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Sánchez corta de raíz el debate sucesorio y da por hecho que se volverá a presentar
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Entrevista en TVE y la SER

Sánchez corta de raíz el debate sucesorio y da por hecho que se volverá a presentar

El presidente insiste en su cruzada contra la desinformación, pero no desvela cómo la piensa combatir. Medita medidas sobre el bloqueo del CGPJ y no deja claro si optará por el cambio de mayorías

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la entrevista de televisión. (RTVE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la entrevista de televisión. (RTVE)
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De todas los caminos que Pedro Sánchez podía tomar tras sus cinco días de reflexión, el que menos se preveía es justamente que solo se quedara. La rutina no es atractiva y si encima el PSOE ha puesto todo de su parte para convertir su posible dimisión en un drama, al desenlace le ha faltado un punto de sal. Aun así, la posibilidad de que se marchara ha abierto en este tiempo el debate sobre la sucesión, con María Jesús Montero como principal candidata.

La vida sin Sánchez ha sido como nunca una discusión real. Y esta mañana, en una entrevista en la SER, el presidente se apresuró a cortarla de raíz. No solo se queda, es que se volverá a presentar. Mientras el PSOE lo apoye, los españoles le voten y él tenga "ganas", "convicción" e "ideas de transformación". Porque, además, destacó, ahora tiene delante el reto "por la regeneración pendiente de nuestra democracia". Y esto "no se hace ni en tres días, ni en tres meses, ni en tres años, trasciende esta legislatura".

Las medidas que piensa poner en marcha se desconocen todavía. Ni hoy en la radio ni anoche en TVE, después de su declaración institucional del lunes sin preguntas, el jefe del Ejecutivo ha ofrecido muchas pistas. Solo algunas pinceladas. Insiste en que es necesario emprender una cruzada contra la "desinformación" que, en su opinión, está afectando a la convivencia. Sánchez alude a la existencia de un círculo perfecto que une a "seudomedios", a la oposición, PP y Vox, y a organizaciones como Manos Limpias, que presentó la denuncia judicial contra su mujer, Begoña Gómez.

"Tenemos que ser conscientes del desafío que implica el uso espurio de las redes sociales, también de estas páginas web que están financiadas con distinto dinero, tanto de gobiernos autonómicos como de gobiernos municipales del PP con la ultraderecha, por determinadas empresas y ser conscientes del desafío que tenemos de profundización de la democracia", señaló. En su opinión, los populares junto con Vox "han dado por perdida la batalla de las ideas". "Aquí no hay crispación, hay agresión", defendió.

Su crítica se centra en "digitales o páginas web" que a su juicio no son medios informativos y que están "pervirtiendo" el debate público y alimentando lo que denomina la "maquinaria del fango". Contra esta galaxia quiere actuar, saber quién lo financia, pero sin concretar ningún plan. Aunque esta mañana sí aludió a que la ley de publicidad institucional no se cumple por parte de todas las administraciones

Su idea es abordar este tema buscando un consenso "transversal", pero el Gobierno pondrá sobre la mesa sus propias propuestas. Los criterios de esa estrategia serán, obviamente, la "legalidad", implicar a "gente de derechas y de izquierdas" para "defender la libertad de prensa, pero no el fango" y que sea de aplicación universal porque "no es contra nadie". El presidente reconoce que otros políticos como Pablo Iglesias o Mónica Oltra e intelectuales y periodistas también han sufrido ataques. Pero el detonante de esta iniciativa han sido las informaciones sobre su esposa, algunas de ellas publicadas por El Confidencial y, en el caso de este diario, totalmente contrastadas.

Asume que "no es sencillo poner un límite a lo que es bulo y lo que es desinformación", pero por ello impulsará que participe el Parlamento y los medios de comunicación, aunque el propio Ejecutivo propondrá acciones.

Sánchez busca que "la ciudadanía se remueva". Cree que ya lo ha hecho durante estos cinco días en los que él ha estado enclaustrado en la Moncloa, en alusión a la manifestación a las puertas de Ferraz, y que existe un "rechazo social" a las noticias falsas. Este asunto se tratará con todos los portavoces parlamentarios sin dar una preeminencia al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, pero el jefe del Ejecutivo no pone ni plazos ni profundiza más en el debate.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (EFE / J. J. Guillén)

En todo esto consistiría su anuncio de protagonizar un "punto y aparte" en el devenir político. Es partidario de orillar "el insulto" porque incluso los ciudadanos que no le votan no comparten esta forma de hacer política, esas "malas artes" que atribuye al PP.

El presidente, ante su idea de liderar ahora un fortalecimiento de la democracia española, sostiene que el debate es necesario tanto en los medios de comunicación como en el Poder Judicial. Y que ha errado al no abrirlo antes. "Me gustaría que los miembros del Consejo General del Poder Judicial y la judicatura en general fueran conscientes de que este Gobierno lo que quiere es ayudar", dijo.

Volvió a acusar al PP del "secuestro" del CGPJ, que lleva cinco años bloqueado, y aseguró que a esta situación hay que darle respuesta. En ese sentido, validó que se puede "explorar" la propuesta del presidente del órgano de los jueces, Vicente Guilarte, que propone quitar a este órgano el poder de los nombramientos clave para que los partidos pierdan el interés en controlarlo. También apuntó a estudiar otras alternativas, pero no citó directamente la opción de cambiar el sistema de elección del CGPJ y rebajar las mayorías. El jefe del Ejecutivo lo deja en el aire: "Lo puedo hacer o no". Bruselas ya se lo impidió cuando lo intentó.

Sánchez incluso se abrió a una regulación del consorte o la consorte del presidente del Gobierno, para que, como defiende, su mujer pueda trabajar y no vea afectada su carrera profesional con una serie de requisitos que no colisionen con la actividad política.

Su idea es abordar este asunto buscando un consenso "transversal", pero el Gobierno pondrá sobre la mesa sus propias propuestas.

De todas los caminos que Pedro Sánchez podía tomar tras sus cinco días de reflexión, el que menos se preveía es justamente que solo se quedara. La rutina no es atractiva y si encima el PSOE ha puesto todo de su parte para convertir su posible dimisión en un drama, al desenlace le ha faltado un punto de sal. Aun así, la posibilidad de que se marchara ha abierto en este tiempo el debate sobre la sucesión, con María Jesús Montero como principal candidata.

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