Es noticia
El jefe del fondo de rescate europeo, sobre Banco Popular: "Alguien tenía que pagar"
  1. Empresas
ENTREVISTA A LABOUREIX

El jefe del fondo de rescate europeo, sobre Banco Popular: "Alguien tenía que pagar"

El presidente de la JUR reconoce que el fondo que llevó a resolución el banco español en 2017 ha progresado mucho desde entonces y que la comunicación es vital en estos procesos

Foto: El presidente de la JUR de la Unión Europea, Dominique Laboureix, posa para El Confidencial en el Banco de España en Madrid. (A. B.)
El presidente de la JUR de la Unión Europea, Dominique Laboureix, posa para El Confidencial en el Banco de España en Madrid. (A. B.)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Dominique Laboureix (Saint-Mandé, Francia, 1963) es una de esas personas de las que ningún banquero quiere recibir una llamada, al menos en determinadas circunstancias. Este supervisor francés preside la Junta Única de Resolución (JUR), el mecanismo que se encarga de dirigir los rescates bancarios en Europa. Su labor es como la de un bombero. No se les presta demasiada atención hasta que son necesarios. Y su trabajo es determinante para que no haya víctimas en los incendios (coste para el contribuyente, en su caso) y para que estos no generen daños estructurales en los edificios (sistema financiero).

Laboureix atendió a las preguntas de este medio la semana pasada, en el marco de una visita a Madrid junto a la presidenta del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), la alemana Claudia Buch, con la que está haciendo un road show por las principales plazas europeas. El destino quiso que un día antes de su llegada, el juez José Luis Calama, de la Audiencia Nacional, dictara un auto advirtiendo de posibles delitos de la cúpula de Banco Popular. Este ha sido hasta el momento la mayor resolución de la JUR, que recayó sobre los hombros del supervisor francés: "Si me pregunta, ¿no pensaron en los daños colaterales? Sí, de hecho, pero es una crisis. [...] Si un banco quiebra, es porque hay pérdidas en alguna parte, y alguien las tiene que pagar".

Pregunta (P). ¿Cómo ha ido su visita a Madrid junto a la presidenta del MUS, Buch?

Respuesta (R): La estructura de la visita es siempre la misma. Lo que nos importa es mostrar que la unión bancaria es una realidad, que estamos viniendo, hablando y dialogando con los banqueros, con el personal de las autoridades, con el ministro de Economía, etc.

placeholder Foto: A. B.
Foto: A. B.

P. ¿Está más o menos preocupado que antes de las reuniones?

R. Ni lo uno ni lo otro. Nuestro trabajo es estar preocupados. Se trata de comprobar la resiliencia de los bancos, de sus riesgos, de la estabilidad financiera y los riesgos potenciales, y cómo abordarlos. Es la mejor manera posible de preservar la estabilidad financiera sin coste para los contribuyentes, la definición de resolución. Así que, pues no, no estoy particularmente preocupado. Detrás de la pregunta veo la idea de cómo está el sector bancario español, y lo que puedo decir es que hoy el sector bancario español está en buena forma hoy en día, en comparación con hace algunos años. Hoy tenemos un sector bancario mucho más resiliente que antes, con beneficios elevados, que son el primer amortiguador, y una gran capacidad de absorción de pérdidas. Pero no es motivo para caer en la autocomplacencia, obviamente, porque los riesgos están cambiando. Y tenemos que estar atentos.

"Hoy el sector bancario español está en buena forma en comparación con hace algunos años"

P. ¿Les ha dado algún mensaje especial a los banqueros españoles?

R. El mismo que les estoy dando a ustedes: la resiliencia de hoy no es garantía para mañana. Es un muy buen punto de partida, pero tenemos que estar atentos. Hemos visto hace poco cómo las condiciones de una crisis pueden cambiar rápidamente, como en 2023. Hubo falta de confianza con respecto a algunos bancos específicos, como Silicon Valley Bank (SVB) o Credit Suisse, con fugas de depósitos. Esos bancos no estaban muy bien preparados, pero aunque lo estemos, eso no significa que no pueda haber crisis. Por eso tenemos que estar aún más preparados mañana de lo que estamos hoy.

