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Huele a fruta en Cibeles: el nuevo 'lema' que se cuela en la protesta por la amnistía
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Huele a fruta en Cibeles: el nuevo 'lema' que se cuela en la protesta por la amnistía

Dos alemanas pasan el fin de semana en Madrid. Van a ver el Ayuntamiento y les sorprende la marabunta: al ver tantas banderas creían que era un homenaje a Sánchez, que acaba de ser reelegido. Pero más bien todo lo contrario: "¡I can't believe it!"

Foto: Dos alemanas que iban tan tranquilas a ver Cibeles. Hasta que se toparon con la protesta. (L.B.)
Dos alemanas que iban tan tranquilas a ver Cibeles. Hasta que se toparon con la protesta. (L.B.)

No cabe un alfiler en Cibeles. "¡Me gusta la fruta, nos gusta la fruta!", se oye en varios grupos de manifestantes que se aproximan a la plaza del Ayuntamiento de Madrid. A las 12:00 horas comenzaba una protesta, otra más, contra la amnistía que el reelegido presidente Pedro Sánchez ha concedido a líderes independentistas e implicados en el procés. Banderas de España por doquier, la gente se amontona y hay quienes reparten folletos o listados para firmar contra la medida de gracia, que ha puesto en pie a buena parte del país. A ojos de un extraterreste, puede parecer cualquier cosa. Incluso todo lo contrario.

"¡I can't believe it!", se sorprenden dos alemanas que, felizmente, habían ido a pasar este fin de semana a la capital española. Querían ir a ver el edificio consistorial, que le habían dicho que era "muy bonito", hasta que les dificultaron el paso las 170.000 personas –dato de Delegación del Gobierno que los organizadores inflan hasta el millón– que acuden ese día a sus alrededores. Al principio, vistas "tantas banderas nacionales", pensaron irónicamente que era un homenaje a Sánchez. Una especie de felicitación popular por su reeleción. Nada más lejos de la realidad.

En realidad, la cita la convoca Mariano Gamo, del Foro España Cívica y antes presidente de Sociedad Civil Catalana (SCC). Son organizaciones anti-independentistas que reúnen este sábado en Cibeles a otro centenar de asociaciones, todas a una por un mismo fin. "¡Que Sánchez vaya a prisión y se acabe la amnistía!", gritan entre los asisentes. Cuando las amigas alemanas se enteran de lo que realmente ocurre, no se muestran sorprendida. "Creo que si alguien comete un delito [en referencia a Carles Puigdemont] debe ir a la cárcel", reflexiona Alex, una de ellas: "La verdad, lo entiendo".

Tal vez al volver a casa hagan de embajadoras entre sus amigos y conocidos de lo que han visto en España. De hecho, esa parece ser la intención de muchos manifestantes. Las banderas europeas, además de las nacionales –o alguna que otra con el aguilucho, simbología fascista–, impregnaban toda la plaza y sus calles aledañas, desde el Paseo del Prado hasta la calle Alcalá o la propia Gran Vía, por la que minutos antes de las 12:00 ya circulaban decenas de personas. Sobre todo, había muchas que mostraban el emblema europeo y la insignia del Partido Popular en Bruselas.

Rodrigo, 19 años: "No podemos asumir conceptos como el 'lawfare. Es inaceptable"

El siguiente reto de Alberto Núñez Feijóo es recuperarse en las elecciones de la UE, las próximas en llegar, para demostrar que sigue vivo tras el golpe de la investidura y tiene gas para continuar liderando el partido, ante posibles amenazas tanto externas como internas. Sin embargo, en otra protesta reciente se veía cómo algunos manifestantes arrancaban estos símbolos. Aunque la media de edad en esta manifestación de Cibeles oscilaba entre los 40 y los 70 años, según la apariencia de la mayoría de manifestantes, también había entre ellos rostros más jóvenes. Un grupo de tres amigos levantan sus banderas españolas y gritan a coro con el resto en contra de la amnistía.

