El simposio que reúne a los historiadores con las teorías más extravagantes sobre Cataluña

La Historia es un pozo sin fondo para algunos estamentos catalanes que apuestan por un revisionismo asombroso que trata de demostrar que España nunca existió y que, en cambio, sí hubo un gran imperio catalán durante 500 años. Es un revisionismo, denostado por los propios historiadores independentistas, pero que ha prendido en figuras públicas, como Jordi Pujol, Quim Torra o el diputado Joan Canadell. Son algunos de los dirigentes políticos que apoyan a los historiadores del Institut Nova Història (INH), que aseguran que Castilla realizó una monumental falsificación de documentos durante siglos para convertir en españoles o castellanos a personajes como Teresa de Jesús, Cristóbal Colón, Garcilaso de la Vega, Miguel de Cervantes, Francisco de Pizarro, Hernán Cortés, Erasmo de Róterdam o el mismísimo Leonardo da Vinci.

La idea de denunciar esa monumental censura es el leit motiv para que el INH celebre, los días 17 y 18 de noviembre, un simposio sobre la Historia Censurada de Cataluña. Ahí se encontrarán la mayor parte de las teorías catalanocéntricas reunidas. El simposio se celebra en Arenys de Munt, lo que tiene un valor simbólico para el independentismo: en esa población del Maresme fue donde se celebró, el 13 de septiembre de 2009, el primer referéndum de independencia. Se trató de una consulta sin ninguna relevancia, sin censo y con normas como permitir la votación a quien se presentase ante las urnas, fuese del pueblo, de fuera o incluso extranjero. Tras ese experimento, durante años se fueron haciendo referéndums similares en muchos municipios catalanes hasta desembocar en el referéndum del 1 de octubre de 2017, pero este ya organizado por la propia Generalitat de Cataluña.

El simposio que se avecina, y que tiene carácter anual, se debe, como exponen los organizadores, a que "el conocimiento de nuestro pasado censurado nos hace más conscientes de quiénes somos, nos amplía la perspectiva de nosotros mismos y nos ayuda a salir del autoengaño y el autoodio a que nos han abocado tantos siglos de seguidismo de la historia inquisitorial española, francesa y vaticana".

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Esa justificación se debe también a que "con una percepción errónea de los hechos y de la realidad, nuestras estrategias de mejora, de supervivencia o de liberación nacional, resbalarán estrepitosamente sobre la ficción que nos hayamos podido crear". En otras palabras, es más cómodo creer que Francisco Pizarro no podía ser un conquistador porque un porquero jamás habría llegado tan alto que aceptar su biografía oficial. Y si aparece algún documento que lo atestigua, con decir que está falsificado, ya hay suficiente. Por eso, advierten los responsables del INH que asistir al simposio hará a los catalanes "un poco más críticos, un poco más sabios, un poco más clarividentes y un poco más libres".

San Francisco de Asís, presente

El acto se desarrollará en la sala municipal del Ayuntamiento de Arenys. El INH ya organiza cada año la Universidad de Verano en Montblanc, para lo que recibe suculentas subvenciones. Lo de menos es que no sea una Universidad y que adopte el engañoso nombre para hacer creer que se trata de un encuentro académico. Lo cierto es que en las dependencias municipales abrirán el simposio el alcalde de Arenys, Josep Sánchez, (ERC), que en su currículum dice que es "autodidacta, con estudios de Administración de Empresas en el Reino Unido, en la University of Humberside y posgrado en Liderazgo y Gobernanza Local por la UAB", además de tener "estudios de Económicas".

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Le acompañan en la inauguración el presidente del INH, Albert Codinas, el historiador Josep Sort y el escritor y director del INH Jordi Bilbeny. Este último clausura las jornadas con una conferencia de rabiosa actualidad: "La prueba escrita de que San Francisco recibió los estigmas en Montserrat". Precisamente la figura de San Francisco de Asís es el último personaje histórico, que el independentismo reclama para Cataluña, pese a que está acreditado que nació en Asís (Italia).