La buena noticia es que todos los bancos cumplen ya el MREL [colchón interno para asumir pérdidas] y que hemos recaudado de los bancos 78.000 millones de euros para gestionar cualquier posible crisis. El fondo está disponible mañana por la mañana si fuera necesario. Y los mecanismos están en su lugar. Así que ahora la pregunta es si estamos preparados para enfrentarnos al nuevo tipo de riesgos que se avecinan: crisis de confianza repentina, riesgos reputacionales o incluso cibernético.

"Hoy los bancos han empezado a implementar lo que llamamos las expectativas bancarias"

P. ¿Está más preocupado por alguno de estos riesgos?

R. Lo que llama la atención, desde mi punto de vista, es que hay un nivel creciente de incertidumbre. Proviene de la geopolítica, la fragmentación y de estos nuevos riesgos. Y como hemos visto, hemos pasado por una serie de eventos sin precedentes desde 2020. ¿Quién podía imaginar una pandemia en aquellos días? Luego, inmediatamente después, tuvimos una crisis financiera tradicional procedente de las entidades no bancarias, como Greensill y Archegos. Y luego tuvimos la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la crisis energética. Por lo tanto, hemos pasado por tiempos sin precedentes de todo tipo de crisis. Y de nuevo, volviendo a mi primer punto, hemos visto fortaleza dentro del sistema.

P. ¿Qué habría pasado en Europa con un SVB?

R. En primer lugar, Silicon Valley Bank no podría haber duplicado su balance en menos de un año porque los supervisores le habrían pedido explicaciones. No habría podido desarrollar un modelo de negocio tan extraño: el 90% de los depósitos se podían retirar de un día a otro. No se habría aceptado. E incluso si se hubiera aceptado, les habríamos pedido que tuvieran más capital y liquidez. Tampoco estaban preparados para pignorar sus garantías en la Reserva Federal, porque no se habían desarrollado los canales para ello. Así que podemos decir que no podría haber habido un SVB en Europa por la regulación y supervisión. Además de eso, habríamos pedido a este banco que empezara a desarrollar su resiliencia con una mayor capacidad de absorción de pérdidas, algo que están estudiando ahora las autoridades de EEUU para los bancos con más de 100.000 millones de dólares de balance. Aquí en Europa estamos aplicando las mismas normas para todos los bancos, con sujeción a la proporcionalidad, pero las mismas normas sea cual sea el tamaño del balance [dentro de una reforma denominada CMDI].

placeholder Interior de la sede del Banco de España en Madrid, donde tuvo lugar la entrevista. (A. B.)
Interior de la sede del Banco de España en Madrid, donde tuvo lugar la entrevista. (A. B.)

P. ¿Hay algún campo concreto en el que crea que tienen que mejorar los bancos españoles?

R. Hoy los bancos han tomado una serie de medidas para reconstruir su resiliencia, su capacidad de absorción de pérdidas, y han empezado a implementar lo que llamamos las expectativas bancarias, que es una larga lista de elementos. No basta con tener recursos para absorberlos en una crisis, sino que debemos asegurarnos de que estos recursos estén bien identificados y valorados. No basta con tener una olla llena de oro. Tenemos que poder usar la olla de oro.

P. La JUR tiene que convivir con los antiguos rescates de la última crisis. En España, el Estado tiene una participación en CaixaBank (derivada de Bankia), por ejemplo. Desde el punto de vista de la resolución, ¿es bueno, malo o neutro?

R. No quiero comentar sobre casos específicos. Tener un organismo público en el capital de un banco es completamente neutral en cuanto a la resolución. Eso significa que este accionista debe saber que, si hay una crisis, lo primero que haremos es absorber las acciones, incluidas estas.

