Ya se puede reservar el descapotable eléctrico de Fisker, con 1.000 kilómetros de autonomía

Fisker, la marca norteamericana dedicada a la producción de coches eléctricos, ha abierto las reservas de uno de sus futuros modelos, el Ronin Super GT. Y decimos uno de ellos, porque en un evento celebrado recientemente, el fabricante anunció la llegada de otros modelos en los próximos años. El Pear, un compacto, y el Alaska, un pick-up, que se sumarían al Ocean, el SUV que ya comercializa Fisker.

Sin embargo, el Ronin Super GT es un eléctrico que no dejará indiferente a nadie. No solo por su configuración, pues es un descapotable de cuatro puertas y cinco plazas con techo rígido de fibra de carbono, sino por sus características, rendimiento y tecnología. Y es que encontrar un modelo así en el mercado es misión imposible. El Tesla Roadster o el MG Cyberster se acercan, pero ya, de entrada, son biplazas. Y comparten otra particularidad: tampoco están aún en el mercado.

Eso sí, este Fisker Ronin Super GT estará al alcance de unos pocos, pues solo se construirán 999 unidades, y a un precio que superará ligeramente los 350.000 euros. La idea de Fisker es comenzar la producción en la segunda mitad de 2025, es decir, dentro de dos años, pero ya es posible hacer reservas en la web de la marca; en dos fases, con un primer pago de 1.800 euros y un segundo de 900. En las condiciones de la reserva, la marca avisa que es posible que estos precios estén sujetos a cambios, y que en el futuro compartirá más información sobre la disponibilidad y los plazos de producción estimados de su nuevo eléctrico.

Este singular descapotable promete una excelente autonomía, al equipar en su plataforma de aluminio una batería de gran capacidad, que situará al modelo americano cerca de los 1.000 kilómetros de autonomía. Todo ello acompañado de un sistema eléctrico que superará los 1.000 CV de potencia, y que dará acceso al Ronin Super GT a unas prestaciones de infarto: de cero a 100 km/h en unos dos segundos y velocidad máxima de 275 km/h. Además, Fisker ha anunciado que su enfoque es que el conductor disfrute del vehículo, en lugar de recurrir a la conducción autónoma, aunque eso no quiere decir que no vaya a equipar esa tecnología.

“El Fisker Ronin es para personas a las que les encanta conducir, pero que también están encantadas con el arte y el diseño automotriz y exigen que sus vehículos de alto rendimiento adopten un futuro sostenible. Nuestro objetivo era crear un automóvil de gran turismo clásico, actualizado para el siglo XXI y diseñado para clientes que desean conducir desde Los Ángeles hasta Napa Valley con una sola carga, o tomar la autopista a altas velocidades constantes sin preocuparse por la capacidad de la batería.”, explicaba Henrik Fisker, presidente y director ejecutivo de la marca.

En el desarrollo del Ronin Super GT, uno de los objetivos de Fisker era diseñar un descapotable con espacio. De hecho, la marca aclara cómo se inspiraron en los SUV de altas prestaciones. De ahí que este futuro eléctrico cuente con cuatro puertas y cinco asientos. Para acceder, las puertas delanteras tienen apertura de tijera, y se pueden abrir o cerrar eléctricamente a través del teléfono, al igual que las traseras, que son de tipo mariposa. Del mismo modo, con el móvil también es posible quitar o poner de forma remota el techo rígido de fibra de carbono; un ligero per resistente material del que también están hechas las llantas de aleación de 23 pulgadas.

En cuanto a su interior, Fisker apenas ha revelado detalles. De hecho, tan solo se conoce una imagen, todavía más cercana a un prototipo que a un modelo definitivo. No obstante, sí deja entrever que la tecnología jugará un papel muy importante, pues contará con una pantalla de alta resolución de 17,1 pulgadas, un volante deportivo, una consola central sencilla y un cuadro de instrumentos ubicado frente al conductor, del cual todavía se desconoce su tecnología y dimensiones.