España podrá atraer a multinacionales con el impuesto mínimo gracias a Canarias

La Unión Europea pone fin a los países-chiringuitos y a la competición fiscal en su territorio. En 2024 se aplicará el impuesto mínimo del 15% para las multinacionales instaladas en cualquiera de los Estados miembros. Pretende así acabar con los años dorados de Irlanda, Malta, Luxemburgo o Chipre, aunque existe una excepción legal de baja tributación única en Europa. Y está en España. Es la Zona Especial Canaria (ZEC), con plenas garantías jurídicas y autorizada por la Comisión Europea desde el año 2000.

El Gobierno central ha iniciado el proceso para transponer la directiva comunitaria que fija ese 15% como tipo mínimo en el Impuesto de Sociedades para aquellas empresas que facturen por encima de los 750 millones de euros anuales. A pesar de su entrada en vigor, España será el único país europeo que podrá atraer a multinacionales con el reclamo de una tributación inferior.

Es viable a través de la ZEC, adscrita al ministerio de Hacienda, y se creó en Canarias con la finalidad de promover su desarrollo económico y social y diversificar su estructura productiva. Su concesión no es dadivosa ni privilegiada. Con ello, se pretende compensar las dificultades que tiene el archipiélago como territorio alejado, fragmentado y con peores índices económicos que la media española.

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Las ventajas de integrarse en la ZEC son múltiples. La más llamativa es la imposición de solo un 4% sobre los beneficios empresariales, la más baja de Europa, frente al 25% nacional. Una tributación que aún puede ser menor. No es ciencia ficción. Las empresas adscritas pueden también beneficiarse de otros incentivos presentes en el archipiélago e igualmente aprobados por la UE.

Es el caso de la Reserva para Inversiones en Canarias (RIC). Se trata de una figura por la que las sociedades pueden reducir su base imponible hasta en un 90% si reinvierten sus beneficios en nuevos activos o en empleo. Si una empresa que pertenezca a la ZEC utiliza este incentivo, el Impuesto de Sociedades no llegaría al 0,5%.

Además, las empresas de la ZEC cuentan, entre otras, con exenciones en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados o en el Impuesto sobre la Renta de No Residentes. Unas particularidades que suman atractivo a la llegada de empresas de cualquier tamaño.

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Para poder ser admitidas, las entidades o sucursales de nueva creación deben tener su sede efectiva en Canarias, realizar una inversión mínima entre los 50.000 y 100.000 euros —en algunos supuestos no se exige— crear al menos entre 3 y 5 puestos de trabajo y que se dediquen a algunas de las actividades permitidas.

No todas las sociedades pueden adherirse a la ZEC. Hay sectores prohibidos como los servicios financieros y de seguros, la construcción, el comercio minorista, el alojativo o la restauración. Por el contrario, las actividades relacionadas con las TIC, el sector audiovisual, el marítimo o la logística tienen la alfombra roja para acceder.

Mejores condiciones que en el resto de Europa

Canarias, desde 2022, ya está excluida del tipo mínimo del 15% para las sociedades con facturación inferior a los 750 millones de euros. Sin embargo, la excepción en las islas a la nueva armonización europea para las sociedades que superen esa cantidad se complica y tiene voces críticas. Algunos sectores políticos batallan para que no se aplique en el archipiélago argumentando la condición de región ultraperiférica y el diferencial fiscal reconocido por la UE.

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Sin embargo, el presidente de la ZEC, Pablo Hernández, considera que su exclusión en el archipiélago “es el peor de los escenarios”. Aclara a El Confidencial que el sistema se ha diseñado de tal forma que si el impuesto mínimo no lo recauda España lo harán otros países en los que la empresa tenga la matriz, una filial o cualquier otra conexión. Es decir, “nuestro país se queda sin la recaudación y, además, sin el efecto económico que genera esa empresa”, afirma.

Hernández insiste en que, por debajo de los 750 millones de volumen de negocio, las sociedades inscritas en la ZEC que cumplan con los requisitos tienen garantizado el 4% del Impuesto de Sociedades. Para las que rebasen esa cifra, y a pesar de la implantación del impuesto mínimo, “siempre estarán en mejores condiciones en las islas que en el resto de Europa”.

La explicación de esta ventaja está relacionada con el funcionamiento de esta zona especial y con el motivo por el que fue autorizada por Bruselas. Para inscribirse, muy lejos de las condiciones de los chiringuitos fiscales, se exige generar actividad. En términos generales, invertir en activos y crear puestos de trabajo, así que todo el beneficio generado en Canarias vinculado a estos dos aspectos estará excluido del impuesto mínimo.

“España tiene una oportunidad única con Canarias para atraer a grandes corporaciones", dice el presidente de la ZEC, Pablo Hernández

En muy pocos casos, en sectores muy concretos como el I+D con beneficios muy altos en relación con los activos y el número de empleos ubicados en las islas, pueden quedar afectados por una tributación por encima del 4%, “pero siempre será inferior al 15%”, subraya. Aun así, el presidente de la ZEC negocia con el Ministerio de Hacienda la aprobación de mecanismos compensatorios para estas situaciones a través de subvenciones vinculadas al empleo o a actividades innovadoras.

Hernández concluye sobre la opción de Canarias que mientras se cierran las puertas a países europeos hasta ahora atractivos por su baja tributación o con una actividad meramente especulativa, “España tiene una oportunidad única con Canarias para atraer a grandes corporaciones con la entrada en vigor del impuesto mínimo”.

3.000 millones de facturación y 11.000 empleos

El crecimiento de los últimos años en esta zona de baja tributación ha sido vertiginoso. Los datos provisionales del pasado año avanzan unos 11.000 empleos establecidos a diferencia de los 3.400 de 2013.

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El número de empresas adscritas asciende a 760 y el volumen de negocio que se alcanzó en 2021, a la espera del cierre del Impuesto de Sociedades de 2022, fue de unos 3.000 millones de euros.

Entre los sectores, destaca la frenética actividad audiovisual. Cuenta con 56 sociedades, lo que supone un 250% más en comparación con 2016, y concentra unos 1.000 puestos de trabajo directos e indirectos. También despega el área de los videojuegos con una veintena de empresas de reciente creación. Con estas cifras, las islas ya son hoy uno de los principales polos de la animación en Europa capaz de generar talento y empleo cualificado en el mercado laboral canario.