Los demócratas siguen apoyando públicamente a Biden para 2024. En privado, sus temores están aumentando

Públicamente, los principales demócratas afirman que apoyan a Biden, que se postula para la reelección, y creen que puede ganar. En privado, sus preocupaciones van en aumento, pero están resignados a la idea de que el presidente no irá a ninguna parte y que no existe un plan B viable.

Las encuestas han demostrado consistentemente que la mayoría de los votantes, incluida la mayoría de los demócratas, no creen que Biden deba postularse en 2024, y muchos tienen profundas preocupaciones sobre la edad, la aptitud para el cargo y el liderazgo del presidente de 80 años. Esos temores se han intensificado a medida que sus índices de aprobación han disminuido: una encuesta reciente de NBC News mostró que Biden tenía una aprobación laboral del 41%, con un 56% de desaprobación, en comparación con un 46% de aprobación y un 50% de desaprobación en la misma encuesta de enero.

En los últimos días, Biden ha comenzado a dirigir la lucha más directamente al que probablemente será su oponente, el expresidente Donald Trump. Biden y sus aliados afirman que está más que preparado para el puesto y que es la mejor esperanza de los demócratas contra el vencedor de 2020.

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Pero con múltiples encuestas que muestran que Biden y Trump están prácticamente empatados en enfrentamientos hipotéticos, la inquietud dentro del partido ha aumentado a medida que se cierra la ventana para un desafío primario antes del comienzo del nuevo año. El presidente ahora también está lidiando con una huelga de los trabajadores automotores en su tercera semana y un próximo enfrentamiento sobre la financiación de Ucrania después de que el Congreso aprobara un proyecto de ley para mantener el Gobierno financiado hasta mediados de noviembre. Si bien las opiniones sobre la economía están mejorando, los votantes no le dan ningún crédito a Biden por su gestión y todavía están ansiosos por la inflación.

Preocupaciones en privado

Las conversaciones con más de una docena de destacados demócratas revelaron la sensación de preocupación generalizada, pero mayoritariamente privada, que se cierne sobre la carrera. Algunos comparan este momento con el ciclo de 2016, cuando muchos demócratas importantes aceptaron las vulnerabilidades de Hillary Clinton solo para verla perder finalmente ante Trump. Pero este es en muchos sentidos un caso diferente: un presidente en ejercicio que se enfrenta a una clara frustración de los votantes, incluidos los de su propio partido.

"Es un poco como si tu abuelo dirigiera la empresa y sabes que ahora está en un punto en el que los herederos podrían verse afectados si no cambiamos la dirección", describe Philip Levine, exalcalde demócrata de Miami Beach, Florida, quien ha expresado su apoyo a No Labels, un grupo centrista que ha sugerido que podría presentar un candidato de un tercer partido. "Y esto es muy difícil. ¿Cómo conseguimos que el abuelo renuncie al puesto de director ejecutivo?".

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Otros demócratas solo se harían eco de esos sentimientos en privado. Un miembro del Comité Nacional Demócrata afirmó que “sería irresponsable por nuestra parte no preocuparnos en este momento. La gente puede tener esperanzas sobre cuál será el resultado. Pero no tenemos ninguna evidencia de por qué deberíamos tener esperanzas. Las encuestas son malas. Los índices de aprobación son malos. Conocemos las preocupaciones tanto sobre la edad del presidente como sobre la vicepresidenta, en caso de que ella asumiera el cargo”.

El miembro del Comité Nacional Demócrata añadió: “Quiero que el bidenismo continúe, pero creo que la mejor manera de garantizar que eso suceda podría ser tener un candidato diferente a Joe Biden”.

Los defensores del presidente argumentan que, incluso si Biden se hiciera a un lado, eso podría desencadenar un proceso primario desordenado que tal vez no produzca un mejor candidato. Pocos esperan que la vicepresidenta Kamala Harris convenza a otros demócratas de no presentarse a unas primarias abiertas. Los índices de aprobación del trabajo de Harris están por detrás de los de Biden, y algunos donantes y funcionarios del partido tienen dudas sobre si ella podría suceder efectivamente a Biden.

