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Puig pone fin a la sequía de salidas a bolsa con ambición de saltar al Ibex cuanto antes
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Debuta este viernes

Puig pone fin a la sequía de salidas a bolsa con ambición de saltar al Ibex cuanto antes

Ahora mismo, sin haber dado todavía el salto al parqué, su valoración inicial de 13.920 millones le colocaría como la decimoquinta empresa más grande del principal índice español

Foto: El presidente de Puig, Marc Puig. (Europa Press/David Zorrakino)
El presidente de Puig, Marc Puig. (Europa Press/David Zorrakino)
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Puig tocará este viernes la campana de la Bolsa de Barcelona. Cuando haga repicar el tradicional instrumento metálico, la multinacional cosmética pondrá fin a casi dos años sin ver un debut en el mercado español. Se convertirá, además, en la compañía más grande en dar el salto al parqué desde que lo hiciese Aena en 2015, hace ya nueve años. Concretamente, comenzará con una capitalización bursátil de 13.920 millones de euros, una valoración superior a la que marcan más de la mitad de las empresas del Ibex.

De partida, cada uno de los títulos de Puig se pagará a 24,50 euros. La compañía había estipulado en el folleto de salida a bolsa una horquilla de entre 22 y 24,50 euros, con lo que finalmente ha fijado el precio más alto de esa horquilla. Ha sido así ante el fuerte interés mostrado por los inversores, que se tradujo en una sobresuscripción de la oferta en todos los rangos de precios. Colocará un total de 122.448.979 acciones, consiguiendo su objetivo más ambicioso de captar hasta 3.000 millones.

En el mercado se respira optimismo con esta salida a bolsa y ya hay firmas de inversión que animan a comprar. Por ejemplo, los analistas de Bankinter consideran razonable "tomar posiciones por debajo del rango entre 30 euros y 31 euros". Es decir, entienden que pagar cualquier cantidad por debajo de ese nivel está suficientemente justificado, con lo que estiman un potencial alcista de entre el 22% y el 26% respecto al precio de salida.

Por lo tanto, la expectativa es que su capitalización bursátil engorde durante sus primeros días de negociación. Ahora mismo, sin haber dado todavía el salto al parqué, su valoración inicial de 13.920 millones le colocaría como la decimoquinta empresa más grande del Ibex, situándose entre Repsol e IAG, que tienen un tamaño de 17.900 y 10.000 millones, respectivamente. Teniendo en cuenta este dato, no sería extraño que el Consejo Asesor Técnico le diese pronto acceso al principal selectivo español.

En el mercado se respira optimismo con esta salida a bolsa y ya hay firmar de inversión que auguran un precio mayor

Pero para cotizar en el Ibex también se tiene en cuenta la liquidez. Aun así, tampoco parece que llegue a suponer un escollo para que a Puig se le abran las puertas del mayor escaparate de la bolsa española, aunque es cierto que la familia retendrá en sus manos una amplia mayoría del capital. Mantendrá el 71,7% de las acciones, que sumado a la participación del 3,05% que CriteriaCaixa ya ha anunciado que ha adquirido, deja un free float (acciones en circulación) del 25,25%.

Quizás parezca un free float muy reducido, pero para poner este dato en situación se puede mirar a Naturgy. La energética solo tiene en circulación el 10% de sus acciones y sigue cotizando en el Ibex gracias a su gruesa capitalización bursátil, que casi duplica a la que ha marcado Puig con su precio de salida. No obstante, es cierto que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) le ha recomendado tomar medidas para aumentar su liquidez.

La familia Puig se asegura así el control político, ya que esos dos tipos de acciones tendrán el mismo precio, pero no los mismos derechos

En cualquier caso, al disponer del 71,7% del capital, la familia Puig tiene más que asegurado el control político, aglutinando el 92,5% de los derechos de voto. Esa diferencia se explica por los dos tipos de acciones en los que se dividirá la compañía tras la salida a bolsa. Por un lado están las de clase A, que tendrán cinco derechos de voto y se mantendrán en manos de la familia. Por otro, las de clase B, que contarán con solo un derecho de voto y son las que saldrán a cotizar. Eso sí, ambas tendrán el mismo precio.

Evitan así sustos en las juntas de accionistas, ya que ni los inversores institucionales ni los minoristas podrán tumbar aspectos esenciales como la aprobación de las cuentas o la remuneración de los consejeros. Pero cotizar en bolsa, aunque se mantenga el control político de la compañía, supone exponerse al escrutinio de los inversores y los reguladores. Si el mercado aprueba o no la gestión de la familia, se verá en la evolución de la cotización. Además, ahora deben cumplir con las exigencias de la CNMV y su Código de Buen Gobierno.

Precisamente, para satisfacer los requerimientos de la CNMV antes de salir a bolsa, reordenó su Consejo de Administración. Nombró como consejeras independientes a María Dolores Dancausa, presidenta de Bankinter, y Tina Müller, consejera delegada de Weleda. Al mismo tiempo, sacó a tres miembros de la familia: Marian Puig Guasch, Jordi Puig Alsina y Xavier Puig Alsina. Cumple así con la exigencia de que la mitad de los miembros sean independientes.

Aún tiene que al menos un 40% de los miembros del Consejo de Administración sean mujeres

Sin embargo, todavía tiene pendiente atender otra de las demandas que la CNMV realiza a las cotizadas: que al menos un 40% de los miembros del Consejo de Administración sean mujeres. Con la llegada de Dancausa y Müller, ese porcentaje se eleva solo hasta el 30%. Aunque lo cierto es que todavía tiene margen para incorporar a nuevas miembras, ya que el órgano de gobierno puede llegar a tener hasta 15 sillones y ahora solamente hay 13 ocupados.

Al hablar de Puig habrá quien no ubique a esta centenaria compañía, que fue fundada en 1914. Quizás, al ciudadano de a pie le resulte más familiar alguna de las múltiples marcas que gestiona desde hace años, entre las que se encuentran Rabanne o Carolina Herrera. O por Byredo o Charlotte Tilbury, dos enseñas que ha adquirido más recientemente a través de unas operaciones corporativas que refinanciará con parte del montante obtenido con la salida a bolsa.

Muy pendiente del devenir de Puig están otras compañías que sopesan dar el salto al parqué. Entre ellas se encuentra Europastry, empresa especializada en masas congeladas, que tiene intención de empezar a cotizar en el segundo semestre de este año. También Tendam, gigante textil que gestiona marcas como Cortefiel y Women'secret, que tiene más acelerado su proyecto y quiere debutar antes de las vacaciones de verano. Además, Volotea y OK Mobility también estudian esta posibilidad.

Puig tocará este viernes la campana de la Bolsa de Barcelona. Cuando haga repicar el tradicional instrumento metálico, la multinacional cosmética pondrá fin a casi dos años sin ver un debut en el mercado español. Se convertirá, además, en la compañía más grande en dar el salto al parqué desde que lo hiciese Aena en 2015, hace ya nueve años. Concretamente, comenzará con una capitalización bursátil de 13.920 millones de euros, una valoración superior a la que marcan más de la mitad de las empresas del Ibex.

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