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Por qué los vecinos de Tres Cantos no sabían que iban a tener una zona de bajas emisiones: "¿Somos 50.000?"
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"No tenía ni idea"

Por qué los vecinos de Tres Cantos no sabían que iban a tener una zona de bajas emisiones: "¿Somos 50.000?"

Este municipio de Madrid no pensó que entraría entre los elegidos por el ministerio cuando en 2021 se aprobaron las ZBE. Pero en enero de este año, cuando empezaban los trámites, actualizaron su censo. Habían llegado a 50.000

Foto: Joanna, Isabel y Janet, tres vecinas de Tres Cantos, esperan el bus porque no tienen coche para moverse por la ciudad. (L.B.)
Joanna, Isabel y Janet, tres vecinas de Tres Cantos, esperan el bus porque no tienen coche para moverse por la ciudad. (L.B.)

Lo más curioso de Tres Cantos es que casi nadie es de Tres Cantos. "Voy y vengo todos los días desde Colmenar", cuenta Fran, un operario madrileño de 43 años que toma un café caliente en un bar del centro. Está en la calle del Comercio, una de las más transitadas por los coches que van y vienen a sus establecimientos: se ven carnicerías, peluquerías, bazares o tiendas de ropa por doquier. Justo al lado está la vía del Viento, otra carretera urbana en la que sí estacionan muchos vehículos al haber más cafeterías o bares, indica un vecino que pasa por allí. Aunque próximamente puede que algunos de estos autocares dejen de transitar ambas zonas, hasta ahora tan habituales.

Por sorpresa e in extremis, este municipio de Madrid se convirtió en uno de los 149 que tendrían que regular sus Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en España. Estas áreas de baja contaminación, a las que solo pueden acceder vehículos específicos –los que tengan etiquetas menos nocivas–, deberán establecerse a partir del año que viene en las ciudades que superen los 50.000 habitantes. Cuando se aprobó la norma, en mayo de 2021, Tres Cantos no se encontraba entre las localidades afectadas. Pero recién entrado 2023, cuando estaba previsto iniciar los trámites y empezar a elaborar los proyectos, los tricantinos también actualizaron su censo. He aquí la sorpresa: "¿Cómo que tenemos 50.000 personas?"

Foto: Cambios en la normativa de coches históricos de la DGT: a partir de 2024 podrán acceder a las ZBE (EFE/Atienza)

Pablo, que tiene 35 años, pero es vecino de Tres Cantos "de toda la vida", se muestra perplejo. Trabaja en un centro comercial que hay frente al Ayuntamiento, muy cerca de estas dos calles concurridas, y a unos 10 o 15 minutos de otras dos avenidas importantes: la de Colmenar Viejo y la de Viñuelas. Lo que no sabía es que sus dirigentes municipales habían encargado ya un estudio sobre hábitos de circulación entre la población para esbozar, luego, el proyecto que sustentará su Zona de Bajas Emisiones. Que –presumiblemente– afectará a estas céntricas carreteras.

"Entre que no tenemos guarderías públicas ni pediatras en Urgencias, y solo muchas rotondas... ni me había enterado de que íbamos a regular el tráfico", admite Pablo, con una denuncia entre líneas. La medida, eso sí, la ve con buenos ojos, y cree que "todo lo que sirva para reducir toxicidad del aire vendrá bien". Así que da una última calada a su cigarro, lo presiona contra una pared y entra de vuelta al centro comercial en el que trabaja. Muy cerca de allí hay quienes ni siquiera se plantean coger el coche. Es el caso de Joanna, Isabel y Janet, tres vecinas que esperan sentadas a que pase el siguiente autobús.

"Todo lo que sirva para reducir toxicidad del aire vendrá bien", dice uno de los vecinos afectados

Como ninguna tiene vehículo propio, este es su medio de transporte urbano habitual. Para ir a Madrid capital u otros municipios de alrededor, usan el Cercanías. "Que siempre llega tarde", se queja una de ellas, que suma otra crítica más a los constantes retrasos y averías en la compañía pública ferroviaria. Las líneas de bus que circulan dentro de la ciudad, en cambio, sí "funcionan bastante bien" y conectan "sin demasiados rodeos" todas las zonas, opinan. Además, Tres Cantos está lleno de grandes avenidas, rotondas o carreteras estrechas que se ramifican para descongestionar el tráfico.

En el Ayuntamiento, preguntados por esta cuestión, coinciden en que la ciudad no tiene "grandes puntos contaminantes" en lo que al dióxido de carbono y otros gases propios del motor se refiere. Esto es, en parte, por la propia diversificación de las carreteras y la instauración de amplias zonas peatonales por el centro o alrededores. En el catálogo oficial que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico –que impulsó la norma que regula las ZBE– ofrece en su página web se actualizan y pueden verse los municipios que han concluido con éxito sus Zonas de Bajas Emisiones, los que han iniciado trámites o los que aún están pendientes de dar el primer paso.

placeholder Maribel no sabía que iban a regularse Zonas de Bajas Emisiones en Tres Cantos. (L.B.)
Maribel no sabía que iban a regularse Zonas de Bajas Emisiones en Tres Cantos. (L.B.)

