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Pedro Sánchez, investido presidente del Gobierno con 179 votos tras conceder una amnistía al 'procés'
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DEBATE EN EL CONGRESO

Pedro Sánchez, investido presidente del Gobierno con 179 votos tras conceder una amnistía al 'procés'

El candidato socialista ha logrado sacar adelante su investidura en primera votación con mayoría absoluta. Alberto Núñez Feijóo asume su rol al frente de una oposición dura al Ejecutivo de PSOE y Sumar

Foto: Pedro Sánchez celebra el resultado de la votación de investidura que lo ha convertido en presidente del Gobierno. (Reuters/Susana Vera)
Pedro Sánchez celebra el resultado de la votación de investidura que lo ha convertido en presidente del Gobierno. (Reuters/Susana Vera)

Se cumplió el guion. Pedro Sánchez ha superado con éxito la reelección más inesperada a la Presidencia del Gobierno de España. El candidato socialista ha sido investido en primera votación —para la que se requería, como mínimo, una mayoría absoluta— por 179 votos a favor y 171 en contra, algo que no ocurría desde la mayoría absoluta de Mariano Rajoy, en 2011. El PSOE ha conseguido atraer al bloque del sí a Sumar (con los cinco diputados de Podemos), ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria, mientras que Alberto Núñez Feijóo asume su rol de oposición y lidera el bloque del no, en el que también se encuentran Vox y UPN. Arranca, por tanto, una legislatura de tierra quemada en que PSOE y PP dan por rotos todos los puentes sin visos de solución.

Junts ha votado finalmente a favor del candidato socialista a pesar de que este miércoles tensionó a última hora la votación por el malestar en las filas de la formación independentista a cuenta del discurso que había pronunciado Pedro Sánchez, en el que justificó la amnistía como una especie de reencuentro y "perdón" para solucionar el "conflicto catalán". El enfado de Junts tuvo que ser sofocado con una reunión urgente entre Santos Cerdán y la portavoz de los independentistas en el Congreso, Míriam Nogueras, antes de la intervención de esta en la Cámara Baja. "Con nosotros no tiente a la suerte, porque no le servirá", advirtió la dirigente, con lo que anticipó una legislatura de marcaje al PSOE para que se cumpla punto a punto de un acuerdo que contará con la revisión de un verificador internacional.

El precio que ha pagado Sánchez para ser investido presidente por segunda vez no ha sido menor. Además de la despenalización completa de los delitos relacionados con el procés, el PSOE acordó con ERC condonar la deuda catalana o ceder la gestión de los Rodalies a la Generalitat, y también cedió al PNV gestionar en Euskadi el régimen económico de la Seguridad Social en un plazo máximo de dos años. Será Junts el principal obstáculo después de cerrar un pacto con los de Carles Puigdemont en Bruselas, en lo que es una anomalía en la historia democrática de España. En su discurso, Sánchez nunca citó al expresident de la Generalitat.

El conjunto de cesiones al nacionalismo ha provocado un intenso malestar social que estalla noche a noche a las puertas de la sede de Ferraz, y que ha dejado imágenes de manifestaciones multitudinarias encabezadas por PP y Vox en todo el país. Este mismo jueves, en los alrededores del Congreso, el diputado socialista Herminio Sancho ha recibido el impacto de un huevo después de que varias personas, ya identificadas por la Policía, lo increparan junto a otros tres diputados del PSOE que lo acompañaban a desayunar fuera de la Cámara Baja.

Foto: Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, en la sesión de investidura del candidato socialista, este miércoles en el Congreso. (Reuters/Susana Vera)

A pesar del incidente, el debate de investidura se desarrolló en un tono menos bronco del que se intuía por las continuas protestas en la calle. Pero no estuvo exento de momentos de tensión. Sánchez desarrolló su discurso de investidura presentándose como "muro" frente a la "derecha reaccionaria" y "retrógrada" de PP y Vox, lanzando sus principales dardos al partido de Alberto Núñez Feijóo por dejarse contaminar por la ola de la ultraderecha a cuenta de sus múltiples gobiernos autonómicos y municipales. El dirigente socialista dibujó su trato con Junts y la amnistía como una especie de mal menor para evitar una España en blanco y negro derivada de una coalición entre Feijóo y Abascal.

