GTD: el Mustang más rápido de la historia tendrá 800 caballos y costará 300.000 dólares

El desarrollo de coches de competición a partir de modelos de calle no es ninguna novedad, y buena parte de las especialidades del automovilismo deportivo, como los rallies, las copas monomarca o las carreras de turismos y GT en circuito se basan en ese concepto desde hace décadas. En cambio, es algo más reciente, y desde luego mucho más minoritario, el lanzamiento de superdeportivos que solo pueden ser conducidos en circuito o pistas privadas por no estar homologados para la circulación en vías públicas, y entre esos exclusivos y carísimos ejemplos podríamos citar desde el Lamborghini Essenza SCV12 hasta el McLaren Solus GT o el Aston Martin Valkyrie AMR Pro, pasando por uno de los mitos en esa categoría, el Ferrari FXX, o el inminente Maserati Project24.

Y, sin embargo, cada vez más clientes de ese selecto club empezaron a demandar que esos mismos superdeportivos extremos, concebidos para rodar en pista y dotados de soluciones mecánicas o aerodinámicas ideadas para luchar contra el cronómetro, también pudieran utilizarse en tráfico abierto. Es decir, que se homologaran para carretera y fuesen matriculables. Una categoría, por ejemplo, en la que se encuadra el muy reciente Ferrari SF90 XX, del que se fabricarán 1.398 unidades que ya han sido adjudicadas desde la primera hasta la última... antes de iniciarse su producción. Pese a los 770.000 euros que cuesta en versión cupé o los 850.000 de su factura si preferimos el Spider.

Una fórmula a la que ahora también se suma Ford, pues la firma del óvalo acaba de desvelar el que será, cuando llegue a las calles a finales de 2024 o comienzos de 2025, el Mustang matriculable mas brutal desde el inicio de la saga de este muscle car en 1964, pues, para coronar la gama de calle de la nueva generación, se ha desarrollado en paralelo con la versión de competición GT3, presentada oficialmente hace un par de meses coincidiendo con las 24 Horas de Le Mans. Y a partir de ese Mustang GT3 para circuito se ha creado el sorprendente Mustang GTD, homologado para las vías públicas y que se comercializará como una edición limitada, por lo que habrá que darse prisa para hacerse con uno. Su precio estimado, de 300.000 dólares (276.000 euros, al cambio actual), está muy por encima de la factura habitual en un Mustang de serie, pero también es una cifra mucho mas contenida que la de máquinas comparables.

Porque el Mustang GTD es una auténtica bestia, y así fue planteado desde que un día del año 2021 varios técnicos y diseñadores de la marca fueron convocados a una reunión secreta en un garaje situado tras el túnel de viento de Allen Park, en Michigan (EEUU). Fue entonces cuando los directivos de Ford realizaron el encargo: desarrollar un Mustang que se enfrentara a los mejores deportivos europeos, y que fuese capaz de completar una vuelta al viejo trazado de Nürburgring en menos de siete minutos. Un reto mayúsculo para el que prácticamente no había limitaciones, pues mientras el Mustang GT3 de carreras debía cumplir los reglamentos deportivos de su clase, ese futuro Mustang GTD podría ir más allá de lo permitido en competición.   

"El Mustang GTD acaba con cualquier idea preconcebida sobre un superdeportivo", explicaba Jim Farley, presidente y CEO de Ford, al desvelar su nueva obra. "El proyecto ha supuesto un nuevo enfoque para nosotros, porque no hemos diseñado un vehículo de carretera para el circuito, sino que hemos creado un vehículo de competición para la carretera. El Mustang GTD toma la tecnología de competición del Mustang GT3 de carreras, la envuelve en una carrocería Mustang de fibra de carbono, y la desata en la carretera".

