Así es la séptima generación del Mustang, que se mantiene fiel a los motores de gasolina

Aprovechando el Salón del Automóvil de Detroit, Ford ha presentado el nuevo Mustang, séptima generación ya de un mito nacido en 1964 que tras la aparición de la sexta entrega, nacida en 2014 y primera que se comercializó oficialmente en Europa, se convirtió en el cupé deportivo más vendido del mundo, sumando ya más de diez millones de unidades a lo largo de sus 58 años de historia. "Invertir en otra generación de Mustang es una gran declaración en un momento en que muchos de nuestros competidores están abandonando el negocio de los vehículos de combustión interna", afirmaba Jim Farley, CEO de Ford Motor Company, en el evento de la ciudad donde nació la firma del óvalo azul, aunque después recordaba que su marca está añadiendo tecnología conectada y opciones híbridas a sus coches más rentables y populares, además de "invertir 50.000 millones de dólares en vehículos eléctricos hasta 2026."

Aunque el nuevo modelo, que nace como Mustang 2024 porque empezará a fabricarse a mediados del próximo año, comparte la plataforma con el actual, los cambios son profundos a nivel mecánico y tecnológico, e incluso en el diseño, por más que la estética deba calificarse de continuista. Porque tanto el Mustang Coupé como el Mustang Convertible de carrocería descapotable se anuncian ahora como más deportivos todavía, e incluyen mejoras en el hardware, el software y la puesta a punto, además de estrenar un motor V8 5.0 Gen IV totalmente renovado, que proporciona una respuesta y unas prestaciones aún mayores.

Nuevo diseño y más personalizable

En cuestión de diseño exterior, la séptima generación añade un toque de modernidad para atraer más clientes pero se mantiene dentro de la tradición Mustang. El frontal bajo y horizontal adopta nuevos faros LED para crear una presencia más impactante, recordando el estilo original de los años 60 pero optimizando de paso la protección de los peatones. Su línea de techo estilizada y su voladizo trasero más corto también son fieles a las proporciones de la primera generación de Mustang, mientras que los hombros traseros sobre los pasos de rueda se han ensanchado para transmitir mayor sensación de potencia. Y en la zaga, rematada con un alerón fijo en la versión más deportiva, seguimos encontrando la clásica iluminación de tres barras y se estrena un difusor aerodinámico inferior rediseñado.

Por primera vez, además, cada versión de la gama Mustang tendrá su frontal exclusivo, lo que permite a los clientes elegir el aspecto que mejor se adapte a sus gustos. Por ejemplo, el GT, corazón de la familia Mustang, presenta unas aperturas de la parrilla de mayor tamaño diseñadas para permitir un mayor flujo de aire, en línea con su mayor potencia y rendimiento. Y la aerodinámica del nuevo Mustang se ha optimizado con la incorporación de nuevas rejillas de ventilación en el capó y un splitter delantero rediseñado.

Por su parte, el Mustang Convertible sigue recurriendo a la capota de tela totalmente forrada, dotada como en el modelo actual de un sencillo accionamiento eléctrico de un solo toque con sistema central de bloqueo. El diseño compacto de este techo escamoteable, junto con el poco espacio robado por la suspensión trasera independiente, permiten que el volumen del maletero en el Mustang descapotable sea también considerable, pudiendo albergar dos bolsas de palos golf.

El nuevo Mustang se lanza con 12 pinturas exteriores a elegir, incluyendo tres nuevas tonalidades: Azul Ember, Azul Vapor y Amarillo Splash. Los clientes también pueden elegir entre pinzas de freno Brembo negras o rojas, todas con el logotipo de Mustang, y entre dos nuevos diseños de llantas de aleación de 19 pulgadas.

Y en el interior, digitalización

Pero si pasamos al habitáculo, los cambios de esta séptima generación son aún más evidentes, destacando el avanzado panel de mandos digital, ya que se elimina el tradicional salpicadero superior del Mustang para dar paso a una zona central abierta, revestida de cristal y mucho más tecnológica. Porque detrás del nuevo volante, más grueso y de cara inferior plana, hay ahora un cuadro de instrumentos digital de 12,4 pulgadas, que podemos personalizar para mostrar diferentes diseños y que también cambia en función del modo de conducción escogido.

Este cuadro de instrumentos digital se extiende hacia el centro hasta encontrarse con la pantalla de 13,2 pulgadas del sistema SYNC 4, situada detrás de la misma pieza de cristal integrada y orientada hacia el conductor. Además, la iluminación del habitáculo es también personalizable, pues arranca en colores cobrizos y oscuros, como en el modelo eléctrico Mustang Mach-E, pero admiten otras configuraciones a elegir por el usuario.

