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Más allá del turismo: brotes verdes en Canarias para diversificar su economía
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Más allá del turismo: brotes verdes en Canarias para diversificar su economía

Crece el empleo en el segmento de la informática, la investigación, el área de cuidados y, sobre todo, en los rodajes de cine y televisión

Foto: Las playas de Canarias ya sufrieron las consecuencias con el cierre durante la pandemia y el golpe al turismo. (EFE)
Las playas de Canarias ya sufrieron las consecuencias con el cierre durante la pandemia y el golpe al turismo. (EFE)

Canarias pelea por hacerle un hueco a otros sectores productivos. El turismo reina, con el 35% del PIB y el 40% del empleo, y tira del resto de actividades. Un liderazgo que continuará, aunque comienzan a observarse algunos cambios que dan alas a la ansiada diversificación económica de las islas. No se espera que ningún otro sector desbanque al turístico. Las previsiones apuntan a que el archipiélago recibirá cerca de 16 millones de visitantes al cierre de 2023 y seguirá facturando como antes -o más- de la pandemia. Sin embargo, también se expanden las críticas a un modelo de crecimiento invasivo para el territorio y sus habitantes, razón por la que Canarias aspira a darle más peso a otros negocios que, además, aporten mayor valor añadido.

Es en el mercado laboral donde se comienzan a notar esos cambios. Aunque sus valores absolutos no restan brillo a los puestos de trabajo que generan los alojamientos, la restauración y el ocio, los incrementos en nuevos segmentos son notables. Entre 2019 y marzo de 2023, el ámbito de la informática registró un aumento en el empleo del 47%, el de la investigación y desarrollo un 39% y el área de los cuidados y servicios sociales anotó un alza del 44%.

Foto: Un carnicero se dispone a cortar unos chuletones. (EFE)

El dato más llamativo se dio en el negocio cinematográfico y de programas de televisión con un 59,6%, cifra que concuerda con el fulgurante despegue de esta industria. Durante el pasado año, los rodajes en Canarias se duplicaron en relación al año anterior gracias a las 164 producciones de cine y series que lograron crear más de 15.000 empleos. El desarrollo de este sector ha sido extraordinario ya que solo cinco años antes, en 2018, se rodaron 79 productos ejecutando la mitad de la inversión que se materializó en 2022.

Los escenarios naturales, la bondad del clima, un personal cada vez más especializado y, sobre todo, los incentivos fiscales han sido los resortes que han impulsado la actividad. No en vano, Canarias mantiene un diferencial con el resto de España del 80% en las deducciones, lo que supone un gran atractivo para empresas nacionales y extranjeras.

Foto: Maqueta del proyecto Dreamland en Fuerteventura

Prueba de esta seducción por las islas es el aterrizaje de las plataformas Netflix, Amazon Prime o Apple TV para rodar títulos estadounidenses como The Mother, protagonizada por Jennifer López, la cuarta temporada de El zorro o la segunda entrega de la serie española 30 monedas de Alex de la Iglesia. Cine, televisión y también animación. El archipiélago se ha convertido en el refugio de varias de empresas cuyos proyectos se trabajan en Canarias para exportarlos al resto del mundo.

Un ejemplo es Atlantis Animation, instalada en Tenerife desde 2019, que acaba de producir para Disney una serie de dibujos animados producida íntegramente en las islas. Las infraestructuras dedicadas a esta industria crecen. El Cabildo de Gran Canaria ha construido recientemente varios platós y el grupo empresarial Newport proyecta instalar un espacio de rodaje de 6.000 metros cuadrados, escenarios auxiliares y un tanque de agua para rodar escenas complejas además de un parque temático de ocio tecnológico.

Canarias, preparada para captar recursos del Perte Chip

La industria también aspira a elevar su escasa participación del 6% en el PIB canario. El archipiélago, por ser un territorio fragmentado y alejado, acoge negocios de pequeña escala, lo que no impide una especialización en productos sensibles y cotizados como la microelectrónica. El Gobierno de Canarias ha sido la primera comunidad autónoma en aprobar una estrategia, denominada CanaryChip, que pretende captar más de 500 millones de euros de los 12.250 millones que maneja el Perte Chip estatal nutrido con fondos europeos.

La finalidad es convertir a las islas en uno de los centros de referencia en el diseño y fabricación de semiconductores contribuyendo así a rebajar la actual dependencia de España del exterior. Según los cálculos del Ejecutivo regional, esos 500 millones impulsarían una inversión de la iniciativa privada estimada en 1.500 millones más.

La importancia de esta industria es estratégica. Los microchips se han vuelto esenciales para la fabricación de casi todo: desde un ordenador hasta un vehículo y Canarias cuenta con ventajas para captar inversión privada que los desarrolle. Una vez más, los incentivos fiscales son un atractivo unido a que las islas cuentan con centros académicos y científicos de referencia internacional en esta tecnología.

De lograrse la adjudicación de proyectos prevista, el archipiélago daría un salto cualitativo en su diversificación económica que se une a otras áreas tecnológicas como la aeroespacial y los nanosatélites junto a la astronómica con décadas de desarrollo en las islas.

Economía azul que atrae inversión extranjera

La pretendida diversificación no se limita al ámbito tecnológico. Canarias tiene mucho margen en la economía azul. Según los datos del Gobierno autonómico, y dejando al margen el turismo, aglutina el 6% del empleo y atrae al 50% de la inversión extranjera, unas cifras que pueden mejorarse. Ya existe una potente actividad, susceptible de incrementar, en torno a las reparaciones navales y plataformas offshore gracias a los tres astilleros y a sus empresas auxiliares que han convertido a las islas en el centro de reparaciones del Atlántico Medio junto a sus puertos internacionales y a un transporte marítimo competitivo.

El avance en la economía azul también está en otros segmentos como las energías renovables marinas o la acuicultura, con un gran potencial en las islas debido a que presenta mejores condiciones de producción que en el resto de España. Uno de los ejemplos es la próxima instalación de la polémica granja de pulpos en Gran Canaria.

Foto: Pesca del pulpo Galicia. (Reuters/Nacho Doce)

Además, destacan los progresos en la biotecnología marina, concretamente en el cultivo de algas. En esta isla existe una de las mayores infraestructuras de investigación y cultivo semiindustrial de microalgas de España, cuyo objeto es transferir conocimiento y recursos técnicos a las empresas de alimentación o la cosmética.

Se trata de una de las áreas emergentes que, junto a otras, se abren paso en la diversificación en las que el Gobierno de Canarias se afana, pero no de forma limitativa. El viceconsejero de la Presidencia, Antonio Olivera, asegura a El Confidencial que “hay que diversificar, pero también innovar en nuestros sectores punteros tradicionales para ser más eficientes y competitivos y ya será el mercado el que diga qué sectores triunfarán más que otros”.

Canarias pelea por hacerle un hueco a otros sectores productivos. El turismo reina, con el 35% del PIB y el 40% del empleo, y tira del resto de actividades. Un liderazgo que continuará, aunque comienzan a observarse algunos cambios que dan alas a la ansiada diversificación económica de las islas. No se espera que ningún otro sector desbanque al turístico. Las previsiones apuntan a que el archipiélago recibirá cerca de 16 millones de visitantes al cierre de 2023 y seguirá facturando como antes -o más- de la pandemia. Sin embargo, también se expanden las críticas a un modelo de crecimiento invasivo para el territorio y sus habitantes, razón por la que Canarias aspira a darle más peso a otros negocios que, además, aporten mayor valor añadido.

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