El Ibex 35 cierra al filo de los 9.000 puntos tras el golpe de los datos macroeconómicos

Las débiles cifras de crecimiento han asustado a los inversores. Tras una publicación del dato del PIB a cierre de 2018, el Ibex 35 ha cerrado con una pérdida del 0,12% hasta quedarse al borde la cota psicológica de los 9.000 puntos, arrastrado, sobre todo, por el peso de los bancos, valores más expuestos al ciclo económico y golpeados este jueves por una serie de noticias clave, como la posible fusión entre Commerzbank y Deutsche Bank. Y es que, por si fuera poco, en EEUU la Fed ha dado otro paso más hacia una moderación de la normalización de la política económica —lo cual afianza el retraso de expectativas de subida de tipos, un tema especialmente sensible para el sector financiero—.

El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) confirmó lo ya temido: la economía se estanca. Lastrado por el frenazo del comercio mundial, (y por tanto en línea con lo ocurrido en Europa de forma generalizada), creció un 2,5% en el conjunto del año, lo que significa un avance de cinco décimas infrerior a lo registrado en 2017 y el peor dato desde 2014.

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Tras esta cifra, los bancos del Ibex 35, de importante capitalización dentro del selectivo, se dejan más de un 1% en bolsa. Los que más han perdido han sido el Sabadell y Bankinter, que han cerrado con una pérdida del 2,83% y 2,38%, respectivamente. Les siguen CaixaBank y BBVA, que a su vez han retrocedido un 1,73% y 1,67% este jueves, mientras que a la cola de la fila se han quedado el Santander (-1,6) y Bankia (0,97%). Fuera del Ibex 35, Liberbank estuvo subiendo en bolsa tras presentar resultados de cierre de 2018 pero al final ha cerrado con un descenso del 1,2%.

Y es que las caídas están siendo generalizadas en el 'Viejo Continente', que también ha publicado sus propios resultados de crecimiento este jueves y ha sufrido datos tan duros como la confirmación de recesión técnica en Italia. Mientras el Eurostoxx ha caído un 0,2%, el CAC un 1% y el DAX ha terminado cerrando la sesión plano. La bolsa de Milán ha llegado a retroceder por encíma del 1% pero al final se ha quedado en una cifra negativa del 0,2%.

"Fundamentalmente, hay dos razones de peso que están penalizando mucho a los bancos hoy", explica Aitor Méndez, analista de IG. "Por un lado, la entrada en recesión de Italia. La banca española es una de las más expuesta al país transalpino y si miras hoy al FTSE MIB, todos las entidades de crédito italianas se desploman hoy más de un 4%, y llegan incluso a rozar el 7% en algunos casos. Los bancos españoles, grandes tenedores de obligaciones italianas, responden siempre de una forma muy acusada a las crisis diversas de Italia", matiza.

"Por otra parte, están las dificultades de Deutsche Bank y los rumores de fusión con el Commerzbank", añade Méndez. "La primera cae más de un 4% en estos momentos, y la segunda más de un 6,5%. Hoy Bloomberg ha vuelto a agitar el avispero con una información que dice que la operación se cerrará a mediados de año si no prosperan el resto de alternativas que tiene la entidad germana". Y es que, tal como matiza el analista "la insistencia del BCE en mantener los tipos en el cero absoluto (0,00%) viene penalizando con severidad a la banca y los ahorradores germanos y la fusión de estos dos (en su momento) grandes bancos es leída por el mercado como un síntoma de fracaso y debilidad que como un movimiento estratégico".

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Al otro lado del 'charco' las bolsas neoyorquinas todavía están despertando. Tras el drástico cambio de tono de la Reserva Federal del miércoles, en la que la entidad presidida por Jerome Powell ratificó dar una pausa en su calendario de incrementos de los tipos de interés, los analistas esperaban aplausos en los mercados estadounidenses. Sin embargo, el Dow Jones cotiza plano el S&P 500 avanza casi un 1%.

Apenas el Nasdaq llega a subir un contundente 0,8%, aupado especialmente por los resultados de las tecnológicas de más peso. Por ejemplo, tras presentar sus resultados de cierre del ejercicio, Facebook se dispara un 12% tras demostrar su capacidad de superación (la compañía había lanzado un 'profit warning' a medio año) y registrar un beneficio récord.