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Los juegos de guerra de las 'Big Four': el efecto Popular en el contrato de la década
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Los juegos de guerra de las 'Big Four': el efecto Popular en el contrato de la década

El mundo del dinero encierra claves de poder y de intereses que explican el sentido de muchas operaciones y movimientos. Ibex Insider ofrece pistas para entender a sus protagonistas

Foto: Panorámica de las Cuatro Torres, en Madrid. (iStock)
Panorámica de las Cuatro Torres, en Madrid. (iStock)
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El juez José Luis Calama, de la Audiencia Nacional, no pudo tener más puntería la semana pasada. Y por partida doble. Por un lado, su auto sobre presuntas irregularidades en el Banco Popular llegó justo cuando visitaba España, uno de los principales gestores de su rescate europeo. Se trata de Dominique Laboureix, entonces responsable de resolver la entidad española y ahora jefe de la Junta Única de Resolución (JUR). El Confidencial publica hoy la entrevista que le realizó un día después de conocerse el auto

El auto también coincidió con el inicio de las entrevistas del Banco Santander con las cuatro grandes auditoras que compiten por llevarse el contrato de la década del Ibex 35. Una de ellas, PwC, actual auditora del primer banco español, era una de las señaladas por el auto del magistrado para sentarse en el banquillo por su labor en la revisión de las cuentas del Popular.

Esta Big Four (definición que comparte con Deloitte, KPMG y EY) ingresó la cifra récord de 132,9 millones de euros en 2023 por el contrato de Santander, unos números que ninguna otra compañía del Ibex 35 paga ni de lejos. De ahí que el auto de Calama llegara en el peor momento. Y que sus competidores quieran aprovecharlo, al menos algunos de ellos.

Fuentes próximas a Santander y PwC señalan que el auto de la Audiencia es provisional y forma parte de una fase intermedia del caso, de modo que no se puede dar por sentado ningún desenlace. PwC tiene a su favor el precedente reciente de Deloitte con Bankia, que marcó a esta firma y le hizo perder auditorías, y que finalmente fue declarada inocente. O el de Pescanova, por el que BDO fue condenada inicialmente, y absuelta por el Tribunal Supremo.

Foto: Ana Botín, presidenta de Santander, junto al ex CEO, José Antonio Álvarez, en la presentación de la compra del Popular, en 2017. (EFE/Fernando Villar)

De hecho, PwC presentó un recurso ante la Audiencia el pasado viernes en el que pide ser absuelta con base en la jurisprudencia que se ha ido dictando en el pasado con Pescanova, Bankia y otras empresas como Indra, CaixaBank o Repsol: "Como así se ha acreditado por PwC en fase de instrucción, los elementos tenidos en cuenta en estas resoluciones para justificar el sobreseimiento a favor de las sociedades mercantiles que se encontraban investigadas concurren en el supuesto que nos ocupa, por lo que la finalización favorable del proceso, en lo que a PwC se refiere, no puede ni debe posponerse a ulteriores fases, como ocurrió, por ejemplo, en el asunto Bankia", sostiene su abogado, Carlos Rubio.

Aun así, las fuentes consultadas reconocen que el auto de Calama no es la mejor carta de presentación para esta firma en el concurso de Santander. Algo que no ha pasado desapercibido entre sus rivales, y se han encargado de poner sobre la mesa. Esto es nuevo en el sector. Todas las firmas han tenido problemas por sus auditorías en algún momento, y sus competidores se han encargado de recordarlo cuando hay un contrato en juego. Deloitte tuvo el caso Bankia; KPMG ha tenido que afrontar turbulencias con DIA, ahora Grifols y, a nivel internacional, Silicon Valley Bank (SVB); y EY ha sido sancionado dos años sin auditar en Alemania por Wirecard.

placeholder La presidenta de Banco Santander, Ana Botín (d), y el consejero delegado, Héctor Grisi (i), en la presentación de los resultados de 2023. (Europa Press/Eduardo Parra)
La presidenta de Banco Santander, Ana Botín (d), y el consejero delegado, Héctor Grisi (i), en la presentación de los resultados de 2023. (Europa Press/Eduardo Parra)

Es en este contexto en el que comenzaron la semana pasada las entrevistas a las Big Four por parte de la Comisión de Auditoría del Santander, presidida por la consejera independiente Pamela Walkden.

Las fuentes consultadas sostienen que los cuatro candidatos están desplegando todo su potencial en las entrevistas, aunque entre ellos hay alguno que va de farol, y otros que están haciendo ver de cara al mercado que no están interesados en el contrato, cuando la realidad es la contraria. El sector es actualmente un tablero de ajedrez, que verá quién manejaba una mejor estrategia en los dos próximos meses, cuando se espera que se resuelva el contrato.

De los cuatro candidatos, el que parte a priori como favorito es PwC, que va a pelear con uñas y dientes por el contrato, y que parte con la ventaja de tener ya los equipos en funcionamiento y llevar ocho años siendo auditor de Santander.

Foto: Foto: EFE/José Coelho.

De las otras tres, en el sector ven con más apetito a KPMG y EY, y con ganas relativas a Deloitte, que centra gran parte de su negocio en la consultoría y que incluso perdería dinero si ganara el contrato de 133 millones anuales. En el caso de KPMG, lleva mucho tiempo con este contrato en el foco y en el de EY, también, aunque ya audita a BBVA, lo que podría jugar en su contra.

El juez José Luis Calama, de la Audiencia Nacional, no pudo tener más puntería la semana pasada. Y por partida doble. Por un lado, su auto sobre presuntas irregularidades en el Banco Popular llegó justo cuando visitaba España, uno de los principales gestores de su rescate europeo. Se trata de Dominique Laboureix, entonces responsable de resolver la entidad española y ahora jefe de la Junta Única de Resolución (JUR). El Confidencial publica hoy la entrevista que le realizó un día después de conocerse el auto

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