Porque, si se cumplen los cálculos, el Mustang GTD podrá ser más rápido en pista que la versión deportiva en la que se basa, y a la que supera en tecnología. Porque, para empezar, esta edición limitada GTD ha sido desarrollada por muchas de las personas que también firman los nuevos Ford Mustang de competición, como el citado GT3 o el GT4, o que en su día se encargaron del GT. Y, por supuesto, será el Mustang homologado para carretera más rápido de todos los tiempos.   

Entre su claves técnicas destaca la generación de un mejor apoyo contra el suelo, o downforce, gracias a sus elementos de aerodinámica activa disponibles como opción, o el agarre de sus enormes neumáticos específicos, asociados a una suspensión delantera de doble altura y una suspensión trasera multibrazo. O sus frenos cerámicos de carbono, su transmisión de doble embrague de ocho velocidades instalada en la parte trasera, el árbol de transmisión de fibra de carbono que contribuye a que el reparto de masas entre ejes sea casi el ideal 50/50 o, por supuesto, su motor V8 5.2 de gasolina, sobrealimentado y que genera una potencia estimada de 800 CV, aunque la cifra final podría ir más allá incluso. Fuerza, además, que pasará al suelo a través únicamente de las ruedas traseras... como se espera de un Mustang.

"Estamos obsesionados con la tecnología de competición que hay bajo su piel. Lo que lo hace andar es incluso más convincente que lo que puedes ver cuando estás cerca de él", comenta Mark Rushbrook, director global de Ford Performance Motorsports. "Si piensas en su ingeniería, su aerodinámica o en cómo funciona el motor, ves que el Mustang GTD es un cohete espacial para la carretera".   

Diseñado y fabricado por Ford en colaboración con Multimatic, que desarrolló el Mustang GT3, el Mustang GT4 y el Ford GT, el Mustang GTD toma su nombre de la clase de competición IMSA GTD, reservada a automóviles fabricados según las normas técnicas FIA GT3, y se beneficiará de décadas de avances en ingeniería y del aprendizaje continuo de la firma de Detroit en el mundo de las carreras.   

En su diseño exterior, por ejemplo, cada trazo tiene una intención de cara al rendimiento aerodinámico y a la velocidad de pista: el splitter delantero, el capó frontal ventilado, los pasos de rueda acanalados o, por supuesto, el alerón trasero activo con control hidráulico, montado sobre el pilar C y disponible en opción. Además, gracias al generoso uso de paneles de fibra de carbono en su carrocería, el Mustang GTD reduce su peso de manera notable y baja su centro de gravedad, pues los pasos de rueda, el capó, la cubierta que sustituye a la tapa del maletero, los umbrales de las puertas, el splitter frontal, el difusor posterior y el techo son todos de fibra de carbono; y ese mismo material ultraligero está disponible como opción para el conjunto del frontal y el conjunto de la zaga.      

De hecho, el paquete aerodinámico opcional incluirá una plancha integral para los bajos de la carrocería también en fibra de carbono, e incluso soluciones que hoy no son reglamentarias en las carreras, como los alerones delanteros controlados hidráulicamente para gestionar el flujo de aire, que logran más equilibrio aerodinámico en coordinación con el alerón trasero activo.

Adiós al maletero del Mustang 

Donde normalmente está el maletero del Mustang, el Mustang GTD ubica la suspensión semiactiva, un sistema de control hidráulico y un sistema de refrigeración del transeje, que emplea una cubierta inspirada en las carreras para sustituir el techo separador del maletero, e incluye dos tomas de aire para canalizar el aire del cristal trasero, así como a través de los intercambiadores de calor.    

"Nuestro equipo de diseño trabajó junto con el que diseñaba el Mustang GT3 y los expertos en aerodinámica, compartiendo soluciones del vehículo de carreras en el de calle, y viceversa", explica Anthony Colard, director de Diseño de Ford Performance. "Porque este es un diseño creado por y para la aerodinámica". Unas características aerodinámicas que, según los responsables de la firma americana, dan como resultado un enorme downforce, equilibrado entre los ejes delantero y trasero, que aumentará la velocidad de paso por curva, generará un mayor control y debería traducirse en unos tiempos por vuelta increíbles. Porque, a la vista del reto planteado en el garaje de Allen Park, los siete minutos en Nürburgring no parecen negociables...

