Dos hermanos para un cabildo: la carrera de Javier y Alpidio por hacerse con El Hierro

Sus padres dicen que cada uno votará a un hijo, pero no desvelan a cuál. El resto de la familia —son 5 hermanos— lo vive con normalidad. Alpidio y Javier Armas siempre han estado en política, pero ahora es distinto. Se disputan la presidencia del Cabildo de El Hierro. El primero, cabeza de lista por el PSOE y el segundo lidera la plancha de la formación nacionalista Agrupación Herreña Independiente (AHI) con gran presencia en la isla. Son un ejemplo del respeto y la cordialidad frente a la factoría generalizada de enfrentamientos, ofensas e insultos.

Los hermanos Armas prefieren quedarse con los puntos en común. Les une su deseo de mejorar la vida de los 11.000 habitantes de El Hierro, aunque esa intención la aborden desde siglas distintas. “Políticamente, nunca hemos tenido una discusión. Hasta ahora, no nos hemos encontrado en una misma institución, pero tampoco hemos tenido una sola discusión sobre nuestras visiones”, asegura Javier a El Confidencial.

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Le sigue al mayor, Alpidio. “Solo en el orden de nacimiento”, aclara con socarronería y añade: “No hemos coincidido afrontando juntos un mismo problema público, pero no creo que discrepemos mucho sobre una posible solución porque nos guía el interés general y el bien de la mayoría de los herreños”.

El diálogo ha sido el cemento que ha unido a estos dos hermanos. Compartieron la misma habitación durante más de 10 años, fueron juntos al instituto en la misma clase y en un pupitre al lado del otro. Saben perfectamente lo que piensa cada uno, se respetan y entienden que su obligación es tener una buena convivencia y mantener el ámbito familiar alejado de la política.

Los dos nacieron en El Hierro y siendo niños se trasladaron a la isla de Tenerife. Javier con ocho años y Alpidio con diez. Su padre fue agricultor, taxista y emigrante a Venezuela en varias ocasiones. Era la manera, como la de tantos muchos canarios, de mejorar su economía.

"No creo que discrepemos mucho sobre una posible solución porque nos guía el interés general y el bien de la mayoría de los herreños”

El ejemplo de su padre forjó en ellos el afán por progresar y la capacidad de sacrificio. De jóvenes trabajaron en el taxi de su padre y fue la vía de obtener recursos para pagarse sus gastos. Ambos lograron estudios superiores y también comparten la enseñanza como profesión. Años más tarde, regresaron a su isla natal.

“Yo no me voy a enfrentar a mi hermano”

Los dos hermanos se han sentado a charlar sobre la peculiar coincidencia de disputarse la presidencia del Cabildo herreño. Javier lo explica: “Ante esta nueva situación, he hablado con él y hemos acordado que haremos todo lo posible para que nuestra relación siga exactamente igual”.

Reconoce que esta circunstancia va a suponer un esfuerzo y asegura que lo pondrá fácil porque no concibe la política como una lucha ni considera enemigos a sus adversarios. Al contrario, prefiere instalarse en el ámbito de los acuerdos y en el respeto a las ideas dentro de su partido y también fuera de él.

No concibe la política como una lucha ni considera enemigos a sus adversarios. Prefiere instalarse en el ámbito de los acuerdos

“No me voy a enfrentar a mi hermano”, afirma con rotundidad. “Yo no voy a luchar contra nadie. Voy a intentar llevar a mi partido a la presidencia del Cabildo para transformar mi isla y para hacer las cosas como consideramos que tienen que hacerse. Nunca en contra de nada ni de nadie en lo personal. Si alguien espera un enfrentamiento, no va a suceder”.

Puede que este sea el pensamiento de algunos herreños en una isla en la que casi todos se conocen y en la que se convocarán mítines, como en cualquier proceso electoral, donde se abordará la gestión del actual equipo de gobierno dirigido por su hermano.

Alpidio desestimó hacer comentarios a El Confidencial. Su hermano Javier lo tiene claro: “Defenderé los postulados en los que creo para mejorar esa gestión. Haré valoraciones sobre las decisiones bien tomadas y también de las malas, algo que debe quedar estrictamente en el ámbito político”.

Opinión

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Asegura que no percibe nada especial entre los habitantes de El Hierro tras el anuncio de las candidaturas de ambos: “Yo no le daría demasiada importancia y lo dejaría en un asunto anecdótico. No creo que ningún votante esté pensando en la diferencia entre hermanos. Ejercerá su derecho al voto en función de los programas y las soluciones que les ofrezca cada partido representado por cada hermano”.

Dos formaciones políticas distintas y dos trayectorias diferentes. Alpidio se convirtió en secretario general de los socialistas herreños en 2007, año en el que fue también candidato al Senado. Representó a su formación en el Parlamento de Canarias, fue presidente del Cabildo de El Hierro entre 2011 y 2015, cargo que retomó en 2019 hasta ahora.

Javier tuvo una larga trayectoria de carácter técnico en el Cabildo herreño hasta que en 2007 fue consejero de esta institución. Desde 2011 hasta 2019 desempeñó cargos públicos en la Administración regional, regresó a impartir clases en su colegio, se jubiló y ahora afronta el reto de dejar en la oposición a su hermano.

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O pactar. Los números los carga el diablo y en función de los resultados puede darse ese escenario. Javier no elude la situación: “No lo he valorado, pero me parece muy aventurado y poco ético decir a los ciudadanos si voy a pactar con mi hermano o no. Mi único empeño ahora es trasladar nuestras propuestas y lo que suceda después no lo sé yo ni nadie. Lo que voy a intentar es que mi formación sea la más votada para ser proclamado presidente del Cabildo”.

Nunca ha intentado convencer a Alpidio para dejar el PSOE y unirse a él en la formación nacionalista. Tampoco ha pasado en el sentido contrario. Ni siquiera había estado en sus planes liderar ahora la candidatura. “Ha sucedido sin pretenderlo. Mi partido me lo pidió y lo acepté, pero mi intención era disfrutar de mi jubilación y dedicarme a la familia”. Siempre la palabra familia en su vocabulario.