Es noticia
La capital, el sur y movilizar: los tres ejes en la batalla por el voto de la izquierda
  1. España
  2. Madrid
Dónde es más fuerte cada uno

La capital, el sur y movilizar: los tres ejes en la batalla por el voto de la izquierda

Mantener un resultado similar al de 2019 sería un éxito para el PSOE, mientras que Más Madrid y Unidas Podemos compiten por crecer hacia el sur

Foto: Iglesias visita despensas solidarias en Vallecas durante la Semana Santa. (EFE)
Iglesias visita despensas solidarias en Vallecas durante la Semana Santa. (EFE)

Los carteles de la campaña de Más Madrid no gustaron entre una parte de su potencial electorado tuitero. Frente al lema 'Más Madriz de noches en el centro', muchos aludidos respondieron no sentirse representados en el perfil del votante de Malasaña. Más allá de la legítima indignación de quien vota a la izquierda en Aluche o en Parla y cuyo ocio nocturno no se circunscribe al centro de la capital, no sorprende que Más Madrid apunte, precisamente, a su principal nicho de votantes.

El distrito Centro fue el único sitio en toda la Comunidad de Madrid en el que Errejón ganó a Gabilondo en 2019. "Evidentemente, para nosotros la ciudad de Madrid es estratégica, pero no solo el distrito Centro", responde Pablo Gómez Perpinyà, diputado por Más Madrid en la Asamblea y segundo en la lista liderada por Mónica García. La capital reparte la mitad de los votos de toda la comunidad, sin tener en cuenta el censo de los residentes ausentes, cuya participación apenas llegó al 5% en los anteriores comicios autonómicos. Los municipios más poblados del cinturón rojo aglutinan un 17,5% de los electores (sin contar con los que viven en el extranjero), una cifra nada despreciable, pero muy por debajo del potencial capitalino.

"Somos primera fuerza [en la ciudad de Madrid], también en los distritos del sur", insiste Perpinyà en referencia a los resultados de las últimas elecciones municipales. No fue tan bien en las autonómicas y menos rédito dio el salto al nivel nacional seis meses después. Si la candidatura municipal logró un 31% de los votos en mayo de 2019, ese mismo día, la marca autonómica se quedó en el 15%. Y en las generales de noviembre no se llegó al 6% en la circunscripción. La lectura entre distintos comicios es poco comparable, pero sirve en este caso para ver cómo hasta la fecha el registro con más opciones para Más Madrid ha sido el municipal.

Al final, el partido nace de la escisión de las siglas municipales impulsadas por Podemos, Ahora Madrid, que lograron la alcaldía de la capital madrileña en 2015 con Manuela Carmena como cara visible del proyecto. Y aunque en 2019 la unión del Partido Popular y Ciudadanos con el apoyo de Vox dio el bastón de mando a Almeida, la candidatura de Carmena logró ser la más votada.

Existe la sensación de que los partidos del bloque se han repartido los papeles. Una suerte de acuerdo tácito al estilo de 'tú Madrid, tú el sur, todos a movilizar (y que Gabilondo aguante el tipo)' para que cada uno agite la contienda allí donde tiene más opciones. Pero quizá se trate de una ensoñación: en la práctica, donde más opciones de crecer consideran que tienen todos es en los distritos y municipios del sur, especialmente Más Madrid y Podemos. Y ninguno ha querido desmarcarse en esta batalla: los candidatos consultados para este artículo tardan poco en mencionar esa zona como eje fundamental en su estrategia electoral.

El candidato de Más Madrid recurre a uno de los principales hitos del Gobierno de Manuela Carmena, la experiencia de Madrid Central, para remarcar que es también posible en otros territorios. "Lo defendemos también para Móstoles, Parla... Todos merecen tener una ciudad limpia, a la altura de los retos climáticos", afirma Perpinyà.

Foto: Un cartel electoral gigante del candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo. (EFE)

"El PSOE está jugando a lo que solemos llamar el árbitro", opina la socióloga y politóloga especializada en sociodemografía y planificación estratégica de campañas María Gabriela Ortega. Con el objetivo de mantener su resultado, "está en el partido, pero no juega", considera. "Evidentemente, no lo comparto", responde a ese planteamiento Pilar Sánchez, diputada de la Asamblea y novena candidata en la lista del Partido Socialista. "Estamos dando la batalla en busca del voto de aquellas personas progresistas que quieren que la Comunidad de Madrid funcione. Y estamos bastante ilusionados y volcados en esa movilización de ese voto [del sur]".

Dentro del bloque de la izquierda, la opción ganadora en las últimas tres elecciones vividas en la Comunidad de Madrid ha sido de largo el PSOE, como se ve en el mapa de arriba. Y las encuestas conceden a Gabilondo un resultado para el 4 de mayo no muy por debajo del que sacó hace dos años, cuando obtuvo 37 escaños. Igualar este número, aunque no sea como primera fuerza, sería un éxito para el partido.

El apoyo a los socialistas se ha mostrado más transversal en los municipios de la región que el de los competidores en su espectro ideológico, aunque todos cosechan más apoyos en los distritos del sur de la capital y los municipios del conocido como 'cinturón rojo'. "Ahora mismo, gobernamos en bastantes de esos municipios y hay distritos donde hemos sido opción mayoritaria. Y es evidente que si hay un poquito más de participación, entendemos que nuestro resultado será mejor", cree Sánchez.

La formación liderada por Pablo Iglesias ha pedido en sus actos la movilización de Madrid sur para evitar la "humillación" ante el barrio de Salamanca. El marco del enfrentamiento según la zona de residencia cuenta con el componente del voto de clase. La relación entre la renta y la opción política escogida dibuja un mapa de división entre norte (con rentas más altas) y sur (con rentas más bajas).

