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Ayuso trolea a Sánchez y se reafirma: "Sí, lo dije. Me gusta la fruta"
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PLENO DE LA ASAMBLEA

Ayuso trolea a Sánchez y se reafirma: "Sí, lo dije. Me gusta la fruta"

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha acusado a Sánchez de "difamar" a ella y su familia en su intervención en el pleno. Lobato la ha instado a pedir perdón por su "acto indigno"

Foto: Isabel Díaz Ayuso en el Congreso. (EP)
Isabel Díaz Ayuso en el Congreso. (EP)

Isabel Díaz Ayuso tiró de ironía este jueves para explicar el episodio en la sesión de investidura de Pedro Sánchez. Y no dio marcha atrás. "Sí, lo dije. Me gusta la fruta", espetó en el pleno de la Asamblea de Madrid, en alusión al "qué hijo de puta" que lanzó el miércoles desde la tribuna del Congreso y que ha marcado la sesión parlamentaria desde el inicio. "El presidente del Gobierno, con todo su abuso de poder, aprovechó su intervención para difamarme a mí y a mi familia", justificó la presidenta autonómica en la sesión de control.

El tono en la Cámara madrileña fue, una vez más, especialmente bronco. No importa si el tema es la amnistía o la guerra entre Israel y Hamás. El denominador común son algaradas, gritos y un cruce constante de críticas y reproches. La Asamblea y el Congreso de los Diputados están separados por media hora en coche, aunque en este pleno pareció que estuvieran pared con pared. Como si la Cámara de Vallecas fuera un satélite de la carrera de San Jerónimo. Todo el mundo hablaba de lo mismo en los pasillos. De la investidura de Sánchez y el perdón al procés, claro, pero sobre todo del exabrupto de Ayuso 24 horas antes, cuando Sánchez dijo que Pablo Casado acabó fuera del PP por denunciar un "caso de corrupción" que afectaba al hermano de la dirigente durante la pandemia.

Rocío Monasterio abrió la sesión de control a la presidenta de la Comunidad de Madrid. En la misma línea que Santiago Abascal en el Congreso, acusó a Pedro Sánchez de dar un "golpe de Estado" y tendió la mano a Ayuso para armar un frente común desde Madrid. Pero el primer pico de tensión llegó minutos después. El portavoz del PSOE en la Asamblea, Juan Lobato, iba a preguntar sobre industria y economía en la región, aunque el tema del día también marcó su intervención. "A usted la industria le importa un pimiento", dijo, antes de instarla a pedir perdón por su "acto indigno" y advertir que estas palabras son el paso previo a las "agresiones físicas". "Vamos a dar la cara para echarle a usted y sus insultos", subrayó Lobato.

Foto: Un grupo de radicales lanza una valla a la Policía. (EFE / Rodrigo Jiménez)

Y entonces Ayuso cargó con todo y justificó con ironía lo sucedido. "A lo mejor ustedes, que tragan con todo, harían otra cosa. Pero yo para mis adentros, sí, lo dije. Me gusta la fruta", señaló. Y acto seguido continuó con su discurso socarrón y con alusiones a otros insultos que se han visto en la Asamblea de Madrid. "La señora García [por Mónica García] hace poco dijo 'mongola' y yo no dije nada porque pensé: 'He entendido que dijo me mola'. El señor Padilla [Javier Padilla, de Más Madrid] hace poco dijo 'facha', me llamó pacha, y yo entendí: Qué pacha", dijo en mitad de los aplausos y risas de su bancada y los reproches de la oposición.

También tuvo tiempo para Óscar Puente, que durante su intervención en la investidura de Alberto Núñez Feijóo tuvo un tono muy bronco encendido. "¿Qué tal con el señor Óscar Puente, que ayer estuvo sentado a su lado toda la jornada? ¿Por qué no aprovechó para dar ejemplo y decirle deje de insultar a la presidenta de la Comunidad de Madrid cuando dice que es una mujer con dudoso equilibrio mental?", añadió Ayuso.

Mónica García, líder de Más Madrid, profundizó en la polémica y criticó a Ayuso por su insulto, recordando la "mordida" que se llevó su hermano y el gusto del PP por "meter la mano en la caja". "Madrid no se defiende insultando al resto. Hoy nace un Gobierno valiente, sin miedo. No nos van a quebrantar. Hágale un favor a España y échese a un lado", dijo García, que apunta a futura ministra de Sanidad en el nuevo Ejecutivo de coalición.

Foto: Míriam Nogueras pasa por delante de Pedro Sánchez durante la primera jornada del debate de investidura. (EFE/Daniel González)

La intervención de García agitó aún más la sesión, tras recibir una llamada al orden del presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, por hacer una referencia a la corrupción del PP. El hecho de que Ossorio no hiciera lo propio con Monasterio o Ayuso encendió a los dos partidos de la izquierda en Madrid, que después de la sesión de control acusaron a la presidencia de la Cámara de "falta de democracia".

"Acusación sin pruebas"

La respuesta de Ayuso era lo más esperado. Y la presidenta de la Comunidad de Madrid, lejos de matizar lo ocurrido este jueves, mantuvo el ataque. Su equipo ya avisó de que sería así, tras cambiar su explicación sobre el episodio a lo largo del miércoles. Primero dijeron que había dicho que le "gustaba la fruta" y después que era lo mínimo en un caso así. "La acusación de corrupción del señor Sánchez a la presidenta Díaz Ayuso es una ignominia y una cobardía. La respuesta de la presidenta a una acusación de corrupción sin pruebas es lo mínimo que se merece", detallaron.

Isabel Díaz Ayuso también reprochó a Juan Lobato que, si él recibiese una difamación similar, "lo mínimo" es que reacciones de la misma manera. La también presidenta del PP de Madrid acabó justificando todo lo dicho, con ironía o sin ella. "Soy una ciudadana libre que para mí misma puedo decir lo que me dé la gana", concluyó.

El choque entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno de Pedro Sánchez es un episodio más de la enorme fricción que existe. Y el primero de la legislatura que está a punto de empezar. El líder socialista advirtió este miércoles de que levantará un "muro" contra la "derecha reaccionaria", y Ayuso dejó claro cuál será su actitud ante esa frontera invisible. "En un lado del muro estamos todos los fascistas, jueces, fiscales, funcionarios, expolíticos del PSOE. Y en el otro del muro estaban los otros fascistas. Es decir, ustedes, hasta junio, cuando sabían que la amnistía era un atropello contra el Estado de derecho", aseveró.

Isabel Díaz Ayuso tiró de ironía este jueves para explicar el episodio en la sesión de investidura de Pedro Sánchez. Y no dio marcha atrás. "Sí, lo dije. Me gusta la fruta", espetó en el pleno de la Asamblea de Madrid, en alusión al "qué hijo de puta" que lanzó el miércoles desde la tribuna del Congreso y que ha marcado la sesión parlamentaria desde el inicio. "El presidente del Gobierno, con todo su abuso de poder, aprovechó su intervención para difamarme a mí y a mi familia", justificó la presidenta autonómica en la sesión de control.

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