Al acercarse, preguntan qué medio de comunicación es el que pregunta. "Según el que sea te responderé o no", advierte uno de ellos. No tarda en ser desautorizado por uno de sus amigos, que sí quiere hacer declaraciones. Se llama Rodrigo y tiene 19 años. "¿Pero de qué vais?", espeta a sus acompañantes: "Estamos aquí para defender lo que pensamos, y hay que decirlo bien alto", resuelve. Él dice tener muy claro por qué está aquí.

placeholder Rodrigo, de 19 años, asiste a la manifestación en Cibeles contra la amnistía. (L.B.)
Rodrigo, de 19 años, asiste a la manifestación en Cibeles contra la amnistía. (L.B.)

"Tenemos que defender el Estado de Derecho", apunta desde el principio. "No puede ser que en España estemos asumiendo tan campantes conceptos como el lawfare, que implica que los jueces de nuestro país están implicados en tramas políticas corruptas", se posiciona este joven.

– ¿Y el rey, crees que podría hacer más?

Se lo piensa.

– Tiene una posición muy complicada. Tal vez podría dar algunos pasos, pero no creo que todo esté en su mano.

A fin de cuentas, a su juicio hay mucho por resolver. No solo con la amnistía, sino también con otras cesiones de calado como la condonación de la deuda a Cataluña, que el Estado ha pactado con partidos independentistas como Junts para salvar la investidura de Sánchez. "Puigdemont no puede ser el verdugo y también el juez de su propia causa", apunta Rodrigo. Sus dos acompañantes, que callan a su lado, asienten con la cabeza. "¡Pedro, a prisión!", resuena de fondo.

placeholder Varias personas firman contra la amnistía en una carpa de Vox, colocada junto a Cibeles. (L.B.)
Varias personas firman contra la amnistía en una carpa de Vox, colocada junto a Cibeles. (L.B.)

Hay quienes van a más. A escasos metros de Cibeles, Vox ha plantado una carpa en la que invita a los paseantes a firmar contra la amnistía. Nombre, contacto y DNI son los requisitos para participar. Se acercan varias personas, que paran curiosas y en algunos casos, se deciden a dar su apoyo. Uno de los responsables que alienta a los transeúntes a inscribirse explica que harán públicos los resultados una vez concluya el recuento. "Tenemos que parar esto como sea", lanza antes de despedirse. A su alrededor, se ven todo tipo de carteles y muestras de ingenio.

Desde pancartas que llaman "traidor" a Sánchez hasta consignas religiosas. "Un ateo en el poder, cadenas te va a poner. Cristianos, orad, y el diablo huirá", se lee en otra de ellas. Sigue el recorrido por la concurrida plaza hasta llegar a otro lema. Un ratón, que aparece en una foto sobre una cartulina, se pregunta si los españoles son como ellos, los roedores. Otro, a su lado, le da la respuesta: "¡Peor! España es el laboratorio de Sánchez, con la agenda satánica 2030". Algunos pedían hacer boicot a los productos catalanes, en señal de rebelión. Pero el más llamativo fue el que replicaba la reacción inicial de Ayuso durante una intervención del líder socialista: "¡Me gusta la fruta!".

No cabe un alfiler en Cibeles. "¡Me gusta la fruta, nos gusta la fruta!", se oye en varios grupos de manifestantes que se aproximan a la plaza del Ayuntamiento de Madrid. A las 12:00 horas comenzaba una protesta, otra más, contra la amnistía que el reelegido presidente Pedro Sánchez ha concedido a líderes independentistas e implicados en el procés. Banderas de España por doquier, la gente se amontona y hay quienes reparten folletos o listados para firmar contra la medida de gracia, que ha puesto en pie a buena parte del país. A ojos de un extraterreste, puede parecer cualquier cosa. Incluso todo lo contrario.

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