Dos millones de kilómetros, y sin sustos: 'OK' a los taxis sin conductor en Las Vegas

Los taxis autónomos, o robotaxis, siguen extendiéndose por Estados Unidos, donde a las primeras fases de prueba, sin servicio al público y con los coches ocupados exclusivamente por ingenieros y conductores de los equipos de desarrollo, les están siguiendo ensayos masivos, ya con usuarios a bordo. Solicitas un taxi a través de la aplicación y, al cabo de unos minutos, el vehículo se detiene frente a ti, dispuesto a transportarte de forma autónoma, sin un conductor que maneje el volante. Eso ocurre ya desde hace tiempo en San Francisco, por ejemplo, donde los robotaxis Chevrolet Bolt EV de la compañía Cruise han ocupado varias veces los titulares por protagonizar algunos incidentes curiosos, como cuando varios de ellos bloquearon el tráfico al concentrarse sin motivo aparente en un cruce de calles, o cuando uno de estos coches, vacío en aquel momento, desobedeció inicialmente las órdenes de un agente de policía hasta que pareció reflexionar, y se paró.

A diferencia de los taxis autónomos de Cruise, sin atisbo de chófer al volante y cuya flota deberá reducirse a la mitad hasta corregirse ciertos problemas del servicio, los que emplea la empresa Motional en Las Vegas sí cuentan con una persona en el asiento del conductor, a modo de supervisor, aunque su presencia dejará de ser necesaria en las próximas semanas tras completarse el primer año de funcionamiento del servicio público sin incidente alguno, o como explican desde Hyundai, "sin ningún accidente con culpa".

Porque los robotaxis Hyundai Ioniq 5 de Motional, completamente eléctricos, han recorrido ya más de dos millones de kilómetros en circulación autónoma, y han realizado más de 125.000 trayectos de servicio público, consiguiendo que más del 90% de los pasajeros hayan puntuado el viaje con cinco estrellas, máxima nota posible. Además, los taxis autónomos de Motional en Las Vegas han comenzado a ofrecer sus servicios también durante la noche, sin que se haya producido un incremento de las correcciones de dirección, los desvíos innecesarios o los frenazos bruscos, manteniéndose los mismos niveles de seguridad y confort que durante el día. De hecho, y como consecuencia de estos buenos resultados, los robotaxis de la ciudad de los casinos comenzarán a operar sin una persona en el asiento del conductor desde finales de año. Para ello, se está ultimando el desarrollo de un sistema remoto de ayuda, para que una persona tome el control del coche, a distancia, cuando el vehículo se detenga por enfrentarse a una situación que no es capaz de gestionar automáticamente.

No obstante, ese tipo de situaciones ocurren cada vez con menor frecuencia, porque a medida que los robotaxis transportan más pasajeros y recorren más kilómetros, el sistema de aprendizaje automático perfecciona su funcionamiento, y también aprende de las situaciones en las que requirió ayuda de un operador humano. Aunque para Greg Butron, ingeniero principal de Motional, “de momento, por muy avanzados que sean estos vehículos y por muchos escenarios que puedan manejar, siempre cabe la posibilidad de que se enfrenten a alguna situación de conducción que nunca antes habían experimentado, por lo que el proceso de ayuda remota permanecerá activo".

De Nevada a California

Los pasajeros, que pueden solicitar su servicio a través de diferentes servicios de taxi y Uber, también pueden ajustar algunos parámetros del coche, como graduar el sistema de climatización del vehículo a la temperatura deseada antes de que el Ioniq 5 robotizado les recoja en el punto indicado. Y el servicio de robotaxi de Hyundai y Motional no solo opera en Las Vegas (Nevada), sino que también reparte comida a domicilio en Santa Mónica (California) a través de Uber Eats. Pasos previos al siguiente reto del proyecto empresarial: poner en funcionamiento el servicio de taxis autónomos en la gigantesca ciudad de Los Ángeles.

Para los responsables del proyecto, el constante aprendizaje automático del sistema y de sus operadores está haciendo que los recorridos de los taxis robotizados sean cada vez más eficientes y seguros, adaptándose ya prácticamente a todas las condiciones, tanto de tráfico como climáticas, o en total ausencia de luz ambiental. Para ello, estos vehículos emplean un sofisticado conjunto de sensores que incluye más de 30 cámaras, radares y lidars (sensores láser), con múltiples modalidades de detección. Las cámaras de alta resolución, por ejemplo, diferencian los objetos en el camino del vehículo y las estructuras del fondo, mientras que otros sensores funcionan bien en condiciones de iluminación baja o variable. Además, los radares utilizan ondas de radio para detectar objetos a través de la niebla, el humo o el polvo. Y, a diferencia de los conductores humanos, los vehículos autónomos tienen una visión completa de 360 ​​grados, pudiendo ver lo que sucede a su alrededor, hasta a 300 metros de distancia, e incluso en la oscuridad.

Los vehículos de conducción autónoma de Nivel 4, como el Ioniq 5 robotizado de Motional, se sirven de algoritmos y modelos avanzados de inteligencia artificial para fusionar todos los datos de sus sensores en una imagen virtual del entorno, imagen que se utiliza luego para trazar el rumbo más seguro a seguir.