Tres Cantos, curiosamente, está entre las 17 ciudades, que según el departamento que dirige Teresa Ribera, no han iniciado aún sus limitaciones. Sin embargo, el Gobierno municipal lo niega. Se ampara en que la propia ley indica que habrán iniciado trámites quienes comenzaran acciones destinadas a conocer los hábitos de tránsito, o vislumbrar qué áreas son más óptimas para regular. Y ellos, aseguran, sí han empezado a sondear con encuestas y estudios las rutinas de circulación entre los suyos. Sin embargo, queda poco para acabar el año y será a partir de 2024 cuando en teoría deberían empezar a funcionar las zonas restringidas en todos estos municipios.

Todavía en la calle del Comercio, Maribel atiende en la barra del pub-gastrobar Reencuentro. Reconoce que últimamente, con la lluvia, ha colapsado más el tráfico no solo en las carreteras céntricas, sino también en las que conectan la ciudad con el exterior. Las mismas que se llenan de trabajadores que, en hora punta o a la vuelta de su jornada, se concentran formando caravanas de vehículos en los días más concurridos. Como la mayoría de los vecinos consultados, tampoco sabía que Tres Cantos iba a empezar a regular unas zonas menos contaminantes, que previsiblemente reducirían el tráfico –puede que también la clientela– junto a su negocio.

placeholder Marcos está a favor de reducir las emisiones en las zonas más concurridas. (L.B.)
Marcos está a favor de reducir las emisiones en las zonas más concurridas. (L.B.)

Más de lo mismo en la calle del Viento. Marcos trabaja en una pastelería muy frecuentada de la vía. Tiene 27 años y puede que sea la única persona que se había enterado de los cambios que se aproximan. "Lo leí hace unos meses en el periódico local de Tres Cantos", confirma, a la vez que asiente con la cabeza y muestra su conformidad con la norma: "Está bien que busquemos formas de contaminar menos, más viendo cómo están las cosas últimamente", expresa, señalando al cielo. En los últimos años, tanto en España como en Europa se han experimentado sequías extremas, como pocas veces vistas.

La ausencia de lluvias frecuentes, la proliferación de incendios o los cambios intermitentes de temperatura son ese elefante en la habitación que no se vio venir a tiempo y ahora se ha convertido en un fiero león. Con esta teoría coincide Ana, que con 13 años se mudó a Madrid y ahora trabaja en una de las oficinas que se concentran en la calle. Ella vive al lado, así que va y viene a pie y, para casi todo lo demás, usa el bus. En ese momento se acaba de enterar de que habrá zonas cortadas a cierto tipo de vehículos, y aunque asume que esa parte del centro estará incluida, no lo cree necesario, porque "salvo en horas muy concretas, el tráfico es regular aquí". A pocos metros está la carnicería de Miguel.

placeholder Miguel posa en el mostrador de su carnicería, en plena calle del Comercio. (L.B.)
Miguel posa en el mostrador de su carnicería, en plena calle del Comercio. (L.B.)

Da la vuelta a una clienta, que acaba de comprar un par de kilos de ternera, y la despide con una sonrisa. Su negocio lleva años en pie y se enorgullece de ello. Estar en pleno centro facilita mucho las cosas. Sobre todo es gente de Tres Cantos la que viene a comprar a su tienda, aunque a veces también pasan foráneos que se han dado cuenta de que tenían que comprar carne antes de volver a casa. Se sorprende, como todos, al saber que eso podría terminar: "En parte me parece una buena noticia que regulen el tráfico por las emisiones, pero algo me dice que para mucha gente va a ser complicado".

Se refiere a la clientela que viene a por varios kilos de su producto y no contempla la opción de volver caminando. La mayoría, por no decir todos, acuden a bordo de sus vehículos cuando tienen que comprar en grandes cantidades, y "sería una locura" que perdieran esa opción "solo por no poder permitirse un nuevo coche menos contaminante, porque el suyo esté viejo y no pueda ni pasar una ITV", sentencia este carnicero. En los próximos meses, más aún al terminar el año, se verá cómo avanza el proceso de Tres Cantos para convertirse en una ciudad más limpia. De momento, sus vecinos siguen con su ajetreo diario y muchos ni se percatan de los cambios a la vista.

Lo más curioso de Tres Cantos es que casi nadie es de Tres Cantos. "Voy y vengo todos los días desde Colmenar", cuenta Fran, un operario madrileño de 43 años que toma un café caliente en un bar del centro. Está en la calle del Comercio, una de las más transitadas por los coches que van y vienen a sus establecimientos: se ven carnicerías, peluquerías, bazares o tiendas de ropa por doquier. Justo al lado está la vía del Viento, otra carretera urbana en la que sí estacionan muchos vehículos al haber más cafeterías o bares, indica un vecino que pasa por allí. Aunque próximamente puede que algunos de estos autocares dejen de transitar ambas zonas, hasta ahora tan habituales.

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