Luis Medina: "No he hablado con familiares de Almeida. Cobré un millón, pero no es ilegal"
Por supuestas irregularidades en la venta al Ayuntamiento de Madrid de mascarillas, guantes y test covid, se le acusa junto a Alberto Luceño de estafa, blanqueo de capitales y falsedad documental
La Fiscalía Anticorrupción ha presentado una querella ante los Juzgados de Madrid contra el empresario Alberto Luceño, proveedor de material sanitario, y el intermediario Luis Medina, hijo de Naty Abascal y del ya fallecido duque de Feria Rafael Medina. El Ministerio Público los acusa de estafa, blanqueo de capitales y falsedad documental por supuestas irregularidades en la venta al Ayuntamiento de Madrid de mascarillas, guantes y test covid por un importe total de 11,9 millones de dólares durante los primeros días de la pandemia.
La querella especifica que Medina cobró una comisión de un millón de euros por poner en contacto a Luceño con la directora general de Presupuestos y Recursos Humanos del Consistorio, Elena Collado, que en esos momentos se encargaba de las compras de material sanitario. La Fiscalía también sostiene que Medina utilizó su "amistad" con un familiar del alcalde para llegar hasta esa responsable municipal.
Este diario ha contactado con Medina para preguntarle por su implicación en los hechos. Admite que percibió un millón de euros de comisión, pero niega que exista ningún tipo de irregularidad y sostiene que cobró un porcentaje habitual en este tipo de transacciones. Reconoce que con el dinero de la intermediación adquirió un yate valorado en 325.515 euros, como señala la querella, pero niega que su hermano Rafael, habitual también de las páginas del corazón, sea también propietario del barco, como apunta el Ministerio Público.
PREGUNTA. La Fiscalía Anticorrupción dice que usted y su hermano Rafael compraron un yate con el dinero que recibió por intermediar en la venta de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid.
RESPUESTA. Eso no es así y lo he demostrado. Mi hermano no tiene nada que ver. El yate [un velero llamado Feria] pertenece a una sociedad de Gibraltar que es de los dos, pero el barco lo compré yo. Me gustaría que quedara claro. Así consta en las facturas y en las transferencias que realicé al astillero. Las tiene el fiscal en su poder.
P. La Fiscalía también dice que usó su “amistad” con un familiar del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, para venderle el material sanitario al Ayuntamiento.
R. Tampoco es cierto y la Fiscalía lo sabe porque yo mismo lo expliqué cuando tuve que declarar. Yo conocía a una persona que, porque trabajaba mucho en China, sabía cómo traer a España mascarillas y otro material. Y un día comenté con una persona que conozco desde hace mucho tiempo y que prefiero mantener en el anonimato que era una pena no aprovechar ese contacto para ayudar a algún organismo público. Se dio la casualidad de que esa persona me dijo que conocía a un hermano del alcalde de Madrid, Martínez-Almeida…
P. Perdón, ¿un hermano o un primo? Se supone que el familiar de Martínez-Almeida con el que usted contactó fue un primo…
R. No lo sé. A mí me dijeron que conocía a un hermano, pero a lo mejor era un primo. ¿Cómo se supone que se llama esa persona?
P. La persona a la que se refiere la Fiscalía es Carlos Martínez-Almeida.
R. ¿Carlos? Pues no sé. Esa persona con la que hablé me dijo que conocía a un hermano del alcalde de Madrid, creo. Pero el caso es que no lo conozco, no llegué a hablar con él.
P. ¿Entonces qué pasó?
R. Pues que esa tercera persona que no tiene nada que ver en esto habló con ese familiar del alcalde para preguntarle con quién tenía que contactar yo en el Ayuntamiento de Madrid para comentarle que podía traer material sanitario, y me pasó el teléfono de la responsable de Compras del Ayuntamiento.
P. La Fiscalía dice que esa persona era la directora general de Presupuestos y Recursos Humanos, Elena Collado.
R. Así es. Me pasaron su teléfono y la llamé.
P. El Ayuntamiento dice que a usted solo le proporcionaron “el mismo 'mail' que se facilitaba a todos para la venta de material sanitario”.
R. A mí me pasaron el teléfono de Elena Collado, pero igual que si te llega un contacto por WhatsApp. Solo eso. La llamé y hablé con ella.
P. ¿Y qué ocurrió?
R. Simplemente la llamé y le dije que podíamos conseguir material sanitario. Y que la llamaría la otra persona, Alberto Luceño [el proveedor del material]. Eso fue lo único que hice. No hice nada más. Pasó lo mismo con otras instituciones con las que contactamos para ofrecerles la posibilidad de venderles material. Estuvimos en conversaciones con el Gobierno alemán y llegamos a firmar un preacuerdo, por ejemplo, pero al final no salió.
P. La Fiscalía señala que usted cobró por esa llamada la cantidad de un millón de euros.
R. Bueno, es así. Entiendo que a mucha gente quizá no le parezca bien. Pero es el 8% del contrato. Es una comisión normal de intermediación, que se cobra muchas veces. Por supuesto, no es ilegal. Pero comprendo que haya gente que no lo entienda. Y no puedo responder por lo que hiciera la otra persona, Luceño.
P. ¿Llegó a cobrar alguna cantidad el familiar del alcalde de Madrid por la adjudicación de ese contrato?
R. No, no, nada. Imposible. La Fiscalía también lo sabe porque se lo expliqué en cuanto me lo preguntaron. Les dije que podían quedarse mi ordenador, que les daba las claves, y que lo miraran de arriba abajo, que no iban a encontrar nada de eso. Es que no hay nada. Es todo normal. Solo estoy deseando que llegue ya la documentación de Malasia [el país en el que estaba el fabricante de mascarillas] para que se cierre ya este asunto.
P. Otra de las cosas que dice la querella es que los guantes entregados al Ayuntamiento eran de "ínfima calidad".
R. Eso es absurdo.
P. La Fiscalía también le acusa de falsedad documental por aportar a la entidad bancaria en la que recibió el millón de euros unos documentos falsificados en los que aparecían usted y Luceño como agentes exclusivos de la compañía de Malasia para justificar la recepción del dinero.
R. Yo solo puedo decir que yo no he falsificado ningún documento ni he enviado ningún documento falso.
La Fiscalía Anticorrupción ha presentado una querella ante los Juzgados de Madrid contra el empresario Alberto Luceño, proveedor de material sanitario, y el intermediario Luis Medina, hijo de Naty Abascal y del ya fallecido duque de Feria Rafael Medina. El Ministerio Público los acusa de estafa, blanqueo de capitales y falsedad documental por supuestas irregularidades en la venta al Ayuntamiento de Madrid de mascarillas, guantes y test covid por un importe total de 11,9 millones de dólares durante los primeros días de la pandemia.
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