En cuanto al conjunto propulsor, el Mustang GTD recurre a un motor V8 de 5,2 litros sobrealimentado con doble entrada de aire, y será el primer Mustang de calle dotado de un sistema de cárter seco, solución que ayuda a mantener el motor lubricado incluso en las curvas más exigentes por longitud y fuerza centrífuga. Un V8 que supera las 7.500 revoluciones por minuto y que, según la marca, "genera unas notas excepcionales a través del sistema de escape de válvulas activas de titanio".

Si pasamos al chasis, el rendimiento del Mustang GTD se mejora con la suspensión semiactiva de última generación, que permite variar tanto la dureza de los muelles como la distancia al suelo para adaptar el comportamiento a la carretera o a los circuitos, pues la altura de conducción es casi 40 milímetros más baja en el Modo Pista. Y en cuestión de neumaticos, los técnicos de Ford Performance y Multimatic han decidido que no falte goma para maximizar la estabilidad en curva, y el Mustang GTD equipa unos rodillos delanteros de 325 milímetros de anchura, mientras que los neumáticos traseros son de 345 milímetros, montados sobre las llantas de aluminio forjado de 20 pulgadas que vienen de serie, o las de magnesio forjado, más ligeras y resistentes, disponibles como opción y que presentan un diseño similar al de las llantas del Mustang GT3 de carreras. 

Si nos asomamos dentro de esas llantas encontraremos los enormes frenos cerámicos de carbono Brembo, que en el caso de las ruedas traseras se benefician de unos conductos de refrigeración, instalados debajo de la suspensión posterior, que disipan mejor el calor.  Además, el Mustang GTD incorpora la nueva tecnología de control de tracción variable en el modo Pista. Desarrollada por la propia Ford, permite al conductor llevar el vehículo al límite modulando la potencia del motor y el control de tracción, y su grado de intervención puede ser reajustado sin quitar las manos del volante, a medida que las condiciones de la pista van variando.

Con piezas de un caza de combate

En el habitáculo del Mustang GTD no faltan acabados de primera calidad y materiales exclusivos, como el ante Miko, que se combina con el cuero y la fibra de carbono. Además, tanto la instrumentación como las informaciones principales se sirven de pantallas digitales, y los asientos delanteros, de la firma Recaro, tienen un diseño específico para rodar en circuito con la máxima sujeción. De los asientos posteriores, sin embargo, poco puede comentarse, pues las dos plazas posteriores de los otros Mustang de calle han sido eliminadas para reducir el peso y, de paso, crear un espacio de carga que sustituya al desaparecido maletero. La guinda a la personalización interior es la presencia de las palancas de cambio impresas en 3D, el mando giratorio y la placa con el número de la serie limitada, elementos todos fabricados a partir de piezas de titanio del avión de combate Lockheed Martin F-22 Raptor. 

Y aunque se trata de una versión radical y ultradeportiva, la marca americana explica que el Mustang GTD estará disponible en múltiples combinaciones de colores interiores y con varios paquetes de opciones especiales, mientras que la carrocería se podrá reservar en cualquier color exterior, incluso en tonos que aporte el cliente mediante una muestra, pues el objetivo final es que cada vehículo sea realmente único.   

Curiosamente, no se informa por ahora sobre el número de unidades que compondrán la edición limitada, pero sí se ha dado una primera pista fiable sobre el precio del Mustang GTD, que arrancará en los ya citados 300.000 dólares, y sobre el proceso de producción, que comenzará en la planta de montaje de Ford en Flat Rock. Después, cada ejemplar será llevado a las instalaciones de Multimatic en Markham (Canadá), donde se completará la fabricación a mano.