"En nombre del interés de España y la concordia, vamos a conceder la amnistía", sintetizó el jefe del Ejecutivo en funciones, que justificó además que la ejecución del borrado de los delitos del procés se produce porque "las circunstancias son las que son, y toca hacer de necesidad virtud", en alusión velada a que los siete votos de Junts se estimaban necesarios para convertirle en presidente del Gobierno y evitar una repetición electoral en la que Feijóo podría arrebatarle la Moncloa. Ahora comenzará una labor de pedagogía que el PSOE quiere llevar desde la misma Moncloa al último concejal, en una práctica habitual del viejo PSOE, que llevaba a sus diputados y senadores de ronda por los pueblos para explicar leyes y propuestas en las casas del pueblo.

Feijóo se erigió, a su vez, como "orgulloso" líder de una oposición a un Gobierno "que ha perpetrado antes de nacer el mayor ataque al Estado de derecho de nuestra historia reciente" y que supone un "fraude electoral masivo" por decir y hacer lo contrario a lo que el PSOE se comprometió en la campaña del 23-J. El líder del PP certificó también que la incipiente legislatura estará vacía de pactos de Estado. "Cuando le supere la legislatura, no me busque", incidió. Los populares certifican una ruptura total con el PSOE. No solo no sostendrán en ninguna votación ni un solo punto de la agenda legislativa de Sánchez. También intentarán tensionar el mandato del dirigente socialista por otras vías, desde la presión en Europa al peso de su mayoría absoluta en el Senado, sin olvidar la acción de gobierno del PP en la mayoría de comunidades autónomas.

Pese al tono duro que empleó Feijóo, este marcó una importante diferencia respecto a Santiago Abascal al reconocer que el proceso constitucional derivado de la votación en el Congreso es "legítimo". El líder de Vox, sin embargo, calificó el debate de investidura como un "golpe de Estado" y equiparó a Pedro Sánchez con Adolf Hitler. En la presente legislatura se mirará también con lupa la pugna en la derecha por capitalizar el descontento de Sánchez. Abascal amenazó incluso con romper sus gobiernos con el PP si estos no utilizaban su mayoría absoluta en el Senado para frenar la ley de amnistía.

El siguiente paso será que Francina Armengol, presidenta del Congreso, acuda al Palacio de la Zarzuela a comunicar el resultado de la votación a Felipe VI, algo previsto para este mismo jueves. Luego llegará el turno de la formación del Gobierno y la intención avanzada desde la Moncloa es que el proceso sea rápido para que el nuevo Consejo de Ministros se reúna ya a principios de la semana próxima. Sánchez quiere un gabinete más pequeño y la duda está en los nombres, pero también en cómo será el equilibrio de fuerzas entre PSOE y Sumar. Ahora se sientan cinco ministros de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros, pero está por ver si ese número se mantiene.

Se cumplió el guion. Pedro Sánchez ha superado con éxito la reelección más inesperada a la Presidencia del Gobierno de España. El candidato socialista ha sido investido en primera votación —para la que se requería, como mínimo, una mayoría absoluta— por 179 votos a favor y 171 en contra, algo que no ocurría desde la mayoría absoluta de Mariano Rajoy, en 2011. El PSOE ha conseguido atraer al bloque del sí a Sumar (con los cinco diputados de Podemos), ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria, mientras que Alberto Núñez Feijóo asume su rol de oposición y lidera el bloque del no, en el que también se encuentran Vox y UPN. Arranca, por tanto, una legislatura de tierra quemada en que PSOE y PP dan por rotos todos los puentes sin visos de solución.

Pedro Sánchez