El PSOE de Galicia mantiene su bicefalia y camina sin líder hacia las autonómicas de 2024

Si al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda (PP), se le ocurre adelantar a otoño las elecciones en Galicia —una opción que ya se barajó—, cogería al PSdeG desarmado y con el candidato por definir. Y con un liderazgo bicéfalo —y cordial—entre dos hombres afines a Pedro Sánchez: el actual secretario, Valentín González Formoso, y su predecesor y delegado del Gobierno: Xosé Ramón Gómez Besteiro. La decisión del presidente en funciones de celebrar los comicios el 23 de julio y sus derivadas en el puzle del Congreso han tenido un efecto dominó sobre la política gallega.

Ferraz ha forzado a los socialistas gallegos a postergar sine die las primarias previstas para el 17 de septiembre, que debían definir quién será el candidato socialista a la presidencia de la Xunta de Galicia para las elecciones, que como máximo serían a mediados del 2024. Con la investidura sin cuajar, abrir un proceso orgánico en las tripas del territorio no parecía la mejor opción y así lo comunicó la dirección a la militancia en un comunicado escrito que firma José Manuel Lage Tuñas, el secretario de Organización de la formación. Fue el Comité Federal del PSOE quien notificó a la dirección gallega la necesidad de postergar el proceso hasta que se celebre la votación en el Congreso de los Diputados y la posterior formación del Gobierno de España.

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"La actual situación política desaconseja poner en marcha este proceso orgánico en este momento. Toda vez que se resuelva, se establecerá el calendario definitivo para la celebración de primarias de candidato/a del PSdeG a la Xunta", manifestó por escrito la dirección socialista desde Madrid. Se alarga así el limbo en el que vive hace meses el PSOE en Galicia, a caballo entre su actual secretario general, Valentín González Formoso, y el anterior, Xosé Ramón Gómez Besteiro, que ha vuelto a saltar al ruedo tras archivarse sin consecuencias ni pruebas las causas judiciales que se le abrieron durante la instrucción de la Operación Pulpo y el Caso Garañón.

Aunque el 17 de septiembre estaba a la vuelta de la esquina, no se había formalizado ninguna candidatura y cobra fuerza la idea de un liderazgo dual donde Formoso continúe como secretario general, a las riendas de la parte orgánica, y Besteiro —el candidato más probable a la Xunta— se bata el cobre contra Rueda en el Parlamento.

Con todo, Gonzalo Caballero, sobrino del alcalde de Vigo y anterior secretario socialista que fue derrotado por Formoso en 2021, no está descartado. En una comparecencia pública, dejó algunas pistas sobre sus intenciones al reclamar "un cambio de rumbo" con unas primarias "lo más abiertas posibles" y que no sean "teledirigidas por el aparato" tras "un proceso de escucha" del que regresa con una "profunda preocupación silente" sobre la salud del PSdeG.

Bicefalia entre amigos del PSdeG

Salvo adelanto, la legislatura se agotaría en junio del 2024, tras los últimos comicios que se celebraron el 12 de julio del 2020, durante la pandemia. La batalla por el liderazgo, aunque aplazada, está servida mientras el PSdeG se mantiene a flote con una bicefalia entre amigos. Valentín González Formoso (As Pontes,1971) es alcalde de su pueblo desde 1997 y preside la Diputación de A Coruña desde 2015, desde donde los socialistas controlan la provincia con subvenciones y convenios, al igual que los populares lo hacen desde la Diputación orensana. Fue en octubre del 2021 cuando se hizo cargo de la dirección del PSdeG, tras derrotar a Gonzalo Caballero, que amaga con retornar vía primarias.

Xosé Ramón Gómez Besteiro (Lugo, 1967) está ligado al PSOE desde sus años universitarios. Presidió la Diputación de Lugo del 2007 al 2015, integró el Comité Federal y dirigió el aparato de los socialistas gallegos entre 2013 y 2016, hasta que su imputación en el caso Garañón y la operación Pulpo lo llevaron a dimitir de todos sus cargos e hibernar políticamente durante seis años. La jueza que lo imputó, Pilar de Lara, fue inhabilitada por el Consejo General del Poder Judicial.

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Prueba de la confianza que Sánchez tiene en Besteiro es que, nada más sacudirse las imputaciones, lo nombró delegado del Gobierno en Galicia para sustituir a José Miñones, que asumió el Ministerio de Sanidad. Su designación no pasó desapercibida. Fue un gesto hacia su antiguo lugarteniente en Galicia, tras el apoyo mostrado durante los años en los que el ahora presidente del Ejecutivo en funciones fue forzado a dimitir y posteriormente aupado por las bases en 2017.

Ambos colaboran estrechamente en una relación más que cordial en lo público y en privado. Próximos y leales a Sánchez, han cerrado filas rápidamente en torno a la decisión de Ferraz para ahogar ruidos en un momento de equilibrismo político. Nadie en el PSOE gallego ha levantado la voz para quejarse de la prórroga en sus procesos internos, pese a que los deja en una posición de manifiesta debilidad frente a Rueda, mano derecha de Alberto Núñez Feijóo, que lo relevó al frente del Ejecutivo gallego cuando el líder popular se mudó a Génova 13.