El Retiro, la Casa de Campo... por qué Madrid parece un polideportivo enorme al aire libre

Tres corredoras que bajan sudorosas buscan la sombra de unos árboles que cobijan a dos grupos de personas sobre el césped: unas practican yoga, otras calientan para realizar su entrenamiento diario. Cerca, jóvenes y no tan jóvenes se turnan para utilizar las barras que componen el parque de calistenia. Algo más alejadas, unas diez personas ataviadas con guantes de boxeo aprenden cómo moverse por un ring imaginario mientras dos niños echan carreras con sus pequeñas bicis. Esta estampa, cada vez más repetida en los grandes parques de Madrid, ha llegado para quedarse.

Los espacios verdes de la capital se consolidan como grandes zonas en las que poder practicar deporte sin incurrir en demasiados gastos. Los municipios son conscientes, y lo promocionan. La sociedad quiere "estar en forma", pero no tiene tiempo. Por eso, aquí también se hace fuerte la individualización a la que nos empuja las dinámicas de la gran ciudad.

The Run Club (TRC) supo ver bien este incipiente movimiento ascendente de deporte al aire libre y abrió dos sedes físicas en la capital, una en Retiro y otra en Madrid Río. La decisión de ubicarse ahí no fue baladí: "Salimos a correr y lo que más utilizamos es la Casa de Campo y el parque de El Retiro", dice Antonio Brunete, director del Club. Y lo hacen personas que van desde los 25 hasta los 50 años, mayoritariamente. Ahora cuentan con unos 300 socios. Él sitúa el inicio de este impulso, la fiebre por practicar deporte al aire libre, una vez superados los peores momentos de la pandemia.

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Aquello hizo que la gente quisiera tomar las calles al encontrar en ella, paradójicamente, un refugio en el que poder liberarse. "Nosotros hemos llevado el concepto de gimnasio a los clubes de corredores, con unos horarios todos los días, entrenamientos por las mañanas y las tardes", comenta.

"El boom se ha notado hasta en Guadarrama. La gente que salía a correr ahora se empieza a decantar por el trail running, correr por la montaña. Tal era la afluencia que han tenido que regular las competiciones que hacían en el parque nacional para que no se viera afectada la naturaleza", ilustra Brunete.

Impulso del deporte

Que alguien tome la decisión de salir a correr es algo que ha ido en aumento, pero no tan novedoso como la práctica de calistenia en los parques. Roberto Marín es integrante y gerente de ARES Calistenia y, cuando él se sintió atraído por esta práctica hace diez años, se veía obligado a desplazarse desde Tres Olivos al parque de El Retiro. Ahora, tiene un parque de calistenia a 25 metros de su casa.

Los seguidores de esta disciplina, que aúna fuerza y consciencia corporal, han aumentado notablemente. Lo que empezó como una buena opción para hacer deporte para las personas con menos recursos económicos se ha convertido en la práctica favorita de tantos otros que han encontrado en ella una forma saludable de mantenerse en forma.

Marín sabe bien cómo cada vez aparecen más entrenadores que divulgan sus conocimientos mediante las redes sociales, sobre todo en Youtube y TikTok. "La calistenia consiste en entrenar con tu propio peso corporal, por eso hay que saber muy bien lo que se hace para evitar importantes lesiones", comenta al respecto.

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Una cosa con la otra ha hecho que ARES Calistenia cerrara contratos con diversos ayuntamientos para impartir clases en sus parques. Parques que, por otro lado, se ven repletos de personas utilizándolos como escenario deportivo, ya sea para correr, practicar calistenia, yoga, ejercicios grupales o boxeo. Y Madrid, en este caso, se lleva la palma. Espacios como los ya mencionados, o el parque Juan Carlos I, se llenan de personas que cada tarde se reúnen para hacer deporte. Pero, ¿por qué hacen deporte?

Sin tiempo para estar en forma

Según la última encuesta de hábitos deportivos, realizada por el Consejo Superior de Deportes a nivel nacional (2022), la principal motivación para hacer deporte es estar en forma con un 26,3% de las respuestas, porcentaje algo más elevado en el caso de las mujeres. Le siguen otros motivos como el entretenimiento, con el 22,1% y la salud, con el 20%.

La encuesta también habla de las principales barreras que encuentra la gente para practicar actividad física. La mayor es la falta de tiempo, seguida del interés. "Esto nos habla de unos intereses y condiciones de vida que están vinculados a las prácticas", observa Raúl Sánchez, sociólogo del deporte y docente en el INEF de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). La relación, dice, se establece de forma directa, ya que la práctica al aire libre se realiza de forma más desregulada que otras.

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Si atendemos a los datos de 2022, un 45% de los encuestados se decanta por el aire libre, superando en más del doble a aquellos que prefieren practicar deporte en espacios cerrados. Pero, ¿por qué? "Por un lado, está el estilo de vida urbano en el que predomina la falta de tiempo, pero también el deseo de estar en forma. También se da una creciente individualización de las personas, lo que hace más complicado crear comunidad", valora el experto.

Vuelve un culto al cuerpo que nunca se fue

En el análisis de Sánchez no pasa desapercibido el creciente culto al cuerpo que se ha instaurado en la sociedad. "La musculación y el ideal estético están volviendo con mucha fuerza. Lo que más crece es la gimnasia en todas sus modalidades, por eso brotan los parques de calistenia", apunta. A ello se suma el marketing que las marcas deportivas han realizado de cara a popularizar el running. Si antes quien lo practicaba casi era un semiprofesional, ahora cualquier persona puede salir a correr. Tan solo necesita unas zapatillas adecuadas para ello.

La crisis económica es otro de los motivos sociológicos que el docente de la UPM establece para explicar este boom del deporte al aire libre en la capital. "Son opciones o muy baratas o gratuitas, directamente, además de públicas en otros tantos casos. Sin ir más lejos, sin los parques de calistenia, mucha gente no podría practicarla de otra forma", subraya. Desde su punto de vista, la tendencia se mantendrá y esta realidad irá a más. Solo circunstancias extremas, como una temperatura no saludable o grandes niveles de contaminación en el aire, podrían hacer cambiar la dinámica.

Estar en forma

Una nueva cuestión que remite al porqué que Sánchez intenta responder alude al principal motivo esgrimido por los españoles para hacer deporte: estar en forma. "Puede ser muy poco saludable. Se suele responder pensando en la estética, más que en la salud", sentencia. Eso, sumado al deseo tan extendido de una mayor musculación, puede ser peligroso. "Si esto va a más, como parece, la Administración pública debería hacer alguna campaña orientada a los jóvenes para prevenir algunos males asociados a la ignorancia y al puro desconocimiento de las consecuencias que puede llegar a tener la práctica deportiva", sostiene este sociólogo.

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Asimismo, la calle tampoco es sinónimo de igualdad. "Cuando vemos encima del césped a seis personas con un monitor, seguramente sean de una clase más acomodada que aquellas personas que salen a hacer ejercicio por su cuenta", determina Sánchez.

Esto redunda en mayor probabilidad de lesión en el caso de los segundos al no tener cerca un profesional que te oriente en la práctica deportiva. Tal y como concluye el experto, una solución para que el ejercicio en el exterior se convierta en una opción segura para todo el mundo podría estar en la asignatura de Educación Física, en la que los jóvenes podrían aprender cómo funciona el cuerpo cuando se le somete a esfuerzos y la forma más saludable de progresar una vez llegada la edad adulta.