Si sales de excursión, recuerda: la basura no vuelve sola
El verano es un buen momento para salir al campo y disfrutar del pleno contacto con la naturaleza. Eso sí: no abandones tus residuos ahí fuera
Aprovechar una jornada estival para salir de excursión por el campo con la familia o los amigos es algo muy recomendable, pues además de disfrutar del aire libre, puede ser una buena oportunidad para reconectar con la naturaleza y aprender a amarla y respetarla.
La mayoría de los espacios naturales tienen espacios habilitados para que podamos disfrutar de una jornada completa, incluido un almuerzo campestre: áreas de recreo, zonas de pícnic y de descanso. Allí podremos hacer uso del equipamiento puesto a nuestra disposición, especialmente de uno muy importante: los contenedores para el reciclaje de residuos.
No olvidemos echar una bolsa de basura en la mochila para depositar todos los residuos que generemos durante la salida
Uno de los principales objetivos de dichas áreas es evitar el abandono de basura en la naturaleza, la llamada 'basuraleza'. Al tener a nuestro alcance los contenedores, se dan las condiciones ideales para una gestión organizada de su recogida. El problema viene cuando nos paramos a disfrutar del almuerzo en mitad de camino: empezamos a sacar la comida y la bebida de las mochilas y una vez finalizado el ágape, nos 'olvidamos' de recoger los envases y envoltorios vacíos.
Es cierto que, a medida que avanza la conciencia ciudadana, es un gesto cada vez menos común, pero todavía son demasiados los que siguen cayendo en el 'descuido'.
Pero lo cierto es que no se trata de un olvido ni de un descuido, sino de un intolerable gesto de incivismo que debe ser relegado de nuestro comportamiento. Además del desagradable impacto visual y de contaminar los suelos y las aguas, el abandono de residuos en el campo causa daños en la fauna y la flora silvestres y es una de las principales causas de incendio forestal.
Por todo ello, si estos días de vacaciones vamos a organizar una excursión por el campo o a participar en ella, tengamos muy presentes estos cinco consejos y no dejemos de compartirlos con los demás:
- Al preparar la mochila para la excursión, no olvidemos echar una bolsa de basura para depositar en su interior todos los residuos que generemos y llevarlos hasta los contenedores del pueblo o la estación: la basura no vuelve sola.
- Antes de iniciar una excursión por un espacio natural, es recomendable acudir a la oficina de atención al visitante, preguntar por las áreas de pícnic y planificar el tiempo de la caminata para que nos pille la hora del almuerzo en ellas y tener a mano los contenedores de reciclaje.
- Es mejor llenar la cantimplora en casa en lugar de comprar botellines de agua envasada. En la oficina de información del parque, nos podrán confirmar si existen fuentes de agua potable, y si no, intentemos localizarlas antes de iniciar el recorrido.
- Si optamos por transportar comida preparada, lo ideal es recurrir a la popular fiambrera o los 'táperes' de ensalada: el sistema más práctico y ecológico de transportarla y consumirla. Además, de ese modo nos evitaremos tener que gestionar los envases y envoltorios vacíos. Por cierto: aunque sean materia orgánica, las pieles, cáscaras y restos de comida también son basura, no vale dejarlas entre las matas para que 'se las coman los pájaros'.
- Podemos ir un paso más allá y tener un gesto con el planeta recogiendo la 'basuraleza' que encontremos durante la excursión: aunque no sea nuestra y lleve allí mucho tiempo. Haz la prueba: coge esa lata, échala a tu bolsa de basura y recíclala cuando llegues a los contenedores: verás qué satisfecho te quedas.
Aprovechar una jornada estival para salir de excursión por el campo con la familia o los amigos es algo muy recomendable, pues además de disfrutar del aire libre, puede ser una buena oportunidad para reconectar con la naturaleza y aprender a amarla y respetarla.
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