Volotea esperará a la salida a bolsa de Puig antes de decidir si se lanza a cotizar

Volotea espera que la ventana de oportunidad que se abre en el mercado de capitales con la salida a bolsa de Puig -prevista para mayo- permita lanzar su OPV (Oferta Pública de Venta) ya para este año, aunque no descarta retrasarla a 2025 o 2026 si no se dan las condiciones óptimas. Por ahora, la aerolínea está recibiendo un feedback positivo de la situación del mercado de salidas a bolsa tanto en Europa como en EEUU en los últimos dos años, según los bancos de inversión que contrataron para esta operación, Barclays y Morgan Stanley. Pese a ello, Bergé ha suspedido la salida a bolsa de Astara prevista para este mes de abril.

Volotea asegura que tiene que esperar a que se sustancien las salidas a bolsa más grandes, como la de la firma catalana Puig que espera captar 2.500 millones, para posteriormente sondear el mercado y tratar de salir a cotizar con éxito. La firma, sin embargo, no ha entrado en valoraciones. En 2023, el mercado estimaba que podía estar valorada en 800 millones de euros. Lo que sí ha querido dejar claro es que la compañía ya tiene toda la estructura lista para salir a cotizar en el mejor momento en que se lo permita el mercado, con lo que ya tiene preparada toda la estructura de gobierno corporativo y otras cuestiones necesarias para dar el salto al parqué.

El CEO y fundador de la aerolínea, Carlos Muñoz, ha asegurado este martes que parte del capital que obtengan por su salto al parqué irá destinado a pagar de forma anticipada los 313 millones de euros que aún debe tanto a la SEPI como al ICO por el rescate que obtuvo tras el covid, que en el caso de esta firma se vio castigada posteriormente por la subida de los combustibles que provocó la invasión de Rusia a Ucrania.

Para devolver los préstamos públicos tiene hasta el 7 de julio de 2029, pero los intereses a pagar son crecientes, por lo que les interesa amortizarlo cuanto antes. Además, la SEPI impide a los beneficiarios de este tipo de ayudas repartir dividendos, comprar otras empresas y dar bonus al CEO. En este escenario, la empresa no ha querido ni confirmar ni desmentir si ya negocia con inversores particulares una venta parcial de la compañía previa a la salida a bolsa, tal y como publicó El Economista, que aseguraba que esta podría alcanzar los 100 millones de euros.

En este contexto, el primer ejecutivo de la firma trata de convencer al mercado de la evolución favorable que experimentará la compañía para este 2024. Tras lograr unos ingresos de 694 millones de euros, ha pronosticado que para este año la facturación se eleve a 800 millones de euros. El ebitda también crecerá más allá de los 96 millones reportados en 2023 y el margen bruto está previsto que aumente. Del -8% de 2022, al 14% en 2023 a rebasar ese margen este año entre tres y seis puntos más, ha asegurado Muñoz. Según explica, su base de costes se ha reducido por encima de la de sus comparables 'low cost', impulsado principalmente por la renovación de flotas que hizo de aeronaves de Boing a Airbus, donde opera tanto con A 319 como con A 320.

A por la fusión Iberia y Air Europa

En este contexto, el CEO de Volotea ha asegurado que aspiran a captar todos los activos posibles de la fusión de Iberia y Air Europa. Luis Gallego, CEO de IAG, aseguró que estaban dispuestos a desprenderse del 40% de las rutas que actualmente opera la firma de la familia Hidalgo para sacar adelante la fusión. Y ahí Volotea quiere quedarse con el mayor número posible de derechos. La firma asegura que aún tiene un amplio potencial de crecimiento en las rutas de corta y media distancia, aunque no descarta ir a por las de larga distancia si se pusieran a tiro. Tampoco se cierra a optar a los descartes que se produzcan de otras fusiones en Europa, como la de Lufthansa y Alitalia o tras la privatización de la portuguesa TAP.

De cara a esta temporada, cree que los ingresos crecerán impulsados por la subida de precios y el aumento de pasajeros. De 10,3 millones de viajeros esperan llegar hasta un máximo de 12 millones, lo que supone un incremento del 17%. El número de asientos ofertados crecerá un 15%, hasta los 11.900. Por su parte, los vuelos crecerán un 10%, hasta los 77.000, según las previsiones de la firma.

El consejero delegado de la aerolínea no ve por ahora razones que les invite a pensar que puede haber un parón en la demanda. Además, pronostican un mayor crecimiento de los ingresos por la subida de los precios de los billetes. En media, los billetes se han encarecido un 10% en el primer trimestre y aunque no dan previsiones para el resto del año, señalan que el sector ve crecimientos de precios de entre el 5% y el 10% para este 2024. Tiene actualmente cubierto el 70% del precio del combustible, por lo que hay un 30% expuesto a mercado. Además, las fluctuaciones de tipos y el cambio de divisas son las otras variables que tiene que manejar.

Pese a todo, la firma ha dejado algunas incógnitas. Aunque aseguran que el ebit ha sido positivo este 2023, no han aclarado cuál es el beneficio neto de la compañía, que aún están consensuando con su auditor. Tampoco han querido desvelar cuántas acciones pretenden vender en la posible salida a bolsa. Según explica Muñoz, dependiendo de la situación del mercado, decidirán qué porcentaje de acciones sacan a cotizar.

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Marcos Lamelas. Barcelona

Para acabar de tratar de convencer el marcado, la firma tiene también un plan de descarbonización que les permita eliminar incertidumbres de cara al medio y largo plazo. En este sentido, cree que los planes tanto de los gobiernos de Francia como de España de sustituir vuelos cortos por otras alternativas como el tren tendría un impacto mínimo para la aerolínea, cuya mayoría de desplazamientos no pasan por los grandes hubs, como Madrid o París.

Además, Muñoz cree que su plan de descarbonización con utilización de combustibles renovables -conocido como SAF- son creíbles y ya se están maternizando con el uso de un millón de litros de SAF. El plan mediomabiental se está acelerando y prevé que para 2030 tendrán una reducción de emisiones de efecto invernadero un 58% inferior a las de 2012.

Por último, el primer directivo de la aerolínea de bajo coste tampoco ha aclarado si moverán la sede de la compañía de Asturias, donde se ubica actualmente después de trasladarse fuera de Cataluña por el referéndum ilegal del 1-0 en 2017, tal y como hicieron otras 5.000 empresas. Muñoz señala que igual que ocurre con los bancos, las aerolíneas operan bajo un espacio común que es Europa, y tenían que evitar cualquier riesgo por mínimo que fuera. Volotea tiene en Francia su primer mercado. Después España y en tercer lugar Italia. Según considera el CEO de Volotea, una vez que las grandes empresas y los bancos decidan retornar sus sedes a Cataluña, puede ser un buen momento para replantearse la vuelta a Barcelona, lugar de origen de la compañía.