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La primera reunión del BCE en 14 meses en que nadie sabe si subirá tipos tensa el mercado
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ENTRE LA INFLACIÓN Y EL RIESGO DE RECESIÓN

La primera reunión del BCE en 14 meses en que nadie sabe si subirá tipos tensa el mercado

Después de nueve subidas consecutivas, el mercado duda de si el banco central podría tomarse una pausa

Foto: La presidenta del BCE, Christine Lagarde. (EFE/Ronald Wittek)
La presidenta del BCE, Christine Lagarde. (EFE/Ronald Wittek)
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Por primera vez en varios años, el mercado no tiene ni idea de cuál será la decisión del Banco Central Europeo (BCE), que telegrafió durante mucho tiempo sus decisiones, hasta dejar de aportar una guía en los últimos meses. Esta vez, los inversores se dividen entre una subida adicional de 25 puntos básicos, una pausa hasta octubre, cuando apretaría el gatillo por última vez, o si los tipos estarán ya en su techo en el 4,25%.

Para llegar a este punto, la institución que preside Christine Lagarde ha subido los tipos en nueve reuniones consecutivas. La primera fue de 50 puntos básicos, después llegaron dos de 75 puntos básicos, otras tres de 50 puntos básicos y las tres últimas, de 25 puntos básicos. El tipo de operaciones principales de financiación está en el 4,25%, el de facilidad marginal de crédito, en el 4,5%, y el de facilidad de depósito, que es con el que se remunera la liquidez de la banca y que para muchos expertos es ahora el nivel clave, en el 3,75%.

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE. (Reuters/Pfaffenbach)

En todos los casos, están en el punto más alto de la joven historia del BCE. La autoridad monetaria estuvo en el consenso de los grandes bancos centrales a finales de 2021, con los tipos en mínimos, de que el aumento repentino de la inflación era algo transitorio tras el covid. Después llegó la guerra de Ucrania y la inflación se aceleró y se convirtió en estructural, con los temidos efectos de segunda ronda (inflación que genera inflación) y el IPC subyacente (sin energía ni alimentos perecederos) tan alto como el general, por encima del 5% en los últimos meses.

Nunca se sabrá si el BCE y otros bancos centrales como la Reserva Federal (Fed) en Estados Unidos tenían razón con lo de que la inflación era transitoria si Rusia no hubiera invadido Ucrania. Lo que está claro es que el BCE fue el último en endurecer su discurso, y también el que más está tardando en relajarlo, aunque ya en la reunión de julio hubo síntomas de ser menos hawkish (como se conoce al sesgo de endurecer la política monetaria), por celebrar que las expectativas de inflación se están moderando.

Una reunión clave

Lagarde siempre ha insistido en que el camino no está hecho, tratando de dejar la puerta abierta a que puede haber más subidas. La reunión de este jueves es clave en este sentido, porque hay muchas dudas en el mercado. Hace una semana, los futuros cotizaban con una probabilidad implícita a una subida del 33%, y a principios de esta semana ya era el 40%. Los operadores ya apostaban en un 68% a una subida este miércoles, según Bloomberg.

Aunque los tipos de interés están más altos que nunca, no ocurre lo mismo con los reales (descontando la inflación), debido a que la inflación sigue muy por encima del objetivo del 2%. En agosto sorprendió negativamente, al mantenerse en el 5,3%, igual que en julio, pero se descontaba una reducción. La subyacente se situó en el mismo nivel que la general.

Esto podría indicar que el BCE tiene margen para subir tipos más veces, pero hay más indicadores que dicen lo contrario. El banco central ha buscado reducir la actividad económica para desacelerar la inflación a través de la demanda, y esto lo ha conseguido. Podría incluso pasarse de frenada, dado que los indicadores industriales como el PMI manufacturero han hecho saltar las alarmas al apuntar a contracción, y cada vez hay más consenso en que la eurozona no se va a librar de una recesión, pese a la resiliencia que aún muestran el mercado laboral o el sector servicios. Las dudas están en torno a si será una recesión técnica o será algo más severa.

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE. (EFE/Wittek)

Junto a la propia decisión de tipos, es muy importante la actualización de previsiones económicas de este jueves. Las últimas apuntaron a una inflación media del 5,4% en 2023, del 3% en 2024 y del 2,2% en 2025. Habrá que ver si se mantienen, mejoran o empeoran, porque estas nuevas proyecciones serán clave para adelantarse a las próximas decisiones del BCE, que últimamente no está publicando una guía hacia adelante —forward guidance—.

El BCE ha insistido en las últimas reuniones en que los niveles de tipos serán restrictivos durante un periodo prolongado. La autoridad monetaria quiere preparar el mercado para un contexto de tipos más altos que en la última década. Es decir, aunque los tipos hayan tocado techo o estén a 25 puntos básicos de hacerlo, no van a recular pronto.

El BCE ha insistido en las últimas reuniones en que los niveles de tipos serán restrictivos durante un periodo prolongado

Si esto es así, y las expectativas de inflación aciertan en que esta se modera, los tipos reales entrarán en positivo pronto y tenderán hacia el 2%. Cada vez que se ha alcanzado este nivel en la eurozona, el área monetaria ha entrado en recesión. No parece que esta vez pueda ser diferente si la política del BCE sigue siendo restrictiva, aunque algunas casas de inversión ya apuestan por que el banco central iniciará una lenta y prolongada senda de reducciones de tipos a partir de la segunda mitad de 2024.

Por ahora, el futuro del euríbor a tres meses, que es el indicador más próximo que usan los expertos para calibrar las expectativas del mercado sobre el tipo de facilidad de depósito, apunta a que apenas se moverá este año, y que el indicador interbancario descenderá hasta niveles del 3,3% el año que viene.

Por primera vez en varios años, el mercado no tiene ni idea de cuál será la decisión del Banco Central Europeo (BCE), que telegrafió durante mucho tiempo sus decisiones, hasta dejar de aportar una guía en los últimos meses. Esta vez, los inversores se dividen entre una subida adicional de 25 puntos básicos, una pausa hasta octubre, cuando apretaría el gatillo por última vez, o si los tipos estarán ya en su techo en el 4,25%.

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