Las sospechas de irregularidades sobrevuelan el centro de arte más importante de Tenerife

El Tenerife Espacio de las Artes (TEA) estaba llamado a ser un gran dinamizador cultural no solo de la isla, sino del archipiélago. En cambio, las sospechas de enchufismo e irregularidades en las convocatorias públicas han viciado ese espíritu genuino por el que fue creado. El último movimiento ha llegado por parte de cuatro asociaciones que han criticado las bases de la convocatoria para la dirección artística de esta entidad pública dependiente del Cabildo. No es el único caso, un largo historial de lo que personas del sector denominan "malas prácticas" les precede, incluso algunos casos ya judicializados. Desde el TEA, sin embargo, sostienen que todos los procedimientos se han ajustado a la ley.

"La actual convocatoria para la dirección artística de TEA es la última de una serie de convocatorias que en los últimos años han estado empañadas por las acusaciones de malas prácticas, falta de ética y de estética". Así de contundente se muestra Frasco Pinto, al frente de la prestigiosa galería de arte Artizar en referencia a la convocatoria también criticada por el Instituto de Arte Contemporáneo, Mujeres en las Artes Visuales, Unión de Artistas Contemporáneos de España y la Asociación Islas Canarias de Artistas Visuales.

En un comunicado, estas cuatro entidades tildan de "línea deficitaria" la dinámica llevada a cabo por parte del TEA a colación de la última convocatoria para la dirección artística. Además, "no se precisa el dominio de ningún idioma extranjero (normalmente es el inglés el idioma solicitado en convocatorias similares, valorándose objetivamente el dominio de otros), ni que la licenciatura o la formación académica estén de algún modo conectadas u orientadas a los fines artísticos de una entidad de estas características", añaden en su escrito. El TEA, en este sentido, responde que los candidatos tendrán que incluir su nivel de idiomas en el currículo que deben presentar.

A mayor abundamiento, se prima en general la valoración discrecional antes que la objetiva a la hora de ponderar los requisitos dentro de los porcentajes atribuidos respectivamente a la valoración del currículum, perfil y exposición, siendo los criterios de valoración de los mismos desconocidos, pues no se informa sobre ellos, según las asociaciones. Ante ello, la entidad tinerfeña comenta que la "discrecionalidad técnica" mencionadas en las bases "se refiere a la capacidad que dispone el órgano de selección para tomar decisiones basadas en criterios técnicos, profesionales y de mérito, siempre dentro de los márgenes que el ordenamiento jurídico establece".

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Una búsqueda sospechosa

Para Pinto, "toda convocatoria de importancia que ha sacado el TEA plantea serias dudas en sus procesos, y además se ha normalizado otorgar a dedo proyectos de gran envergadura como Fotonoviembre o la nueva Bienal de TEA, colocando siempre a alguien afín a la dirección". Así pues, considera que "el hecho de que la actual convocatoria tenga unos requisitos tan básicos en unos aspectos (no es necesaria una titulación en artes ni un nivel mínimo de inglés) pero excluya titulaciones de otros países, deja entrever que desde la gerencia se busca un perfil muy local y, viendo los antecedentes, muy afín". Desde la entidad artística se defienden al explicar que "se trata de contrataciones mercantiles que atienden a la normativa específica en esta materia".

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Asimismo, el galerista incide que el TEA, cuya gerencia recayó en Jerónimo Cabrera en 2016, responsable de las convocatorias del museo, "es evidente que no ha seguido el documento de buenas prácticas" del Ministerio de Cultura porque ni siquiera han hecho públicos los nombres del comité evaluador antes de cerrar la convocatoria este 20 de marzo. La entidad, por su parte, asegura que una vez recibidas todas las candidaturas es cuando se deben hacer públicos los nombres de las personas que integrarán el comité.

Adonay Bermúdez, comisario independiente con gran bagaje en el sector artístico canario, se pregunta "por qué desde la gerencia de TEA, al elaborar las bases, deja fuera, por ejemplo, a los profesionales extranjeros o no exige que el nuevo director o directora hable inglés". "Es una práctica bastante anómala en concursos de dirección de museos que da a entender que tiene a algún candidato en la cabeza al que le está allanando el camino", opina. Desde el TEA sostienen que "no se excluye a personas con titulaciones de otros países" y que "se trata de una cláusula estándar para los procesos selectivos de personal de la entidad".

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Otros procesos con dudas

Tras estas presuntas irregularidades se esconden algunos nombres propios que salen a la palestra al hablar con fuentes cercanas al TEA y que prefieren mantenerse en el anonimato por miedo a perder posibles trabajos futuros. Pinto, el galerista, cuenta que uno de esos nombres es el de Gilberto González, quien llegó al TEA como director artístico en junio de 2018 "tras un concurso también plagado de irregularidades y con varias impugnaciones". "Quizá las más grave de estas irregularidades es que ejercía como miembro del consejo de administración de TEA hasta noviembre de 2016, lo que le imposibilitaba optar a la plaza de director artístico, ya que se exigían al menos dos años de gracia antes de optar a dicho cargo", sostiene.

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En este sentido, el TEA defiende que "no existía vínculo jurídico que integrase al adjudicatario dentro de la plantilla del TEA, lo que le excluiría de la aplicación de la Ley de Incompatibilidades del personal al servicio de las Administraciones Públicas, ni tampoco le es aplicable la Ley de Incompatibilidades de los miembros del Gobierno y altos cargos de la Comunidad Autónoma de Canarias".