Además, esta nueva generación cuenta con un nuevo material interior granulado, desarrollado especialmente para la marca, que combina con asientos de cuero y plásticos de tacto suave en el salpicadero y los paneles de las puertas. Y para las versiones superiores se ofrece la posibilidad de elegir el color de los pespuntes del volante, que es de cuero, y de un exclusivo patrón de perforación de la tapicería en la consola central, que estrena una plataforma de carga inalámbrica para el smartphone gracias al espacio que se ha ganado trasladando el control de varias funciones a la pantalla táctil.

Por supuesto, equipa el último sistema SYNC 4 de Ford, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, e integrado con la aplicación FordPass. Y como el Mustang Mach-E, el séptimo Mustang de gasolina incorpora la tecnología de actualización inalámbrica Ford Power-Up.

Y los detalles de equipamiento van más allá, como el sistema de audio B&O más reciente, que dispone de 12 altavoces y un subwoofer, e incluye la tecnología de mejora electrónica del sonido de Ford para amplificar la 'melodía' del motor directamente en el habitáculo. Además, tras el volante, los puertos USB superiores instalados sobre el panel de mandos digital están estratégicamente colocados para conectar las cámaras que muchos usuarios emplean en sus tandas cronometradas en circuito, evitándose así que los cables deban recorrer una parte del habitáculo.

Avance en seguridad y tecnología

El nuevo Mustang adopta también funciones de asistencia a la conducción de última generación, muchas de ellas aplicadas por vez primera al crossover eléctrico Mach-E. Eso incluye el reconocimiento de señales de velocidad, el control de crucero adaptativo inteligente con función Stop & Go, el asistente de centrado de carril, la dirección asistida evasiva (si detecta que hay riesgo de colisión, ayuda al conductor en la maniobra de cambio de dirección) y el asistente de frenado en marcha atrás. Además, la suspensión activa monitoriza continuamente la amortiguación, la dirección y la frenada, ajustando la respuesta de la suspensión a cada escenario o tipo de conducción. Y gracias al sistema FordPass, que proporciona asistencia las 24 horas día, el Mustang estrena servicios de vehículo robado, que avisan al usuario y ayudan a la localización del coche.

Porque los propietarios pueden permanecer conectados continuamente con su Mustang a través de la app FordPass, utilizando funciones a distancia como el arranque y parada remotos del vehículo, el bloqueo y desbloqueo de puertas, la programación de hora de arranque, la localización exacta y la comprobación del estado y la salud mecánica del mismo. Además, FordPass ofrece información importante, como los niveles de combustible y aceite, el historial de servicio y la información sobre la garantía.

Mecánica renovada

El nuevo Mustang, como hasta ahora, solo ofrecerá motores de gasolina: un cuatro cilindros 2.3 EcoBoost con turbo y un V8 5.0 atmosférico, dedicado a las versiones GT y para el que se anuncian "más de 480 CV". Las cifras no son definitivas, pues el coche aún está ultimando su puesta a punto y su homologación, pero en el caso de la versión más enérgica Ford prevé lograr un consumo medio de 11,1 l/100 km, con emisiones de 260 g/km de CO2. El Mustang GT, además, incorpora un nuevo sistema de admisión de aire con un diseño de doble toma de aire y doble cuerpo de mariposa, que minimiza las pérdidas de admisión y permite mayores caudales.

Los seis modos de conducción del Mustang optimizan las prestaciones y se adaptan mejor a las diferentes condiciones de uso. En concreto, el conductor elegirá entre Normal, Sport, Deslizante, Drag y Pista, este reservado a su uso en circuito, así como un sexto programa con ajustes personalizables y múltiples perfiles individuales.

Según Ford, la respuesta dinámica del coche se ha mejorado gracias a la reducción de la distancia entre el volante y los neumáticos, y una dirección más rápida mejora la precisión en curva del nuevo modelo en comparación con la sexta generación actualmente disponible, que ya presume de muy buena estabilidad.

El Mustang GT permitirá elegir entre la transmisión automática de 10 velocidades de Ford o un cambio manual de seis velocidades. Su paquete Performance de serie incluye llantas de aleación de 19 pulgadas, un diferencial de deslizamiento limitado deportivo para aumentar la tracción, frenos Brembo y un escape de válvula activa que sirve para ajustar el sonido de la mecánica según nuestros gustos o el escenario de conducción. Asimismo, la suspensión activa MagneRide, que es opcional, monitoriza las condiciones mil veces por segundo y utiliza un fluido controlado electrónicamente para adaptar la resistencia que ejercen los amortiguadores al estado de la carretera y nuestro ritmo de marcha.

Dark Horse, el Mustang radical

Pero por encima del nuevo Mustang GT debuta el Mustang Dark Horse, máxima expresión de deportividad e ideado especialmente para su utilización ocasional o frecuente en circuito, sirviendo también de base a los futuros modelos de competición que la marca quiere alinear en diferentes campeonatos, pues Ford vuelve a las carreras de GT3 con un nuevo Mustang GT3 de resistencia IMSA, también disponible para clientes Ford y que debutará en las 24 Horas de Daytona en 2024. Y mucho antes, ya en la temporada 2023, debutará en las carreras un nuevo Mustang GT4, disponible para sus clientes. Además, la NASCAR figura en los planes de la compañía para su coche más legendario.

