccional, con la que alimentar cualquier dispositivo o equipo eléctrico de hasta 3,6 kW. Para una mayor conectividad, Hyundai ha incluido dos cargadores USB-C en la parte delantera, otros dos en la trasera y una toma de corriente de 12 V también delante.

Sinfín de ayudas a la conducción

En materia de seguridad y asistentes a la conducción, el listado del Kona es extenso. Y es que son muchos los que incluye. Desde el monitor de estado del conductor, que utiliza una cámara para analizar el rostro del conductor y, en caso de imprudencia, alertarle o intervenir, si es necesario; monitor de ángulo muerto; asistencia de estacionamiento inteligente a distancia; asistente para evitar colisiones con tráfico cruzado trasero; monitor de visión periférica de 360 grados; cámara en cabina; o siete airbags, incluido el central delantero entre los dos asientos, entre otros.

Además, el Kona eléctrico también equipa el nivel 2 de conducción autónoma en autopista, ya que el vehículo evalúa el entorno, mantiene el vehículo en el carril, mantiene la distancia de seguridad y ajusta la velocidad de conducción. De hecho, el SUV equipa algunos asistentes que han sido actualizados y reciben la denominación 2.0. Uno de ellos es el asistente para evitar colisiones frontales, con asistencia activa a la dirección en situaciones críticas, incluyendo dirección evasiva o un cambio de carril lateral.

Precios

En cuanto al precio del nuevo Kona eléctrico, el SUV parte desde 40.950 euros con la batería pequeña y el acabado Flexx. Si se opta por la batería de mayor alcance, arranca en 45.350 euros con el mismo acabado. Estos precios no incluyen ni el descuento de 1.000 euros por financiación, ni la promoción de la marca fijada en 1.210 euros, ni las ayudas de MOVES e IRPF, que alcanzan los 7.000 euros.

No obstante, en el precio de salida sin estos descuentos, el Kona se alinea con la tarifa de rivales directos como el Peugeot e-2008 o el BYD Atto 3, que lo parten desde 41.090 y 41.400 euros, respectivamente. Además, Hyundai ofrece ocho años de garantía para la batería o 160.000 kilómetros, lo que antes suceda, en todas las versiones.