"No podría haber habido un caso como el de Silicon Valley en Europa"

P. Pero, por ejemplo, en el caso del Banco Popular, la JUR siguió la ruta fijada de resolución y, en el caso de algunos bancos italianos, otra ruta diferente. Podría explicarse por la posición del gobierno español en ese momento y la del italiano. Por lo tanto, el hecho de que el Gobierno tenga capital en el banco, ¿podría interferir en la neutralidad?

R. Entiendo lo que quieres decir, pero no es la realidad. Banco Popular estaba en graves dificultades. Y era el quinto o sexto banco de España, por lo que era una institución sistémica. Así que nos preguntaron si era de interés público intervenir, y vimos que sí. En relación con los bancos venecianos, y basándonos en la legislación que tenemos hoy y que teníamos en ese momento, vimos que no. No eran de los cinco mayores bancos del país, eran bancos locales. Por lo tanto, no eran sistémicos. Así que decidimos no intervenir y dejar que fueran a liquidación. En ese momento, el Estado italiano dijo que existía un riesgo para la región, y por eso la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea aceptó ayudas en liquidación. Es decir, hubo un apoyo público a la liquidación de estos dos bancos. Ahora, la CMDI propone exactamente abordar este tipo de casos, para que un banco más pequeño pueda ser sistémico a nivel regional. En ese caso, habríamos considerado que los bancos venecianos lo eran y, sin duda, habríamos tomado una decisión de resolución.

P. Siguiendo esta idea, hay gente que considera que España fue inocente al llevar a Banco Popular a resolución, y que ningún otro país seguirá el mismo camino. ¿Qué les diría?

R. De nuevo, no quiero comentar sobre casos precisos. Pero lo que diría es que aquí no hay ingenuos o astutos, o lo que sea. No consiste en eso, sino en la estabilidad financiera. ¿Mantuvimos la estabilidad financiera al asumir los riesgos de resolver Banco Popular? Evidentemente sí. Tras la venta a Santander, los clientes de Popular podían acceder a sus sucursales, podían retirar dinero de los cajeros automáticos. Y las réplicas de la crisis en España o Europa fueron próximas a cero. Mi misión es implementar medidas para preservar la estabilidad financiera sin coste alguno para el contribuyente. ¿Pagó el contribuyente español un euro por esta crisis? No. Así pues, se cumplieron las dos condiciones. No niego que los accionistas y los acreedores subordinados hayan perdido su dinero. Pero, ¿qué alternativa había? ¿La liquidación? En ese caso, habría provocado otras consecuencias en términos de estabilidad financiera, de confianza en el sistema bancario. Porque la tercera opción que tienen en mente es el rescate público, y ya no está permitido por el marco legal europeo.

"Lo que hicimos con Popular fue legalmente sólido, fuimos demandados y la justicia nos está diciendo que fue lo correcto"

De nuevo, comparándolo con los bancos venecianos, una ayuda para la liquidación es para hacer desaparecer el banco. ¿Y cuál es la diferencia entre liquidación y resolución? Si tienes una cuenta bancaria en un banco, llamémosle Goya Bank, y quiebra. ¿Qué pasa en resolución? Encuentro la solución para vendérselo a otra entidad y abrirá mañana por la mañana. En liquidación, los clientes recuperarán los depósitos cubiertos después de siete días. El banco cierra sus puertas, así que durante esos primeros siete días, necesitará ayuda de su familia y amigos. Por eso creemos que podemos aportar valor preservando la estabilidad financiera.

P. Al margen de estas ideas, ¿hay alguna lección aprendida de la resolución de Banco Popular? Algo que diga: la JUR podría haberlo hecho mejor en ese caso. Tal vez problemas de comunicación o transparencia, por ejemplo.