El propio González ganó la dirección de la Bienal Fotonoviembre 2017 con Jerónimo Cabrera como gerente de TEA "en otra convocatoria plagada de impugnaciones e irregularidades en forma de licitación, en la que González salió seleccionado mediante una baremación que apostaba más por la naturaleza económica, algo que no es corriente en las convocatorias dirigidas a cubrir este tipo de direcciones", censura el galerista.

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Las sospechas de irregularidades también han tenido consecuencias dentro del propio TEA. María Isabel Navarro Segura presentó su dimisión como integrante del Consejo de Administración de la entidad por ello en octubre de 2018. En su carta de dimisión, a la que ha tenido acceso El Confidencial, Navarro manifiesta que en los dos años anteriores se habían producido "diversos hechos a través de los cuales fueron modificándose los procedimientos seguidos previamente, tanto en cuanto a los métodos en las convocatorias, en el acceso a la documentación correspondiente a las actas y otros documentos relativos a los acuerdos adoptados".

Un gestor cultural canario con más de 15 años de experiencia en las islas indica que "sorprendió mucho que ganara González, porque en ese momento apenas tenía currículum, sobre todo cuando nos enteramos de quiénes se habían quedado fuera". Pinto también indica que González "se atrincheró y rodeó de sus fieles" y dio a dedo "convocatorias importantes como las Bienales de Fotografía 2019, 2021 y 2023, y colocando en puestos clave del museo a sus más allegados con convocatorias también rodeadas de polémica".

Un informe desaparecido

Este gestor cultural señala a Jerónimo Cabrera, "quien también metió a González como asesor de la colección del TEA. Vemos un patrón, que es hacer las bases de las convocatorias dirigidas a sus personas afines", agrega. De hecho, recuerda cómo cuando González asumió la dirección de Fotonoviembre las bases valoraban "cosas rarísimas”, como el haber trabajado con asociaciones culturales locales. "Eso no lo piden en un puesto de dirección de un museo, pero aquí sí porque González tenía una asociación cultural en la isla", señala.

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Sobre Cabrera también habla una persona que ha formado parte del TEA pero que prefiere mantenerse en el anonimato: "TEA encargó, en el mandato anterior, un informe a la empresa de gestión de recursos humanos Nexo que fue pagado por la entidad pero que se encuentra en paradero desconocido y el propio Cabrera dice desconocer, seguramente porque dicho informe cuestiona su gestión", señala. Y añade: "Parece muy grave que se pierda un informe pagado con dinero público".

Preguntado por ello, fuentes internar del TEA asumen que "la entidad se encuentra en un proceso de redefinición y actualización de las funciones y puestos de trabajo que integran su plantilla". Así pues, este informe al que es uno de varios documentos que se han subcontratado y que "deberán conducir a un acuerdo del consejo de administración al final de este ejercicio". El informe tiene carácter interno y formará parte de la fundamentación del acuerdo al que llegue el consejo, aseguran.

Otra persona que conoce a la perfección el funcionamiento interno del TEA y ligada al sector artístico de Tenerife afirma que "Cabrera y González han conseguido hacer del TEA su propio cortijo". Así argumenta su postura: "Es vox populi que los comisariados, la parte artística, los montajes de las exposiciones, todos son de su círculo cercano. Entienden el TEA como un espacio suyo, privado, en el que poder hacer lo que quieran". "La gente está muy cansada de ellos y la última convocatoria ha hecho que se abriera la caja de Pandora", establece esta fuente. Desde el TEA responde: "La entidad tramita los contratos y acuerdos de ámbito artístico en función de la propuesta realizada por la dirección artística en virtud de las potestades conferidas estatutariamente a ese puesto".

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De esa caja de Pandora ha salido otro nombre, Néstor Delgado, que actuaba "casi como uno de los asistentes de González", apunta Pinto, el galerista. En 2021 ganó la plaza de conservador de exposiciones temporales de TEA, superando a casi un centenar de profesionales "tras una serie de irregularidades como cambiar la exigencia de B1 de inglés a B2 una vez había finalizado el plazo de presentación o una puntuación sospechosamente baja en la entrevista al candidato con mayor experiencia, con diferencia, de los que optaban a la plaza".

Todo está en manos del juez

Este candidato con mayor experiencia al que se refiere Pinto es Santiago Campuzano, actual jefe del Departamento de Exposiciones del Centro Andaluz de la Fotografía. "Saqué una de las mejores puntuaciones en el examen, la mejor en la prueba de idiomas, y en el concurso de méritos estaba muy por encima del supuesto candidato favorito, pero buscaban dejarme fuera por todas las maneras", comenta a El Confidencial el propio afectado desde Almería.

Por su parte, el TEA contradice al galerista y a Campuzano: "Las bases no se cambiaron en ningún momento y el proceso contó con la supervisión del servicio administrativo competente en la materia del Cabildo Insular de Tenerife", han explicado desde la institución artística.

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De todas formas, será un juez el que determine si realmente Campuzano fue discriminado tras un arduo proceso judicial en el que sí se han apreciado indicios de irregularidades por parte del TEA. "Esto es una percepción, no se puede denunciar, pero en la fase de la entrevista personal me dieron la peor calificación, me penalizaron al máximo. Hubo gente que solo había hecho unas prácticas en el TEA que sacó mejor calificación que yo", critica.

"Este proceso, por muchos motivos, desdibuja cualquier garantía de igualdad y transparencia. Una mancha más en el historial que tiene el TEA en este tipo de cuestiones", concluye Campuzano. Tal y como determina Pinto, "lo más triste de este asunto es que, con su sectaria gestión, Jerónimo Cabrera y Gilberto González han conseguido que ya no consideremos TEA como el museo de todos, sino como el museo de ellos".