Ed Krenz, ingeniero jefe de Mustang, definía así la versión Dark Horse en Detroit: "Hemos cogido el nuevo Mustang, lo mejor de las nuevas prestaciones del V8 5.0, y le hemos añadido potencia, mejorado la aerodinámica, los neumáticos y la dirección, y le hemos dotado de un habitáculo interactivo para crear un Mustang que va más allá de cualquier Mustang 5.0 anterior". Porque bajo su capó delantero esconde una versión potenciada del nuevo motor V8 Gen IV con nuevos árboles de levas y una puesta a punto exclusiva. El Mustang Dark Horse, además, incorpora de serie una exclusiva transmisión manual Tremec de seis velocidades con pomo de cambio de titanio, disponible exclusivamente para este modelo, pero también puede pedirse con la transmisión automática de 10 velocidades, dotada de levas de cambio.

La versión Dark Horse equipa también el Paquete Performance, creado para que el coche pueda enfrentarse a su uso en circuito. Elementos clave son el refrigerador auxiliar de aceite del motor, el refrigerador de aceite de la transmisión en el caso de la variante automática, un radiador único y más ligero que disipa mejor el calor, ventiladores de refrigeración más potentes y un refrigerador del eje trasero. Además, un diferencial de deslizamiento limitado Torsen de serie optimiza la tracción para mejorar la aceleración y el equilibrio en curva.

Este paquete también incluye una puesta a punto específica del chasis, barras estabilizadoras traseras más gruesas y amortiguadores delanteros de alta resistencia, frenos delanteros Brembo de pistón fijo con rotores más grandes, refuerzo de la torreta de suspensión, llantas especiales de 19 pulgadas con 9 pulgadas de garganta delante y 9,5 detrás, y neumáticos Pirelli P Zero PZ4.

Y el Mustang Dark Horse estrena el llamado 'freno drift electrónico', ideado para su uso en pista cerrada y que potencia la capacidad de derrape de la tracción trasera. Se trata de un freno de mano electrónico con el manejo de uno tradicional, y se ha diseñado para que los conductores con menos experiencia deportiva aprendan y mejoren sus habilidades de 'drifting' (derrape controlado), pero también para proporcionar a los conductores expertos un sistema compatible con la competición.

Una versión Dark Horse que puede identificarse exteriormente por su diseño especial: frontal con un gráfico de sombra que rodea los faros LED oscurecidos, exclusiva parrilla negra brillante con orificios trapezoidales, paragolpes delantero rediseñado con 'colmillos' de alto brillo, faldones laterales inferiores, alerón trasero fijo, difusor aerodinámico posterior exclusivo inspirado en las carreras y salidas de escape cuádruples oscurecidas. Además, las insignias tradicionales del Mustang se sustituyen por un nuevo logotipo Mustang Dark Horse en los pasos de rueda delanteros, el portón trasero y los umbrales de las puertas, mientras que la versión anodizada del famoso pony permanece en la parte delantera. La pintura metalizada Blue Ember es exclusiva del Mustang Dark Horse, y también está disponible una selección de gráficos aplicados o pintados a lo largo del techo y del capó, con diferentes colores y estilos. Personalización externa que puede completarse opcionalmente con un paquete que incluye pinzas de freno Brembo de color azul oscuro.

Dentro, la nueva insignia Dark Horse sustituye al logotipo habitual del pony de Mustang en el panel de instrumentos y en las pantallas digitales, mientras que cada coche cuenta con una placa con su número de chasis específico. El volante, más grueso, de cara inferior achatada y con un exclusivo pespunte azul, incorpora levas de cambio en plata y un botón específico para seleccionar el modo de conducción al alcance del pulgar. Y además de personalizar el volante, las costuras azules pueden verse también en los paneles de las puertas y los asientos, en el fuelle de la palanca de cambios y en la consola central, a juego con los cinturones de seguridad, que son azules. Por último, elementos del habitáculo como las molduras interiores o las rejillas de ventilación están acabados en Negro Alley, un brillo metálico oscuro que sustituye a los tonos plateados brillantes del resto de versiones del nuevo Mustang.

Y si el cliente tiene claro que lo suyo son las carreras, podrá pedir una versión todavía más extrema, el Mustang Dark Horse S, construido exclusivamente para competición. Todas las piezas no esenciales y los embellecedores se han eliminado en este caso, y en el interior encontramos una jaula de seguridad completa certificada por la FIA, redes de seguridad, un asiento de competición con cinturones de seguridad, un volante de competición con desconexión rápida, dispositivos específicos de interrupción del circuito eléctrico y un sistema de extinción de incendios.

Sobre precios y fechas definitivas de comercialización en nuestro continente, nada se sabe todavía.