10 lugares para una Navidad a la valenciana: hornos, tiendas, mercados…

A diferencia de otras capitales de la Navidad con el árbol casi más alto que el ego de sus propios alcaldes (García Albiol, de dos metros, amenazó a Abel Caballero con subirse al árbol de Badalona para superar al de Vigo), el protagonismo navideño de Valencia este año tiene a un invitado inesperado: el autobús. La apertura al tráfico de buses en el tramo de la calle San Vicente ―en el entorno de la Plaza del Ayuntamiento― ha hecho la competencia a la narrativa navideña, con el debate sobre la posible pérdida de espacio peatonalizado. Un Grinch se pasea en coche, por el centro.

Cerca de allí, aunque no sólo, el verdadero espíritu navideño se cobija en algunos puntos calientes como estos.

Gnomo

En la calle Cuba, del barrio de Ruzafa, los jefes de Gnomo Esther Martín y Álvaro Zarzuela deben dormir durante estos días con jerseys repletos de trineos. Detrás de su escaparate a todo color, hay una tienda dedicada al diseño local, una de las pioneras hace más de una década del realce del distrito. Es fácil encontrar regalos apropiados para ese primo imposible, y todo tipo de objetos que tienen a Valencia como protagonista. Otro punto a su favor: es una de los pocos comercios cuyas newsletters apetece recibir, puro infoentretenimiento.

Atelier de la Flor

Además de por la aparatosidad de su local en la calle Micer Mascó (su fachada tiene la apariencia de un templo de la flor), su taller y su tienda decorativa es motivo de peregrinaje navideño: coronas, centros, guirnaldas y mucho acebo. Con presencia adicional en la entrada del hotel Only You, han convertido sus creaciones en uno de los regalos por excelencia estas fechas.

Horno Casaní, Rosa de Jericó, Nou Dorita, Monpla, Tahona del Abuelo…

La disputa por el mejor horno navideño está competida. Las colas para conseguir el roscón (y el panettone, ay, nuevo producto estrella) se concentran en algunos de los más emblemáticos del Ensanche (Horno Casaní, Rosa de Jericó o Monpla, todos bien fetén) pero también discurre hacia Plaza de España (Tahona del Abuelo) o la calle Turia (Nou Dorita). En algunos de ellos tienen Casca dels Reis, el dulce valenciano, alternativa del roscón, hecha de almendra molida, azúcar y huevos.

Atypical Valencia

Tanto en la calle Caballeros como en el Mercado Central, la creadora Virginia Lorente atiende en sus pequeños gabinetes de Valencia, donde la ciudad se ilustra: edificios icónicos (y algunos más desconocidos), junto a la difusión del patrimonio cerámico de Nolla o el tipográfico de Refugio se suceden en sus lineales. Para regalar diseño.

Simple

Junto a la Plaza del Arzobispado de Valencia, el fotógrafo Javier Ferrer abre un viejo colmado con objetos que pertenecen al imaginario nostálgico de España: tras recorrerse el país visitando artesanos, recopiló los objetos que más le gustaban en un local minúsculo, todo un elogio a la raíz, también un viaje a la Navidad del pasado.

Hinojo

Las hermanas Mery y Mili se dieron a conocer creando su comunidad local en torno a recetas saludables. Hasta que decidieron abrir su propia embajada, esta vez dedicada a las plantas y objetos de hogar. Como buena familia argentina que son, los Gil Marcovecchio abrieron la tienda en la calle Buenos Aires. Para regalos en verde.

Mercado Central

El gran exponente del comercio valenciano ha estrenado estos días una atracción bajo su cúpula: el propio mercado hecho en miniatura, a modo de belén giratorio, obra de la Falla Montolivet. Entre sus centenares de paradas, la decoración navideña se abre paso, obra de la diseñadora Cecilia Caruso, una habitual de las Navidades del Central.

Mercado de Colón

El edificio modernista del Eixample valenciano es uno de los pasillos centrales de la Navidad. El encendido de luces supone cada año el pistoletazo de salida a las fiestas. Esta vez, el interiorista Mateo Climent ha dispuesto cerca de 50.000 bombillas adornando todo el mercado. El árbol y el cascanueces gigante engalanan sus puertas.

Centre del Carme

Para navideños que buscan iconografías alternativas, la prospectiva del artista argentino afincado en Valencia, Felipe Pantone, ofrece un recorrido a través de la unión entre la creación digital y el lenguaje del graffiti. La explosividad de sus geometrías, de su color, se ha colado por las dependencias del Centre del Carme, incluyendo una pieza creada expresamente para su claustro gótico.

IVAM

La otra gran exposición de las Navidades es popular, en el IVAM, una inmensa fiesta con cerca de 1.500 obras dedicadas a reflexionar en torno a una pregunta: ¿qué hace que algo sea popular? Más que dar una respuesta, crea una deriva que sirve de investigación. Una mezcolanza total donde cabe desde la CNT hasta Mickey Mouse pasando por Warhol, Miró o Rosalía. Para una Navidad popular.