Este es tu coche si buscas un eléctrico muy rápido y te gusta que te miren: Pininfarina B95

Si hay un tipo de automóvil poco frecuente en nuestros días es la barchetta, un coche sin techo, e incluso sin capota retráctil, que suele reducir al máximo el tamaño del parabrisas frontal, elemento del que llega a prescindir por completo en algunos modelos. Porque una barchetta, que es la máxima simplificación del concepto cabriolet o spider, toma su italiana denominación de las pequeñas lanchas motoras, dado el parecido razonable con ese tipo de embarcaciones. Y una barchetta es, precisamente, lo que ha presentado Pininfarina días atrás en la Monterey Car Week, donde también debutaba el Pura Vision de la casa italiana; aunque no una cualquiera, sino el primer hypercar eléctrico con carrocería barchetta: el B95. Y aunque suena a bombardero, el nombre tiene su explicación, pues la B es de barchetta y el 95 corresponde a los años que cumplirá pronto la empresa de Cambiano.

El B95 no es un concept car, sino un vehículo ya definitivo que Automobili Pininfarina se dispone a producir como una cortísima serie, limitada a solo 10 ejemplares, que ya debe haber quitado horas de sueño a algunos acaudalados coleccionistas de coches exclusivos, que deberán pagar por cada unidad la friolera de 4,4 millones de euros. Con ese mismo presupuesto podríamos llenar un enorme garaje con coches de Aston Martin, Bentley, Ferrari, Lamborghini, Maserati, McLaren, Porsche y Rolls-Royce, y aún nos sobraría dinero...

Paolo Dellachà, director ejecutivo de la compañía, afirmaba al presentar su último producto: "nos encontramos en el más excitante capítulo de la historia de Automobili Pininfarina, y ahora estamos dando otro gran paso, porque la introducción del B95 es el tercero de los tres pilares que queríamos presentar este verano, tras lanzar en Goodwood el Battista Edizione Nino Farina, que luce el nombre del primer campeón mundial de Fórmula 1, y la presentación también en Monterey del Pura Vision, como concepto de estilo para mostrar la filosofía de diseño en los futuros modelos de nuestra marca, y en diferentes segmentos".

En ese sentido, a la barchetta eléctrica B95 la definen desde Pininfarina como una visión "retro-futurista", que fusiona un tema clásico de los deportes del motor con las últimas innovaciones tecnológicas y los materiales y procesos más modernos. Y en cuanto a su producción, las 10 unidades se fabricarán de forma artesanal, previéndose las entregas para el 2025, coincidiendo con el 95 cumpleaños de la compañía. Además, se insiste en que no habrá dos ejemplares iguales, pues cada cliente podrá personalizar su hypercar eléctrico biplaza a voluntad, para lo cual serán asesorados por los diseñadores de la firma, capitaneados por Dave Amantea.

Uno de los detalles que más destacan desde el departamento de Diseño son los llamados aero screens, unas pantallas frontales con función aerodinámica, inspiradas en elementos similares de viejos aviones de combate, que los dos ocupantes del coche pueden ajustar electrónicamente, más arriba o más abajo, para optimizar el confort pero sin romper la pureza de líneas. En cualquier caso, los clientes podrán solicitar cascos, específicamente diseñados para el B95, que incrementan la seguridad al conducir tanto en circuito como en vías públicas.

La unidad exhibida en el evento californiano, configurada para demostrar las posibilidades de personalización estética del B95, combinaba el color Gris Arneis, utilizado desde el paso de rueda delantero hacia atrás en el cuerpo principal de la barchetta, con el acabado metalizado Bronzo Superga para la zona frontal y las jorobas aerodinámicas situadas tras sendos reposacabezas. Un tono que, según Pininfarina, adopta un aspecto diferente en función de la hora del día y de cómo incida la luz, pues con mucho sol se ve dorado, mientras que por la noche toma un aspecto más bronceado.

Su imagen externa se completa con las llantas forjadas de aluminio en negro mate, de 20 pulgadas delante y de 21 detrás, mientras que las pinzas de freno recurren a uno de los dos tonos principales de la carrocería: el Bronzo Superga.

Y dentro adquiere gran protagonismo el salpicadero, que parece suspendido en el aire, está construído de fibra de carbono y se cubre con un nuevo tipo de piel más sostenible, denominada TSLL (Tan Sustainable Luxury Leather), en contraste con otras superficies en aluminio anodizado. Y los asientos, que también se tapizan con TSLL, cuentan en sus reposacabezas con sendos logotipos retroiluminados de Pininfarina.

Con la mecánica del Battista

Pero si en cuestión de diseño todo es absolutamente nuevo y original, para la parte mecánica el B95 toma como base el conjunto motopropulsor del hypercar GT Battista, de carrocería cupé y que es uno de los superdeportivos eléctricos más veloces del momento. Es decir, cuatro motores independientes, porque incorpora uno para cada rueda, que totalizan 1.400 kW (1.900 CV) de potencia máxima y garantizan la tracción permanente en ambos ejes. Y para alimentarlos, una batería de iones de litio a lo largo del suelo, entre ambos trenes, con 120 kWh de capacidad y que se enmarca con una carcasa de seguridad de fibra de carbono, resistente y ligera. Esa batería, refrigerada por líquido, puede recargarse en estaciones de corriente continua a una potencia de hasta 270 kW, de modo que bastan 25 minutos, teóricamente, para pasar del 20% al 80% de carga.

En cuanto a las prestaciones, sobrecogedoras, el Pininfarina B95 acelera de cero a 100 km/h en menos de dos segundos, con lo que dejaría atrás a los monoplazas de Fórmula 1 de Fernando Alonso o Carlos Sainz, y alcanza una velocidad punta superior a los 300 km/h. Y para que cada conductor ajuste la personalidad del coche a sus gustos o a las condiciones del asfalto, el B95 cuenta con cinco modos de conducción, seleccionables mediante una rueda ubicada junto al volante, y cada uno con un tarado específico del sistema de tracción Full Torque Vectoring: Calma, Pura, Energica, Furiosa y Carattere.