Los audios de Luceño con Madrid sobre las mascarillas: "Me vendría bien una medallita"
El titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, mantiene imputado a Luceño por estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales
Alberto Luceño defendió ante la trabajadora del Ayuntamiento de Madrid Elena Collado que merecía "una medallita civil". Así consta en un audio de Whatsapp que obra en el sumario del caso, al que ha tenido acceso El Confidencial: "Ahora sí que me debes... Una medallita me vendría bien. Una medallita civil", le dijo el 2 de abril de 2020. Luceño dejó caer esta posibilidad en tono jocoso, pero un año después, cuando el fiscal le preguntó por ello, volvió a argumentar que era digno de reconocimiento por los contratos que había cerrado con Madrid: "La medalla es porque se movieron los más rápidos. En una semana se sirvió material”, aseguró ante el fiscal.
El titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, mantiene imputado a Luceño por estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales. En el caso de su socio Luis Medina, añade además el delito de alzamiento de bienes. Su investigación se centra en que inflaron los precios de los tres contratos con el Ayuntamiento de Madrid para enriquecerse durante la peor parte de la pandemia: Medina se embolsó un millón de dólares y Luceño otros 5,1 como comisiones.
En este audio concreto, Luceño dejó caer la posibilidad de recibir una condecoración después de hablar durante "casi media hora larga con Jorge": "Ya le he explicado la política que creo que es la que tenemos que seguir. Está absolutamente de acuerdo. Entre comillas: olvidamos lo pasado y trabajamos para el futuro que eres tú y que es nuestro país". Luceño no aclara quién es "Jorge", pero fuentes cercanas a la investigación apuntan a que sería el encargado de transportar el material hasta España.
"Elena, ya estoy yo al habla con Jorge. Mejor, porque estás tú en medio: yo te transmito, tú me transmites, ellos te dicen que tal, tú me transmites... Al final, para mí ellos son los malos y yo soy el malo para ellos", le transmitió a Collado en otro audio enviado el mismo 2 de abril. "Olvida lo que tú oyes y yo olvido lo que yo oigo, pero tú y yo vamos a trabajar para lo que necesitamos". Luceño, de hecho, volvió a hacer referencia a estos problemas con el transporte un día después: "Si han hecho lo del embarque, les tienen que haber dado la factura partida (...). No obstante, voy a solicitarla yo a ver si me la dan, porque hoy estamos con mucho lío y de hecho mi chino no está 'online'".
Al hablar del "chino", la tesis de los investigadores se centra en que se trata de San Chin Choon, el proveedor malayo que les facilitó el material sanitario durante los primeros meses de la pandemia. Según consta en el sumario, tanto el Ayuntamiento de Madrid como la Fiscalía Anticorrupción han tratado de localizarle a lo largo del último año, pero este mismo mes, Malasia comunicó a España que San Chin Choon se ha negado a colaborar de forma voluntaria y, por tanto, no puede tomarle declaración.
"Gente de Andalucía"
En los audios que Luceño envió a Collado, se refleja además otro de los puntos que abordó el fiscal: el supuesto interés de Andalucía y el Ayuntamiento de Murcia por hacerles pedidos de material sanitario. Según aseguró el empresario ante el representante del Ministerio Público, esa fue la idea que le trasladó Medina, aunque finalmente solo se materializaron los de Madrid: "Luis me llama y me dice: 'Tengo el Ayuntamiento de Murcia, tengo Andalucía, tengo tal'. Pero luego nunca se materializó nada".
En un audio enviado a Collado el 14 de abril de 2020, Luceño menciona este supuesto interés entre risas: "Ahora te llamo y te digo quién es, porque no sé quién es, pero creo que es gente de Andalucía. No me han confirmado exactamente si es gente de la Junta, pero te van a llamar para preguntarte porque quieren hacer un gran pedido".
"Estafa de los cojones"
Los audios, sin embargo, también muestran que la relación entre Luceño y la trabajadora del Ayuntamiento de Madrid comenzó a torcerse con el contrato de los guantes. "Nos han estafado seguro", le escribió Collado el 8 de abril de 2020 al constatar que el material era de mala calidad. Luceño trató entonces de calmar a su interlocutora y le prometió que el proveedor les devolvería cuatro millones de dólares, pero según los investigadores, esta cantidad no era más que la comisión de los dos españoles.
“Elena, yo creo que no entendéis el sistema. Es que vosotros para hacer una transferencia tardáis ocho días y pasáis por 25.000 gestiones. Y esta gente es lo mismo", le respondió Luceño a través de un audio el 9 de abril, cuando Collado insistía en recuperar este dinero. "Lógicamente necesitan un documento, no una chapuza. Porque si yo hago eso, estaríais otra vez con la 'estafa' de los cojones y toda la historia". "Necesitan un documento con la firma de un señor que se haga responsable. Me dicen que si firmo yo. Les digo que unas narices lo voy a firmar yo, que esto lo tiene que firmar el responsable". "Se puede correr mucho, pero las cosas hay que hacerlas bien".
Ese mismo día, Luceño le envió un nuevo audio para incidir en la misma idea: "No entiendo por qué no firman un documento como lo firmó Leno [la empresa malaya que les facilitó el material sanitario]". "Si una persona no es capaz de poner un sello y una firma para que se le haga una transferencia, pues apaga y vámonos. O sea, te digo: a lo mejor las formas... Bueno, vamos a trabajarlo ambos con las mismas formas, ¿no? Yo voy a empezar hablar así de esta manera y vosotros habláis de otras maneras".
Llegados a ese punto, Luceño afirmó que solo llevaría a cabo un último intento para que la transferencia saliera adelante: "Que Leno presente un documento con un logo arriba y un logo abajo sin firma... Poneos en la posición, por favor, de que vosotros hubierais recibido eso, a ver qué hubiera pasado con las 35.000 personas que tenéis ahí". "Así está la situación, Elena. Yo voy a intentarlo, pero [hasta] aquí. Si el banco me dice que lógicamente ese documento es una mierda, porque lo es... No tiene una firma de un responsable, no tiene el nombre de un responsable, no tiene el sello de una empresa... Pues dirá que hasta que no reciba esa carta no hace la transferencia".
Las transferencias, de hecho, terminaron por hacer saltar las alarmas en el Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (Sepblac): en un informe remitido a la Fiscalía Anticorrupción en julio de 2020, la unidad de inteligencia financiera de España apuntaba en el mismo a los posibles delitos de malversación de caudales públicos y blanqueo de capitales en estas operaciones con Medina y Luceño, lo que dio lugar a la apertura de la investigación.
Alberto Luceño defendió ante la trabajadora del Ayuntamiento de Madrid Elena Collado que merecía "una medallita civil". Así consta en un audio de Whatsapp que obra en el sumario del caso, al que ha tenido acceso El Confidencial: "Ahora sí que me debes... Una medallita me vendría bien. Una medallita civil", le dijo el 2 de abril de 2020. Luceño dejó caer esta posibilidad en tono jocoso, pero un año después, cuando el fiscal le preguntó por ello, volvió a argumentar que era digno de reconocimiento por los contratos que había cerrado con Madrid: "La medalla es porque se movieron los más rápidos. En una semana se sirvió material”, aseguró ante el fiscal.
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