Obras maestras, chinos y mucha especulación en las elitistas subastas de arte ultra contemporáneo

Tienen menos de 40 años pero sus precios en subasta se han disparado en muy corto espacio de tiempo hasta el punto de que están animando las más prestigiosas pujas de Nueva York, Londres y Hong Kong. El mercado del arte ultra contemporáneo está llamando cada vez más la atención de los coleccionistas. Solo en el primer semestre de este año más de 4.500 obras encontraron comprador. Y lo están haciendo con unas cifras cada vez más altas.

Flora Yukhnovich alcanzó recientemente la cifra de 3,6 millones de dólares mientras que Avery Singer, 5,2 millones. Loie Hollowell es otro ejemplo de joven pintora cuyo precio en subasta no ha parado de crecer. La artista acaba de lograr un nuevo récord personal de 2,2 millones de dólares en Hong Kong. Así como Michael Armitage, que también ha colocado una pintura por esa misma cantidad en Londres.

En otro rango de precios más bajo tenemos a Michaela Yearwood-Dan, que lidera un movimiento de artistas abstractos negros emergentes y también provocó una puja agresiva en Christie's a finales de febrero, alcanzando un resultado récord de 884.000 dólares por su Love me nots. El costo final superó en más de diez veces el precio recomendado, habiéndose fijado la estimación más alta en 72.000 dólares.

Las 10 obras ultra contemporáneas vendidas más caras en subasta (primer semestre de 2023)

Todos ellos tienen un denominador común. Sus obras son muy difíciles de encontrar y están representados por poderosas galerías internacionales como Pace, Miro, Gagosian, Zwirner o Hauser & Wirth, entre otras, que controlan sus pujas. El precio de las obras de Hollowell por ejemplo, se ha disparado desde 2017, casualmente desde que cuenta con el apoyo de la galería Pace. Armitage por su parte, es muy complicado de encontrar porque sus galerías también tienen un estricto control sobre su mercado y han logrado crear escasez. Es cierto que su polémico y transgresor cuadro Muliro Gardens (baboons) superó las estimaciones previas, pero también que fue su único lienzo importante subastado este año. Si quieres algo más de él, tienes que esperar. Y ya saben lo que les ocurre a los ansiosos compradores cuando les dices que algo se ha agotado. Que ese algo duplica su valor en venta.

Según Artprice el 75% de los artistas más cotizados vende generalmente menos de diez lotes cada semestre del año. Por ejemplo, solo se presentó un lote en el primer semestre de 2023 para los muy buscados Noah Davis y Akunyili Crosby. Avery Singer se encuentra en el Top 10 semestral con apenas dos resultados en todo el mundo, mientras que para cada una de las codiciadas firmas de Christina Quarles —a la que entrevistamos recientemente en El Grito—,Issy Wood o Lucas Arruda se ofrecieron solo tres trabajos.

Las 10 principales subidas de precios de obras ultra contemporáneas (primer semestre de 2023)

Pero el caso es que da igual porque la paciencia de los coleccionistas es infinita. A día de hoy se forman largas y exclusivas listas de espera cada vez que una obra de estos artistas sale a la venta. Sobre todo en Hong Kong, donde están dispuestos a pagar lo que sea.

Hong Kong, donde más se paga por el arte ultra contemporáneo

El arte ultra contemporáneo no representa una fuente importante de ingresos para la gran mayoría de casas de subastas. Únicamente aquellas con extensas redes internacionales y un fuerte músculo financiero se atreven a introducir jóvenes talentos. Es decir, Sotheby’s, Christie's y principalmente Phillips, que está mucho más centrada en la búsqueda de artistas emergentes como Emmanuel Taku, George Rouy, Anna Park, Laure Mary-Couégnias o Jo Messer.

Situadas en las tres ciudades donde los coleccionistas de arte ultra contemporáneo son más activos (Nueva York, Londres y Hong Kong), las tres casas de subastas ya generan el 81% de la facturación mundial en este segmento. Pero es esta última región la que especialmente se está desmarcando del resto.

Hong Kong, cuyo mercado de subastas ni existía antes de 2008, se ha convertido de forma vertiginosa en un importante hub de arte ultra contemporáneo. En el primer semestre de 2023 se gastaron en la ciudad china 39 millones de dólares procedentes de la venta de 239 obras, en comparación con los 41 millones de dólares de Nueva York, pero de 688 lotes vendidos. Dicho de otra forma, las batallas más emocionantes por las obras de jóvenes artistas occidentales se están produciendo principalmente en este territorio y no en Londres, París, Miami u otra parte del globo, por muy glamorosas que estas sean.

Camilla Engstrom por ejemplo, artista cuya enorme popularidad se gestó en la red social Instagram, fue expuesta en la galería alemana König en 2022, sin mucho éxito. Sin embargo, posteriormente Christie's puso a la venta su Love Tastes Delicious en su sucursal de Hong Kong, alcanzando casi los 73.000 dólares, estando valorada en 15.000. En la primavera de 2023, Phillips apostó por la misma estrategia y eligió Hong Kong para vender su Purple Lake, vendiéndose por 48.500 dólares cuando la estimación era de unos 19.000

Este mercado está inflando tanto los precios que se producen disparidades tan grotescas como en el caso de Louise Bonnet, que vendió en Sotheby's Hong Kong su lienzo The Ice Skater por 722.000 dólares mientras que unos meses más tarde, en Nueva York, no logró vender ninguna obra que se acercara a ese precio. Otros artistas que se han coronado este año en Hong Kong con resultados de más de un millón han sido el fallecido Matthew Wong, Avery Singer, Lucy Bull y Jadé Fadojutimi.

Phillips, Sotheby's y Christie's están expandiéndose en Hong Kong con nuevas sedes y espléndidas casas de subastas diseñadas por prestigiosos estudios de arquitectos como Zaha Hadid o Herzog & de Meuron. Solo hará falta comprobar cuáles de estos jóvenes artistas superan la tan temible prueba del paso de los años y lo que valdrán dentro de ese tiempo.