R. Fue en 2017. Y ahora estamos en 2024. Hemos avanzado mucho en términos de entender la gestión de la crisis para evitarla en la medida de lo posible, y si ocurre, estar más preparados. Pero francamente, lo que hicimos fue legalmente sólido. Fuimos demandados por varios accionistas y bonistas. Y por el momento, decisión tras decisión, el Tribunal General de Luxemburgo y el Tribunal de Justicia nos están diciendo, paso a paso, que lo que hicimos fue exactamente lo correcto desde un punto de vista jurídico. Así que hicimos lo que teníamos que hacer para empezar a preservar la estabilidad financiera. Y respetamos plenamente el marco legal. Y no soy yo quien dice eso. Son los tribunales, los tribunales europeos. Si me pregunta, ¿no pensaron en los daños colaterales? Sí, de hecho, pero es una crisis. Un banco está desapareciendo. ¿Quién dijo que la crisis debería ser gratuita? Ahora son los accionistas y los acreedores del banco quienes deben pagar. Si un banco quiebra, es porque hay pérdidas en alguna parte, y alguien las tiene que pagar.

placeholder Foto: A. B.
Foto: A. B.

P. Algunos de los afectados afirman que algunos actos de comunicación de la JUR, como una entrevista con Bloomberg, agravaron el problema...

R. No quiero hacer comentarios sobre ello. Me referiré a otro ejemplo, el de Credit Suisse. Lo que sí les puedo decir es que la comunicación es clave. Las autoridades suizas decidieron aplicar la decisión de organizar una venta privada a UBS con cierto apoyo público. Pero no se comunicaron lo suficiente con algunas autoridades. Sí lo hicieron con las autoridades a cargo de las mayores filiales de Credit Suisse, pero no con el resto, a pesar de la presencia sistémica de este grupo. Y la quiebra de Credit Suisse podría haber provocado réplicas en otros lugares. Por eso creo que esta es una buena lección para mejorar como mínimo la comunicación entre la comunidad de autoridades y, luego, hacia el mundo exterior.

P. Un tribunal español, ante el que usted declaró como testigo, dijo el lunes pasado que Popular tenía problemas de solvencia y que sus gestores mintieron al mercado, algo contrario a la versión dada por la JUR y el BCE en la resolución, ¿qué dice al respecto?

R. Prefiero no hacer comentarios sobre las decisiones judiciales, no formo parte de ellas.

Sobre el fondo de garantía europeo: "Solo se trata de confianza, soy optimista por naturaleza"

P. Cambiando de tema. El tercer pilar de la unión bancaria, el fondo de garantía europeo (EDIS), ¿cuánto de necesario es? Usted dice que el sistema está protegido y que estamos mejor que hace diez años, ¿podríamos arreglárnoslas sin el EDIS?

R. No he cambiado de opinión. Hace más de diez años dije que lo necesitábamos, y lo sigo diciendo. Es necesario para ofrecer una especie de garantía global. Tenemos un mecanismo de supervisión único, tenemos un mecanismo único de resolución, y tenemos un sistema único para garantizar los depósitos al nivel de la unión bancaria. Así que sí, necesitamos encontrar soluciones para garantizar a nuestros ciudadanos que, cuando son clientes de los bancos, están protegidos en el sentido de que hay una buena supervisión y existen mecanismos de resolución. Y si vamos a la liquidación, hay suficiente dinero. Solo se trata de confianza. Soy optimista por naturaleza. Estoy seguro de que llegará un día en que volverá a ponerse sobre la mesa el EDIS, porque es absolutamente necesario aportar este elemento que falta, cerrar la brecha de la unión bancaria.

P. ¿Hay alguna alternativa, un plan B, para el caso de que EDIS no se apruebe nunca? ¿O cada país tendrá que buscar su solución?

