Comín decanta la balanza hacia un acuerdo de JxCAT con el PSOE para salvar la amnistía

El eurodiputado de JxCAT y número dos de Carles Puigdemont en Bruselas, Toni Comín, ha decantado la balanza a favor de que al final habrá un acuerdo entre JxCAT y el PSOE para salvar la ley de amnistía. Comín no ha desvelado cuál es la fórmula, pero ha asegurado que "va a haber ley de amnistía sin ninguna duda" porque "las líneas rojas" que mantienen tanto su partido y como los socialistas "son compatibles". El proyecto de ley de amnistía había vuelto de la comisión de Justicia del Congreso precisamente tras ser rechazado por los siete votos de Junts.

Comín ha hecho estas declaraciones en una entrevista en Cuatro. En este canal de televisión, Comín ha asegurado que se puede aunar el objetivo de lo que buscan "los partidos del Gobierno, que es la constitucionalidad de la ley" con lo que desea JxCAT, "que es que cubra a todo el mundo".

Las declaraciones de Comín dan un giro a la situación de estancamiento en que había caído la ley de amnistía. Todos los mensajes que estaba emitiendo Waterloo iban en el sentido de que no iba a aceptarse la ley con su actual redactado. Mientras, el ministerio de Justicia, Félix Bolaños, había enviado a JxCAT la consigna de que la ley no iba a cambiarse ante el riesgo de caer en la inconstitucionalidad.

De manera que JxCAT se quedó esperando una nueva fórmula que no llegó, más allá del globo sonda de modificar la Ley de Enjuiciamiento Criminal, una solución que no gustaba ni en el entorno belga de Puigdemont ni en Sumar.

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Con la campaña de las gallegas en marcha, la presión era para JxCAT. Aunque el secretario general de la formación independentista Jordi Turull mantiene el contacto con el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, lo cierto es que los independentistas ya estaban seguros de que no habría acercamiento hasta después de las elecciones en Galicia, previstas para el 18 de febrero.

Todavía quedaban ocho días y a JxCAT el momento de impasse se le estaba haciendo demasiado largo. Por un lado, el sector purista contrario a Pedro Sánchez empezaba a marcar distancias con Puigdemont, con estandartes como Lluís Llach, como ejemplo. Pero no era el único que se alejaba. Por otro, buena parte de las bases de JxCAT no entendía que se hubiera votado a Sánchez presidente a cambio de una ley de amnistía que luego el propio partido había hecho descarrilar y de la que depende el futuro de cientos de militantes y simpatizantes del partido en diversas causas.

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Solo dos últimos ejemplos, el periodista Marçal Sintes acusaba a Puigdemont de estar jugando a la ruleta rusa. Y el empresario Vicenç Pedret compara a Puigdemont con Marta Rovira y advierte que la secretaria general de ERC está dispuesta a sacrificarse por una amnistía que tal vez no pueda beneficiarla a ella, pero sí a muchos activistas, mientras que el expresident solo acepta una norma que también le otorgue el perdón a él. Piezas que reflejan el malestar de buena parte de los votantes de Junts.

Todo a la amnistía

Puigdemont lo había fiado todo a la amnistía. Al votar en contra del proyecto de ley incluso su electorado, acostumbrado a todo tipo de giros estrambóticos, se ha sentido perdido. Puigdemont había descontado que perdería a personalidades como Lluís Llach y que, tal vez, tendrá que hacer frente a una cuarta lista independentista. Pero no puede también ver alejarse a los sectores más moderados porque entonces, de manera literal, se queda sin base electoral alguna a un año de las elecciones autonómicas catalanas.

Comín está creando el marco para que Puigdemont pueda hacer marcha atrás y pactar

Con sus declaraciones, Comín busca calmar a esa parte de JxCAT. El número dos de Puigdemont solo ha adelantado que "habrá que encontrar la fórmula adecuada" y que "si la supiera y estuviera autorizado a explicarla" ya la habría anunciado. Pero lo fundamental es que está dibujando otro marco que los mensajes de los últimos días. Comín está creando el contexto para que Puigdemont pueda recoger cable, aunque el PSOE no introduzca cambios sustanciales en el proyecto de ley.

Panorama futuro

En vez del discurso de "o todos o ninguno", que los de Puigdemont llevan lanzando desde hace una semana, ahora Toni Comín ha dibujado un panorama futuro mucho más realista al asegurar que "¿habrá jueces que presentarán cuestiones prejudiciales? Sí. ¿Que estas cuestiones prejudiciales suspenderán aquellos procedimientos? Sí. ¿Que tendrán que levantar las medidas cautelares vinculadas a aquellos procedimientos? También. Pero al final, la última palabra la tendrá el Tribunal de Luxemburgo y tenemos absoluta tranquilidad porque sabemos que es perfecta".

Comín ha mantenido que desde JxCAT se llevó a cabo "un estudio muy riguroso, muy profundo" sobre los límites de la legalidad y la constitucionalidad de la amnistía. "Estamos tan convencidos de la compatibilidad de este texto con el derecho europeo que no nos preocupa lo más mínima que se presenten cuestiones perjudiciales" ha añadido el eurodiputado de Junts.

Comín ha mantenido sus críticas a los jueces españoles y ha negado cualquier vinculación de su partido con el terrorismo o con una trama rusa que buscase desestabilizar la UE. Pero el giro que ha dado al discurso de su formación con la amnistía ha sido de 180 grados.