Más Madrid supera al PSOE y se convierte en la segunda fuerza más votada

Los resultados de las elecciones a la Comunidad de Madrid han supuesto un terremoto dentro del bloque progresista. Más Madrid ha arrinconado a un PSOE bajo mínimos, logrando un empate a 24 escaños y superándolo en votos. El 'efecto Mónica García', por encima de las previsiones de todas las encuestas, mejora los resultados de Más Madrid en 2019 en cuatro asientos y se sitúa con el título de segunda fuerza más votada (2.100 votos más que el PSOE al 96,78% escrutado).

La escisión morada se afianza en Madrid, aun compitiendo contra un Pablo Iglesias que mejoró en tres escaños los exiguos resultados de su formación en los anteriores comicios (cuando los morados apenas rebasaron en seis décimas la barrera del 5% y quedándose en siete asientos). Unos resultados que relanzan las posibilidades de que la marca de Errejón se extienda a otros territorios, dándole una segunda oportunidad después de haber fracasado en su aventura estatal de las elecciones generales.

Mónica García acarició en estos comicios el sueño del primer Podemos de 'sorpasar' a los socialistas en escaños, con un mensaje transversal y huidizo de la polarización, si bien la campaña electoral entre los partidos del bloque progresista destacó por evitar la confrontación y hasta la cerraron de la mano participando conjuntamente en el Primero de Mayo. Manifestaciones en las que se retrataron juntos con la foto de Cibeles o contrafoto de Colón.

En 2019, la suma de Más Madrid y Unidas Podemos se quedaron a diez escaños del PSOE, ganador de aquellas elecciones, y en esta ocasión ambas fuerzas han superado en nueve escaños al candidato socialista. En Madrid ciudad, la candidatura de García superó en casi dos puntos a la de Gabilondo. De los 21 distritos, en 18 de ellos Más Madrid obtuvo más apoyos que el PSOE.

Su modelo confederal de Más Madrid - Más País, en alianza con formaciones de regionales como Compromís, sigue sin construir y de ahí que no diese la batalla en otras elecciones autonómicas, como las gallegas y vascas, primero, y las catalanas del pasado febrero, después. Un proyecto verde, feminista y anclado en el territorio con un liderazgo renovado, al menos en su feudo madrileño.

Un liderazgo de entrada y otro de salida. Si Mónica García se afianza en este espacio, Pablo Iglesias está en pleno relevo de su liderazgo en Unidas Podemos. Una salida que lleva varios meses preparando, que el adelanto electoral precipitó y que los resultados en la Comunidad de Madrid, por debajo de las expectativas que había generado, podrían acelerar. Ya durante los últimos días abonó el terreno al oficializar que no se volvería a presentar a secretario general poniendo fecha para su relevo: 2023. Coincidiendo con el mandato de ocho años que, según los estatutos, es el máximo si no se convoca una consulta a las bases para extenderlo de forma extraordinaria hasta los doce años.

En una reciente entrevista con el diario italiano 'Corrierre della Sera', Iglesias reconocía que "la política corre rápido y mi figura está gastada", para asegurar en referencia a Yolanda Díaz que "es necesario comprender cuándo dar un paso adelante para guiar y cuándo hacia atrás para estar en posición más modesta". Nuevos rostros, nuevas posiciones de partida y viejas rivalidades por ocupar un espacio electoral en el que difícilmente caben dos.

La presencia de Unidas Podemos en el Gobierno sigue sin lograr rentabilizarse, aunque el salto de Iglesias a Madrid ha alejado el fantasma de convertirse en fuerza extraparlamentaria. Con todo, el "desgaste" de la figura de Iglesias se ha reflejado en unas elecciones en las que decidió dar su última batalla electoral tras dejar la vicepresidencia segunda del Gobierno con la épica de "frenar a la ultraderecha". Las clases en la universidad y el "periodismo crítico" son las tareas a futuro que ya dijo tener en mente en otra reciente entrevista con 'La Sexta'. Se comienza a cerrar una etapa en Unidas Podemos y se abre otra en Más Madrid - Más País.