R. Por el momento, como sistema, tenemos los fondos de garantía de depósitos, cubiertos por una directiva, que dice que cada cliente está protegido en 100.000 euros por banco. Por eso pedimos a cada sistema bancario nacional que recaude el 0,8% de los depósitos cubiertos. Así que ahora la pregunta es qué pasa si llega una crisis y no hay suficiente dinero para reembolsar los depósitos garantizados. En tal caso, debería establecerse un acuerdo de financiación alternativa, entre el fondo de garantía y el erario público. Existen diferentes posibilidades según los países. Aquí es exactamente donde el EDIS podría ofrecer una solución diferente diciendo: si no hay suficiente dinero, pregunta a otros fondos de garantía para cubrir lo que falta y proteger al erario público. Si hay un gran caso de liquidación con una gran cantidad que reembolsar, podría darse una situación en la que el fondo de garantía sea insuficiente y en la que el Estado, con dinero público, esté obligado a pagar la factura restante. Esta semana se ha publicado un informe que sugiere limitar el tercer pilar a un apoyo a la liquidez. Es decir, si a un fondo de garantía le falta dinero, los demás fondos se lo dan, pero como un préstamo, no participando en el coste final. Este es el primer paso. Hay pasos adicionales que conducen a la mutualización plena, pero hay un punto político por el que, digamos, los alemanes no quieren pagar por los bancos italianos. En cualquier caso creo que cada paso en esta dirección es positivo, pero lleguemos al final del proceso cuanto antes.

placeholder Dominique Laboureix. (A. B.)
Dominique Laboureix. (A. B.)

P. ¿Cómo va la aprobación de la CMDI?

R. Quizás no estemos lejos de un acuerdo. Crucemos los dedos. La parte controvertida de la propuesta busca ampliar el alcance de una resolución a los bancos sistémicos regionales. Desde mi punto de vista, hay muchos malentendidos en este punto. Uno de ellos es que si decidimos que estos bancos vayan a resolución, no pagarán el mismo precio que los demás, sino que les daremos mejor acceso a los recursos comunes después de haber cometido errores. Este es el tipo de cosas que estoy oyendo. Y no es la realidad. La realidad es que si decidimos que, digamos, los bancos venecianos deberían ir a resolución, en ese caso, les pediremos que construyan su resolubilidad, su resiliencia, como a Santander, BNP Paribas o UniCredit. Eso significa que les pediremos que desarrollen su capacidad de absorción de pérdidas, que desarrollen su manual de estrategias de bail-in [que asuman pérdidas accionistas y acreedores]... El objetivo de la propuesta de CMDI es tratar de implementar decisiones exitosas y no quedarse atrapado al final porque no se han alcanzado todos los umbrales.

Entonces, ¿cuáles son las posibilidades de éxito de CMDI? Permítanme decir que la presidencia española fue muy útil para construir los pasos preliminares, pero no pudo llegar a un acuerdo. Y ahora la presidencia belga está avanzando. Creo que ayer [por el pasado martes] hubo una preselección de los temas pendientes del Parlamento. No estamos tan lejos entonces. Una vez que haya acuerdo en el Parlamento y el Consejo por separado, tienen que llegar a pacto acuerdo entre ellos.

P. ¿Antes de las elecciones?

R. No, la idea sería llegar a un nivel suficiente de acuerdo a nivel del Consejo y Parlamento, y que luego lo retomen el nuevo Parlamento, la nueva Comisión. Si parten de posiciones consensuadas, será más fácil.

Dominique Laboureix (Saint-Mandé, Francia, 1963) es una de esas personas de las que ningún banquero quiere recibir una llamada, al menos en determinadas circunstancias. Este supervisor francés preside la Junta Única de Resolución (JUR), el mecanismo que se encarga de dirigir los rescates bancarios en Europa. Su labor es como la de un bombero. No se les presta demasiada atención hasta que son necesarios. Y su trabajo es determinante para que no haya víctimas en los incendios (coste para el contribuyente, en su caso) y para que estos no generen daños estructurales en los edificios (sistema financiero).

Banca Banco de España Bruselas
El redactor recomienda