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Biden abordó directamente las preocupaciones sobre su edad en un reciente evento de recaudación de fondos en la ciudad de Nueva York y dijo: “Mucha gente parece un poco concentrada en mi edad. Lo entiendo”. Pero añadió: “Algunos de los presentes tienen más de 50 años. Ya saben, con la edad viene la sabiduría. Tienes experiencia. Y eso me permitió saber qué hacer”.

La exsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, afirma que la Administración Biden es muy consciente de las preocupaciones durante una entrevista en el pódcast On With Kara Swisher. "Lo están siguiendo completamente", dijo. "No es un problema que haya surgido de pronto en los últimos seis meses".

Apoyo del público

Los asesores de Biden han descartado las dudas persistentes como un caso clásico de temores infundados entre los demócratas, señalando que el entonces presidente Barack Obama también se enfrentó malas encuestas en este momento de su primer mandato.

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“En 2020, nuestra campaña se centró en los votantes de verdad, no en las conversaciones entre tomas de las noticias. Lo que importa es construir una operación sólida, invertir para llegar a nuestra coalición y centrarse en noviembre de 2024. Esa estrategia funcionó entonces y volverá a funcionar en 2024”, dijo el portavoz de la campaña de Biden, Kevin Muñoz.

Los demócratas subrayan el historial legislativo de Biden, que incluye asegurar fondos para infraestructura y para inversiones relacionadas con el clima, la tecnología y la atención médica. También señalan que ha vencido a Trump antes y que al partido le ha ido bien en varias elecciones especiales en 2023, incluida la obtención de un escaño ocupado por el Partido Republicano en la Cámara del estado de New Hampshire.

“Creo que Biden es nuestra mejor opción si analizamos algunas de las cosas que ha logrado”, dijo Christine Sinicki, presidenta del Partido Demócrata del condado de Milwaukee en Wisconsin.

Resignación

Algunos demócratas opinan que este debate es en gran medida irrelevante: salvo un problema de salud u otras circunstancias imprevistas, Biden no abandonará la carrera. Y ningún demócrata destacado lo ha desafiado por la nominación.

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Algunos demócratas dijeron que se sintieron alentados por las apariciones de Biden la semana pasada, en particular un discurso en Arizona contra Trump, en el que Biden llamó a Trump y sus aliados “una amenaza para las estructuras físicas de nuestras instituciones democráticas”.

"He escuchado una y otra vez: '¿Cuándo se van a dejar de sutilezas?", cuenta un recaudador de fondos demócrata. “Es bueno ver que ha llegado el momento”.

Incluso antes de que Biden lanzara su candidatura a la reelección en abril, su equipo orquestó una resolución aprobada por el Comité Nacional Demócrata que expresaba su apoyo a su reelección y a varios de sus rivales de campaña de 2020, incluidos progresistas como el senador Bernie Sanders (senador independiente por Vermont) y Elizabeth Warren (senadora demócrata por Massachussets) declararon que lo apoyarían. Warren reiteró que Biden es la “persona adecuada para postularse” y predijo su victoria el próximo año.

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E incluso aquellos que públicamente dudaron de él han cambiado de rumbo. “Hace un año dije que pensaba que la próxima generación de demócratas debería dar un paso al frente, pero, si el presidente decidiera postularse para la reelección, lo apoyaría”, afirmó la representante Angie Craig (demócrata por Minnesota). “Eso es exactamente lo que estoy haciendo”.

El Comité Nacional Demócrata ha dicho que no tiene planes de organizar ningún debate primario, a pesar de que Biden se enfrenta una oposición primaria menor.

Faltando solo cinco meses para que comiencen las elecciones primarias en 2024, muchos demócratas dijeron que simplemente no había tiempo para cambiar de rumbo.

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"Ya casi estamos en la temporada electoral", expone David Axelrod, ex asesor principal de Obama. "En mi opinión, realmente no hay tiempo para el tipo de campaña en toda regla que se desea tener para examinar a los candidatos".

"Mi opinión sobre esto es que se trata de una cuestión académica", añade Axelrod. “Biden se postula y será el nominado. Esa es simplemente la realidad”.

—Con la contribución de Katy Stech Ferek.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal