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Participación histórica: el 76,25% vota en un Madrid en pandemia
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Elecciones en Madrid

Participación histórica: el 76,25% vota en un Madrid en pandemia

Tanto el avance de participación matinal como el vespertino mostraban un crecimiento en la participación: es el dato más alto de la historia electoral de la comunidad autónoma

Foto: A pesar de la pandemia, las elecciones en Madrid este 4 de mayo han cosechado una buena cifra de participación. (EFE)
A pesar de la pandemia, las elecciones en Madrid este 4 de mayo han cosechado una buena cifra de participación. (EFE)

El Partido Popular al borde de la mayoría absoluta, Pablo Iglesias abandonando la política y unos datos casi inesperados de participación. La situación sanitaria en la Comunidad de Madrid no era nada halagüeña, aun con un buen ritmo de vacunación, la presión en las UCI era alta, y la incidencia en toda la comunidad, bastante elevada; todas estas circunstancias hacían pensar en una participación mínima, similar a las registradas en las elecciones catalanas de febrero, o en las vascas de julio, ambas con mínimos históricos. La realidad ha sido muy diferente: Madrid se ha convertido en la 'rara avis' de los comicios en pandemia. A primera hora, las largas colas auguraban una alta participación, y los avances fueron confirmando la tendencia hasta que, al cierre de los colegios, se comenzaron a publicar los datos provisionales, que mostraban una movilización de en torno al 75% de la población con derecho a voto.

Nunca jamás en la historia Madrid había conseguido este dato, y lo consiguió en pandemia: la participación en Madrid este 4 de mayo ha sido del 76,25%, siendo este dato muy cercano a los máximos registros de la historia de España. Hasta la fecha, el récord lo marcaron las elecciones generales de 1982, cuando un año y medio después del golpe de Estado del 23-F acudió a votar el 79,97% de la población. La segunda posición la tienen las catalanas de 2017, en las que se cosechó un 79,04% tras la declaración unilateral de independencia y la aplicación del 155.

Hasta ahora, solo en dos ocasiones se superó el umbral del 70% de participación en la noche electoral: en 1995, cuando el 70,99% de los madrileños (los datos definitivos rebajaron la participación al 70,39%) acudió a las urnas para impulsar a Alberto Ruiz-Gallardón a la presidencia de la Comunidad de Madrid en detrimento del socialista Joaquín Leguina, que abandonaba así la Puerta del Sol. Las primeras elecciones de 2003 (hubo que repetirlas en octubre, tras el conocido como 'tamayazo' del mes de mayo), el dato de participación en la misma noche electoral fue del 70,41%, aunque ese dato se rebajó al 69,27% tras el recuento definitivo. Las de 1991 fueron, por otro lado, las elecciones en que menos se consiguió movilizar a los madrileños: solo el 58,4% acudió a las urnas y aunque ganó el popular Ruiz-Gallardón, Leguina fue investido gracias a los 13 escaños conseguidos por Izquierda Unida.

En unas elecciones marcadas por la movilización —más de la derecha que de la izquierda—, a la cabeza en participación se encuentran algunos municipios del norte de la comunidad, como Madarcos, donde ha votado el 91,5% de los habitantes (aunque de una cifra relativamente baja, ya que la población madarqueña roza el medio centenar), u Horcajuelo de la Sierra, donde el 88% de sus menos de 100 habitantes ha acudido a las urnas. No obstante, otros municipios mucho más poblados también han visto cómo crecía la participación: el 85,4% de los más de 52.000 habitantes de Boadilla del Monte ha acudido a depositar sus votos, así como el 84,2% de los más de 86.000 que viven en Pozuelo de Alarcón, la localidad con mayor renta per cápita de España. En ambos, la del PP ha sido la lista más votada, con un 61,6% del apoyo del pueblo. En general, la participación ha crecido considerablemente, con alguna que otra salvedad: algunos pueblos de la sierra norte madrileña, como Somosierra (donde la participación ha caído un 16%), y también de la frontera este, próximos a Guadalajara, como Estremera o Valdarecete, con caídas de participación del 8,4% y 11,3%, respectivamente.

Avance de participación de las 19:00

Ya por la tarde, los datos eran también alentadores: la participación seguía creciendo con respecto a las últimas elecciones, y a las 19:00 había depositado sus papeletas el 69,27% de los votantes, lo que implicaba un aumento de 11,14 puntos con respecto a 2019, con el 100% de las mesas escrutadas. El dato de participación de las 19:00 es el más alto registrado a esta hora de los últimos años: en 2019, a la misma hora solo había acudido a las urnas el 58,13% de los votantes.

A esta hora es más que considerable el porcentaje de votantes que han depositado sus votos en municipios de la zona oeste de Madrid, especialmente en Boadilla del Monte (78,69%), Villaviciosa de Odón (76,22%) o Pozuelo de Alarcón (77,08%). Entretando y mirando hacia el otro lado del mapa, si bien a primera hora del día era difícil detectar algún patrón de participación en el denominado 'cinturón rojo' de Madrid, donde un aumento de la movilización se considera clave para decantar la balanza, a las 19:00 el cambio en la tendencia ha sido más que significativo: mientras en Alcorcón, Pinto o San Martín de la Vega ha aumentado la participación de manera similar al resto de la comunidad, en torno a 11 puntos, en Fuenlabrada el crecimiento ha sido de casi 17 puntos, en Parla de algo más de 15 puntos y en otros como Getafe o Leganés la participación ha sido unos 13 puntos superior a la de 2019.

Vicálvaro y Villaverde, los distritos donde más crece

A nivel de distritos, Vicálvaro es donde a esta hora más ha crecido la participación (+11,26%), aunque muy de cerca le siguen Villaverde (+10,84%) y Fuencarral-El Pardo (10,69%): en todos los distritos de la capital la participación es, como mínimo, seis puntos superior a la de 2019. El de Chamartín, que por la mañana ya había experimentado una importante subida, se encuentra entre los distritos con mayor participación de la ciudad: un 73,74% de los residentes en esta zona ya había depositado su voto a las 19:00, un dato similar al de las áreas de Moncloa-Aravaca (74,09%) o Fuencarral-El Pardo (73,04%). En el otro lado de la balanza, entre los distritos con menos participación (entre un 60 y poco más de un 62% de participación a las 19:00), se encuentran los barrios de Carabanchel, Puente de Vallecas y Usera que, sin embargo, han experimentado un gran crecimiento en cuanto a movilización: la participación ha crecido 8,45, 10,41 y 10,12 puntos, respectivamente.

Avance de las 13:00

En el primer avance, se situaba el dato en el 28,43%, 2,25 puntos porcentuales por encima de la participación que hubo en 2019 a la misma hora y 3,6 por encima de 2015. A pesar de la pandemia y de que la jornada electoral se celebró en un día laborable, 1.359.694 ciudadanos con derecho a voto depositaron sus papeletas en las urnas en el 'primer turno', según el primer avance de participación publicado por la propia Comunidad de Madrid, con el 100% de las mesas escrutadas. En los pasados comicios autonómicos​, a la misma hora había acudido a las urnas el 26,28%, es decir, algo más de 1,2 millones de votantes.

El porcentaje de votantes en la primera franja del día fue especialmente llamativo en el municipio de Cervera de Buitrago. En esta pequeña localidad situada 80 kilómetros al norte de la capital, de apenas 162 habitantes, la mitad de los electores habían votado a las 13:00. Otros municipios de la Sierra Norte, como el vecino Robledillo de la Jara, Lozoya, Pinilla del Valle o Puebla de la Sierra, presentaban datos parecidos, todos por encima del 40%. La diferencia marcada por el eje norte-sur se hacía palpable al observar la participación en ciudades como Pinto (26,53%), Valdemoro (24,69%) o Humanes (26,58%). En todas ellas, los valores se parecían más a los de hace dos años.

En cuanto al 'cinturón rojo' de Madrid, donde un aumento de la movilización se considera clave para decantar la balanza, era difícil encontrar patrones todavía en el primer tramo de votación. En Leganés, la participación subía casi cinco puntos respecto a los anteriores comicios, mientras que en Rivas-Vaciamadrid y Getafe el incremento había sido algo menor, en concreto, de 4,67 y 4,31 puntos, respectivamente. Sin embargo, en Alcorcón, apenas había variado 1,42 puntos y en Villa de Vallecas incluso había descendido, al pasar del 25,31% al 24,49%.