En la misma línea se pronuncia Perpinyà: "Ese diferencial entre la cantidad de votos de Orcasitas y Salamanca tenemos que revertirlo". "El actual Gobierno de la Comunidad de Madrid ha considerado siempre estos distritos y municipios del sur como el otro Madrid, y nosotros creemos que tienen que estar todos en el Madrid de primera", coincide Sánchez.

Pero también dentro de la izquierda hay un patrón de clase, aunque menos evidente que si se compara el voto entre bloques. Los datos de renta con respecto a sección censal reflejan un perfil de votante especialmente distinto entre Más Madrid y Podemos. Dentro del municipio de Madrid, los primeros tienen mayor proporción de sufragios entre personas que viven en zonas de rentas altas, mientras que para los segundos sucede al revés.

[Fe de errores: en una primera versión de este artículo no se especificaba que el siguiente gráfico contaba con información de votos y renta solo del municipio de Madrid y no de toda la comunidad autónoma]

En buena medida, esto es consecuencia de que Más Madrid sea la opción preferida de los vecinos del centro de la capital, un distrito con rentas por encima de la media del municipio y de la región. El PSOE, de nuevo, dibuja un reparto más transversal, en sintonía con un voto más tradicional y fiel.

La insistente llamada a la movilización se sustenta en que las zonas donde los partidos de izquierda suman más votos que los de derechas registran menos tasa de participación. En las secciones censales donde ganó la abstención en 2019, el bloque de izquierdas cosechó un 60% de los votos. En 2019, Parla fue el segundo municipio de Madrid que registró peor dato de participación: solo un 58% de sus censados acudió a las urnas. Y entre los menos movilizados destacan también Fuenlabrada o Móstoles. PSOE, Más Madrid y Podemos miran ahora estos lugares con esperanza y coinciden en que una participación alta ahí será clave para poder gobernar.

Foto: El candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, con el trabajador de un restaurante. (EFE)

Pero movilizar a la izquierda no es sencillo. Las zonas de voto tradicionalmente obrero son lugares con rentas medias más bajas. Y al mismo tiempo, no es nuevo que las áreas con rentas más bajas tengan tasas más altas de abstención. Dicho de otro modo: a menos renta, menos votos.

No obstante y aunque pueda ser anecdótico, la mayor participación del electorado madrileño no siempre ha ido ligada el éxito de la izquierda. De hecho, el mejor resultado del bloque en Madrid se dio el año con la participación más baja en la comunidad, en 1991: la suma de PSOE e IU logró mayoría absoluta de escaños y Joaquín Leguina (PSOE) fue investido presidente.

Los expertos en demoscopia Ignacio Varela y Narciso Michavila contaron en El Confidencial que las encuestas apuntan a una participación histórica que podría superar el 70%, en favor de los partidos de izquierda. No se descarta incluso la opción de que el voto a la candidata del PP arrase hasta tal punto entre el electorado de derechas que empuje por debajo del umbral del 5% necesario para lograr escaño a Vox y Ciudadanos. Eso dejaría a Ayuso sin opción de gobernar salvo que obtenga mayoría absoluta, algo de lo que a día de hoy está lejos, según las encuestas.

Escaso movimiento entre bloques

Los datos de la encuesta preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) muestran poco movimiento desde el bloque de izquierdas hacia partidos de la derecha. La mayoría de quienes ya votaron a los socialistas en 2019, un 67%, volverá a hacerlo en esta ocasión. Y los que no, se irán principalmente a Más Madrid y Podemos. Entre estas dos formaciones sí que habría un partido que sale claramente ganando. Mientras que un 12% de quienes votaron a Más Madrid ahora afirma decantarse por Podemos, a la inversa la formación de Mónica García recibe a más de un 30% de los votantes de Podemos.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, conversa con el candidato socialista, Ángel Gabilondo (d). (EFE)

Ortega pone en tela de juicio que esto suceda. "Más Madrid nace del personalismo de Carmena y Errejón. Al no estar ninguno liderando, se han quedado huérfanos", opina. El CIS en este caso le da la razón: Mónica García es la cara menos conocida entre las propuestas con opción a lograr escaño en la Asamblea. "Conforme se va conociendo más, la simpatía va creciendo", advierte Perpinyà. Y apunta al 20% de indecisos: "Entre esos, un quinto está decidiendo si votar a Más Madrid".

Para la politóloga, la batalla real se libra entre los partidos a la izquierda del PSOE, y la clave está en la capacidad de Podemos de recuperar "lo que Más Madrid le quitó", que fue prácticamente todo. En 2015, el resultado de la formación morada alcanzó el 18% de los votos y 27 escaños. Cuatro años después, Podemos estuvo cerca de quedar por debajo del 5% de los votos, aunque finalmente entró en la Asamblea con siete escaños y Más Madrid consiguió 20. Aunque la suma en porcentaje de votos fue 1,6 puntos superior cuando ambos partidos fueron por separado, el número de escaños logrados fue el mismo para una Asamblea que pasó de repartir 129 a 132.

Los carteles de la campaña de Más Madrid no gustaron entre una parte de su potencial electorado tuitero. Frente al lema 'Más Madriz de noches en el centro', muchos aludidos respondieron no sentirse representados en el perfil del votante de Malasaña. Más allá de la legítima indignación de quien vota a la izquierda en Aluche o en Parla y cuyo ocio nocturno no se circunscribe al centro de la capital, no sorprende que Más Madrid apunte, precisamente, a su principal nicho de votantes.

Elecciones Madrid Más Madrid
El redactor recomienda