La bolsa aparca el avance del virus y firma la mejor semana desde el inicio de la crisis

Semana para la esperanza en las bolsas occidentales. Es mucho lo que tienen que recuperar pero, al menos, han logrado poner fin a cinco semanas consecutivas de fuertes caídas. De hecho, se trata del mejor periodo desde el 7 de febrero, antes de que estallara la crisis sanitaria en Europa el fatídico fin de semana del 23 en Italia. Y es que, por fin, las autoridades monetarias y, sobre todo, los gobiernos, han logrado convencer a los inversores de que están dispuestos a hacer lo que sea necesario para afrontar el fuerte impacto que va a tener en la economía el parón total como consecuencia de las medidas de confinamiento.

Aunque la semana comenzaba en negativo, la caída del 3% que firmaba el Ibex 35 al cierre era esperanzadora, teniendo en cuenta que venía de cinco jornadas de volatilidad extrema que se saldaron con apenas un 2,8% de descenso gracias a las últimas dos en positivo. En este sentido, la cierta estabilidad que mostró el lunes, sin grandes vaivenes, abría la puerta a pensar en la posibilidad de que lo peor ha podido pasar o, dicho de otro modo, que el mercado ya ha puesto en precio el peor de los escenarios posibles.

Pero las ventas del lunes, después de que nuevamente la Reserva Federal saliera al paso el domingo asegurando un apoyo sin límites, demostraban que los inversores continuaban recelosos. Donald Trump no había conseguido el acuerdo en el Congreso para dar luz verde a su megaplan de rescate de 2 billones de euros y el mercado se empezaba a impacientar con la pandemia ya sacudiendo también a Estados Unidos.

Sin embargo, el martes las noticias que se iban filtrando por parte de demócratas y republicanos apuntaban a que el acuerdo estaba cerca y los inversores recuperaban cierto apetito por el riesgo. Tanto es así que, sin que hubiera aún un acuerdo sobre la mesa, el Dow Jones de Industriales protagonizaba la mayor subida desde 1933, cerrando el martes con un repunte del 11,3%. Optimismo que horas antes ya había contagiado a las bolsas del Viejo Continente catapultando al Ibex un 7,8%, su mayor repunte desde 2010.

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Desde ese momento, el resto de la semana ha ido rodada en lo que a mercados se refiere. Y es que el dramático avance de la pandemia y su contagio a la economía, a un lado y al otro del Atlántico, no se ha ido reflejando en el ánimo de los inversores. Tres jornadas de rally que llevaban al Dax a vivir la mayor subida de su historia, al Ibex a dispararse un 12,8% y recuperar los 7.000 puntos que tenía antes de la declaración del estado de alarma y al Dow Jones a salir del mercado bajista, el más corto de su historia, tras recuperar un 20% desde sus últimos mínimos.

Malos datos y previsiones

Eso a pesar del goteo de análisis y datos sobre el deterioro de previsiones económicas y del fuerte incremento del paro en los países más afectados. Por lo hablar de la extensión de las medidas de confinamiento, no solo en España, hasta el 11 de abril, sino en Francia, Reino Unido, Alemania... y algunos de los estados más importantes de EEUU como Nueva York. De hecho, en la primera economía del mundo, las peticiones semanales de subsidios por desempleo registraron una subida histórica con 3,3 millones de solicitudes.

Lo más importante es que se confirme nuestra estimación de que las bolsas se estabilizan en marzo para consolidar y rebotar en abril

Se ha llegado a un punto en el que es posible que "el mercado interpreta positivamente los datos malos porque entiende que llevarán a adoptar más estímulos. Lo vimos ayer con el pésimo Paro Semanal americano. Es de lo mejor que podría suceder para la reacción de las bolsas en el corto plazo", aseguran desde el equipo de análisis de Bankinter. "Incluso Powell (Fed) consigue acertar con sus declaraciones, consiguiendo que se le crea cuando dice que la Fed dará el respaldo que sea preciso. El tono vira a mejor, pero aún habrá días malos. Lo más importante es que se confirme nuestra estimación de que las bolsas se estabilizan en marzo para consolidar y rebotar en abril", afirman.

Pero no solo las bolsas, la renta fija también ha sido protagonista esta semana, especialmente durante la sesión de jueves cuando todas las referencias europeas, especialmente las de mayor riesgo, vivían un rally espectacular.

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No en vano, no solo ese día el BCE empezaba a comprar activos dentro de su programa anti-Covid-19, sino que lo hacía sin restricciones. Esto provocó que referencias como el dos años español se disparara más de un 200%, que el tres años y el cinco años volvieran a rentabilidades negativas o que la prima de riesgo descendiera de la cota psicológica de los 100 puntos básicos.