El mapa por distritos de Madrid dibujaba ya a mediodía un escenario parecido. El de Chamartín es el que había experimentado una mayor subida de la participación hasta el momento, al pasar de un 27,3% a un 31,02%. Le seguían Moncloa-Aravaca, con una participación del 31,4% (3,31 puntos más), y Chamberí, con un dato del 30,59% (2,82 puntos más). La otra cara de la moneda estaba en Arganzuela, donde la abstención a las 13:00 había crecido en 1,63 puntos, y Carabanchel, donde la participación había perdido 0,79 puntos. En zonas como Retiro, San Blas, Ciudad Lineal y La Latina, el número permaneció sin variaciones significativas, mientras que otras como Hortaleza, Fuencarral-El Pardo o Tetuán experimentaban subidas, aunque no demasiado importantes.

La jornada electoral transcurrió hasta entonces sin apenas incidentes. Lo más reseñable fue un acto protagonizado por activistas de Femen en las inmediaciones del colegio San Agustín de Chamartín, donde había votado la candidata de Vox, Rocío Monasterio. "Hoy es el día de la expresión, no de la reivindicación", condenó en la rueda de prensa de esta mañana el consejero madrileño de Justicia, Interior y Víctimas, Enrique López, que resaltó la normalidad con que se estaba desarrollando la jornada y pidió disculpas y paciencia por las colas.

"Debemos destacar la responsabilidad y tranquilidad con que los madrileños se están acercando a los colegios electorales", valoró López. "Yo creo que es muy seguro ir a votar", alentó. "Precisamente las colas se están desarrollando como consecuencia del protocolo covid, que exige mantener una distancia de seguridad entre los ciudadanos. Además, las noticias que nos están llegando es que, si bien existen esas colas, el tiempo medio de espera es muy rápido, se está gestionando el voto con mucha agilidad y por eso hay que llamar a la tranquilidad y no generar ningún problema en lo que se refiere a los ciudadanos", añadió. A este respecto, recordó que las franjas reservadas para que voten los enfermos de covid-19 y personas de riesgo son recomendables, pero no obligatorias.

Las elecciones más polarizadas

Menos de un mes después de las elecciones catalanas, las primeras en España celebradas en un contexto adverso derivado de la pandemia —las gallegas y las vascas tuvieron lugar en julio, cuando la incidencia era relativamente baja—, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, decidió adelantar las elecciones como respuesta a la moción de censura presentada en Murcia para tumbar la presidencia del también popular Fernando López Miras. Para evitar una moción de censura —o dos, en este caso, presentadas por Más Madrid y PSOE, aunque descartadas por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid—, la candidata por el PP, con los papeles preparados para una urgencia, firmó el decreto de disolución y la consecuente convocatoria de elecciones que han llevado a la capital hasta este 4 de mayo.

Con los colegios cerrados a los alumnos —el propio consejero de Educación decretó el 4 de mayo inhábil a efectos escolares— pero abiertos a los votantes, se llegaba al día D tras una campaña cargada de violencia simbólica y altamente polarizada. Tanto la propia Díaz Ayuso como el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, han recibido sendas cartas amenazantes, con balas incluidas, tal y como ha ocurrido con el ministro de Interior, la directora general de la Guardia Civil y la titular de Industria, e incluso con el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Las críticas se han centrado en Correos, un servicio que, tras más de una década sin actualizar sus protocolos de seguridad, como informó 'El Mundo', parece haber empeorado en lo que a controles se refiere desde la disolución de la banda terrorista ETA, hace ahora 10 años.

El Partido Popular al borde de la mayoría absoluta, Pablo Iglesias abandonando la política y unos datos casi inesperados de participación. La situación sanitaria en la Comunidad de Madrid no era nada halagüeña, aun con un buen ritmo de vacunación, la presión en las UCI era alta, y la incidencia en toda la comunidad, bastante elevada; todas estas circunstancias hacían pensar en una participación mínima, similar a las registradas en las elecciones catalanas de febrero, o en las vascas de julio, ambas con mínimos históricos. La realidad ha sido muy diferente: Madrid se ha convertido en la 'rara avis' de los comicios en pandemia. A primera hora, las largas colas auguraban una alta participación, y los avances fueron confirmando la tendencia hasta que, al cierre de los colegios, se comenzaron a publicar los datos provisionales, que mostraban una movilización de en torno al 75% de la población con derecho a voto.

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