Es noticia
Siempre al revés: compramos bolsa en máximos y vendemos en mínimos
  1. Mercados
Todo lo contrario hacen los buenos gestores

Siempre al revés: compramos bolsa en máximos y vendemos en mínimos

Al revés que con los productos de consumo, es curioso que en bolsa preferimos comprar cuando los precios han subido, cuando están más ‘caros’, que cuando se han desplomado

Foto: Caídas en bolsa
Caídas en bolsa

Como si se fuera a acabar el mundo. Hace justo un año, a estas alturas, los mercados atravesaban un pesimismo atroz, con caídas casi a diario. La velocidad de los descensos asustaba y además los temores parecían serios.

Se rumoreaba que uno de los mayores bancos europeos estaba en serios problemas de solvencia; se temía graves problemas en las reservas de divisas en China; las materias primas habían tocado mínimos; la Fed había empezado a subir tipos y había inquietud por el fin de los estímulos… Todo negro y precios por los suelos.

¿Qué hicieron los inversores particulares en este contexto? En España, salir en desbandada. Al menos, eso es lo que refleja la diferencia entre entradas y salidas de dinero en los fondos de bolsa de gestoras española. Así se puede ver en este gráfico que hemos elaborado en Finect, la red social de finanzas, donde se relaciona la evolución de estos flujos con la del Ibex, el índice de referencia en España.

Como se puede ver, en sólo dos meses, enero y febrero, huyeron más de 1.000 millones de euros de estos productos, según los datos de Inverco, la asociación del sector (contando también los fondos de renta variable mixta). Durante los dos meses siguientes, los índices se recuperaron con fuerza, pero el dinero seguía saliendo, el susto seguía en el cuerpo.

Sólo volvieron las entradas en mayo, justo después de que el Ibex recuperara cerca de un 20% en apenas unas semanas hasta rozar máximos anuales. El problema es que esta nueva llegada de suscripciones se produjo otra vez tarde, justo antes de …. ¡Exacto! Un nuevo desplome del mercado, el registrado en junio por el Brexit, que llevó a las bolsas a nuevos mínimos y a una nueva espantada de dinero. ¿Y qué paso entonces?

Otra vez feroz huida de dinero, con salidas récord en el mes, como explicaba Álvaro Cubero, de Intermoney Gestión, en la carta a inversores en su grupo en Finect. “El Brexit provocó una venta masiva e indiscriminada de compañías durante tres días, generando unas oportunidades de inversión muy razonables. En este corto periodo de tiempo, daba la sensación de que colapsaba la economía europea y la eurozona se desintegraba”.

Sin embargo, la realidad fue que “poco más de dos meses después, un gran número de compañías habían recuperado el nivel preBrexit, o incluso cotizaban por encima de dicho nivel”, explica Cubero. Y sólo entonces, sólo cuando ya se había producido la recuperación, los inversores españoles volvieron a entrar de nuevo en fondos de bolsa, como se ve en el gráfico. Es decir, sufrieron el desplome pero se perdieron la recuperación. Otra vez.

Pensamos que el pánico seguirá para siempre y no queremos que nos pille dentro. Y viceversa

¿Y no será casualidad? ¿No será que precisamente por estas ventas cae y por las compras sube? El propio gráfico niega esta posibilidad. Sobre todo en los momentos de subidas tras los pánicos, cuando los índices rebotan con fuerza a pesar de que el dinero sigue saliendo de los fondos de bolsa.

Se trata de cifras que confirman lo que todos tememos: los inversores particulares siguen entrando en mercado cuando las bolsas están en máximos, cuando ya les queda poco recorrido y hay mayor riesgo de caídas, y salir en mínimos, cuando la peor parte de las caídas ya se ha producido.

Al revés que con los productos de consumo, es curioso que en bolsa preferimos comprar cuando los precios han subido, cuando están más ‘caros’, que cuando se han desplomado, que es cuando menos estamos pagando por los beneficios empresariales.

La costosa ilusión de predecir el futuro

Esto es porque tendemos a proyectar la situación del momento hacia el futuro. Es decir, pensamos que el pánico seguirá para siempre y no queremos que nos pille dentro. Y viceversa, cuando los precios ya han subido durante algún tiempo nuestra mente proyecta que ese estado persistirá, que podremos vender más caro aunque ya hayan subido mucho.

Todo lo contrario de lo que hacen los buenos gestores de fondos, que precisamente se dedican a encontrar buenas compañías baratas, aunque en ese momento el mundo haya entrado en pánico, y a venderlas cuando están caras, aunque no sea en máximos del ciclo. “El último euro que lo gane otro”, decía el pasado jueves a sus inversores Beltrán de la Lastra, de Bestinver.

“Comprar barato es, en la mayoría de las ocasiones, una garantía de éxito”, comentaba en su carta anual Iván Martín, de Magallanes Value. “Esto es fácil de entender pero difícil de implementar. Comprar barato no es sinónimo de beneficios inmediatos y casi siempre implica la toma de decisiones poco populares. Es por eso que muchos inversores no poseen el temperamento adecuado para llevarlo a cabo”, añadía.

Comprar barato no es sinónimo de beneficios inmediatos y casi siempre implica la toma de decisiones poco populares. No todo el mundo vale

El consejo de los gestores de Buy & Hold es claro: “Cuando gestiones tus ahorros, no adoptes estrategias basadas en la predicción de eventos macroeconómicos o políticos. Primero porque resulta dificilísimo acertar y segundo porque, aunque aciertes en la predicción, no garantiza que aciertes también en la reacción de los mercados”, explica citando la victoria de Trump.

¿Entonces? “Concéntrate solamente en el análisis y selección de valores y empresas concretas con buenos fundamentales que en cualquier situación (alcista o bajista) lo harán mejor que el mercado”, sentencian.

Nada nuevo, puro sentido común… Ese que dicen, con tanta razón, que es el menos común de los sentidos.

Como si se fuera a acabar el mundo. Hace justo un año, a estas alturas, los mercados atravesaban un pesimismo atroz, con caídas casi a diario. La velocidad de los descensos asustaba y además los temores parecían serios.

Inversores Ibex 35 Brexit Reserva Federal Inverco Bancos europeos Bolsas Renta variable
El redactor recomienda