"Hostia, pero qué tipo de pelotazo es este": los mensajes de Luis Medina y Alberto Luceño

La Policía Nacional ha remitido al juez un informe con los WhatsApp y correos electrónicos que Luis Medina y Alberto Luceño se intercambiaron a lo largo de 2020, cuando se embolsaron casi seis millones de euros con la venta de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid. El análisis, al que ha tenido acceso El Confidencial, incluye mensajes en los que Luceño hace referencia a "terceros comisionistas", apunta a que intentaron acelerar los cobros de forma ilegal —"Me pregunta si lo hacemos por la puerta de atrás"— y transcribe un audio en el que Medina se muestra preocupado por la posible reacción de su banco: "Van a decir: 'Hostia, pero qué tipo de pelotazo es este".

El juez a cargo del caso, Adolfo Carretero, ya ha propuesto juzgar Medina por estafa agravada y falsedad en documento mercantil, mientras que a Luceño le suma un delito fiscal y otro de falsedad en documento público. Este nuevo informe refuerza los indicios contra ambos y se centra en el análisis de los dispositivos que incautaron a Luceño el 13 de septiembre, durante los registros de su vivienda y de su empresa: "Han sido localizadas conversaciones de interés para la causa", advierten los investigadores.

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"La puerta de atrás"

El arranque del informe policial aborda una serie de mensajes que se enviaron los comisionistas a partir del 17 de abril de 2020, cuando ya habían cerrado los contratos con el Ayuntamiento de Madrid y Medina seguía sin cobrar la parte acordada: "Ya sabes que en principio me fío plenamente, pero es raro que a ti te llegara y a mí aún no", le escribió a Luceño el día 30 de ese mes. La tensión fue en aumento y, el 29 de julio de ese mismo año, Medina llegó a amenazar con demandar a Leno, la empresa de Malasia que les había facilitado el material y debía abonarle sus comisiones: "Entiéndeme, lo voy a tener que reclamar por la vía legal", advirtió a su socio.

El informe incluye a su vez los mensajes que Luceño iba cruzándose por esas mismas fechas con su contacto en Leno, un hombre de Singapur llamado Chan Beng Kay al que se refería como Anthony. Ahí es donde los investigadores detectan la idea de activar "la puerta de atrás", una expresión que utilizan a partir de mayo de 2020, cuando la operación hace saltar las alarmas en Malasia. Según explica Anthony en un mensaje que envió a Luceño en julio de ese año, el banco central de Malasia les había bloqueado parte del dinero por sus elevadas comisiones y corrían el riesgo de que el caso acabara provocando una investigación por posible corrupción.

A la vista de la insistencia de Medina por cobrar sus comisiones y del correspondiente bloqueo del dinero en Malasia, los investigadores consideran que la referencia a "la puerta de atrás" arroja una conclusión clara: "Dicho método, acorde a lo conversado, no sería otro que pagar una cantidad indeterminada de dinero a las entidades públicas o privadas competentes para la cancelación del expediente que mantendría el material inmovilizado". Según destacan, el propio Luceño también propuso a Anthony "la emisión de facturas por trabajos de consultoría" para justificar las comisiones, una propuesta que en ningún caso "parece responder a un negocio real".

"La existencia de terceros comisionistas"

En otro mensaje del 27 de julio de 2020, Luceño informó a Anthony de que se había reunido "con todos los comisionistas de operaciones sanitarias" y habían llegado a una serie de acuerdos. Entre ellos, que transfirieran a su cuenta "todas las comisiones" que habían cobrado para aparentar que Medina y él eran los únicos beneficiarios, tras lo que les devolverían el dinero "cuando pase la investigación en España". "Si explicamos las operaciones a la Fiscalía española, no hay problema", aseguró a su contacto.

En cuanto a la referencia a esos supuestos comisionistas que también se beneficiaron de la venta de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid, el informe mantiene la incógnita: "En el análisis de los efectos no se han logrado ulteriores datos respecto de la existencia de terceros comisionistas, aparte de los investigados en la presente".

Por otra parte, destaca la referencia de Luceño a una "investigación en España", pues el conocido como caso Mascarillas tuvo su origen en "un informe de inteligencia financiera" que el Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (Sepblac) no remitió a la Fiscalía hasta julio de 2020. El Ministerio Público no citó a declarar a los comisionistas hasta nueve meses después, pero en este mensaje, Luceño ya da por hecha la investigación en suelo español. "Después de consultar con abogados y fiscales españoles, no hay ningún problema en abrir el expediente e investigarnos a Luis o a mí", transmitió a Anthony.

"El beneficio tuyo y mío es tan grande..."

El informe incluye, además, los mensajes en los que los dos comisionistas se mostraron preocupados por que los problemas de Malasia se extendieran a España. Medina propuso entonces a Luceño modificar los IMFPA, que son los contratos que se utilizan en el comercio internacional para proteger las comisiones de los intermediarios. Ambos tenían que entregar estos documentos a sus respectivos bancos y, ante el riesgo de que las elevadas comisiones provocaran la apertura de una investigación por blanqueo de capitales, Medina le envió un audio a su socio el 14 de julio de 2020, sugiriéndole que las hicieran "separadas" para ocultar que "el beneficio tuyo y mío es tan grande".

"Estas manifestaciones resultan el punto de partida de un intercambio de los mencionados IMFPA con diversas versiones y modificaciones para ejecutar el plan pactado", concluyen los investigadores. "A pesar de que, como se ha expuesto, dicho extremo no parece ser llevado a término por los investigados, sí se observa con claridad el pleno conocimiento de lo comprometido de la operación comercial, mostrando su ánimo de ocultar y distraer el monto global de lo percibido respecto de una sola operativa".

De hecho, este afán de ocultamiento llegó a tal punto que Luceño no informó a Medina de que sus comisiones ascendían a cinco millones de dólares frente al millón que cobraba él. "Las comisiones recibidas por Alberto Luceño desde Leno, desconocidas por Luis, provocan un desencuentro y motivan que la comunicación entre ambos cese el 12 de abril de 2021", explica el informe. Pese a ello, la Fiscalía se querelló contra ambos un año después y, llegados a ese punto, Medina retomó el contacto: "Comentar contigo la querella", escribió a Luceño. Desde ese día, ambos han seguido intercambiando documentos e impresiones sobre el conocido como caso Mascarillas.