Durante el simposio se presentarán 35 ponencias, comenzando por una que lleva un nombre sorprendente por las teorías que luego se exponen: "Hacia una Historia científica", impartida por Francesc Robusté, catedrático de la Universidad Politécnica de Cataluña. Lo que no dice el catálogo del simposio es que Robusté es catedrático… pero de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, no de Historia. A partir de ahí, la organización del simposio navega entre la fantasía y el voluntarismo del posible oyente, que ha de abonar 15 euros si quiere escuchar las teorías catalanocéntricas que los historiadores del INH ponen sobre la mesa.

Activistas y una falsa Universidad

El segundo día, los anfitriones de los ponentes son Tònia Vila, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Arenys de Munt, y Carles Camp, miembro del "consejo rector de la Universidad Nueva Historia", una institución que no existe oficialmente. La conferencia de esa segunda jornada se titula El poder y sus formas de borrar la historia e inventar un nuevo relato. Y corre a cargo de Xavier Climent, que es presentado como un "activista pedagógico". Climent, colaborador de un programa de televisión denominado ‘Albà de Bòlit’, presentado en la finiquitada recientemente 8TV y cuyo presentador era Toni Albà.

Precisamente uno de los ponentes es el diputado Joan Canadell, que presenta la ponencia La East India Company en la revolución americana. Y tienen cabida símbolos del INH, como Víctor Cucurull, Lluís Maria Mandado o Lluís Botinas, un conocido economista del ala dura del independentismo que presenta la ponencia Las Constituciones catalanas no fueron derogadas. ¡Apliquémoslas!.

¿La falsa Corona de Castilla?

Carles Camp, que lidera otra de las ponencias de este particular simposio, presenta la Toponimia catalana en las Islas Canarias. Este historiador fue publicitado por el INH con un estudio en el que situaba a un noble catalán como la personalidad más poderosa de Castilla tras el rey Alfonso VII en plena Edad Media. Pere Coll, el padre de la catalanidad de Miguel de Cervantes, por su parte, presenta La localización de la fonda del Quijote, una materia en la que se ha hecho experto con sus extravagantes teorías. No deja de ser curiosa la ponencia Préstamos catalanes en los primeros métodos de guitarra castellanos del Barroco, de Esteve Guardiola, o Carlos III y la imposición de la enseñanza en castellano: parecido con la actualidad, de Martí Teixidó, directivo de la Fundació Bofill y expresidente de la Societat Catalana de Pedagogia del Institut d’Estudis Catalans (IEC).

En la recta final del simposio están previstas ponencias, entre otros, de Neus Rossell, Joan Casajuana, Albert Fortuny, Ferran Mozas y Pep Mayolas, justamente antes de la clausura de Bilbeny. Mayolas, uno de los historiadores estrellas de la casa, presenta la ponencia La construcción de las falsas coronas de Castilla y Aragón a finales del siglo XV. O algo así como que la España de los Reyes Católicos no existió más que en la mente prodigiosa de los castellanos. Es el impulsor, entre otras teorías, de que Teresa de Ávila ni era Teresa ni de Ávila, sino una monja catalana. También es el defensor de que Erasmo de Róterdam era un joven catalán que, para más inri, era hijo de otro catalán de postín: Cristóbal Colón. Por tanto, con la reivindicación del autor del Elogio de la locura mata dos pájaros de un tiro.

Rossell, por su parte, presenta Cultura, interpretación de la realidad y fomento del pensamiento crítico; mientras que Casajuana aterriza en Arenys con la ponencia La rumba: de Cuba a Cataluña; Fortuny habla sobre Apuntes de huellas catalanas en Castilla. Resumen de un viaje de investigación; y Mozas se atreve otra teoría nueva: ¿Podrían ser de origen catalán los Farnesio de Italia?. En el ínterin, se conceden los galardones Nueva Historia. El principal galardonado es de la casa: el propio Pep Mayolas, mientras que se quedan con los otros premios Teresa Vilardell, Carles Camp (el vicerrector de la falsa Universidad citada) y Tais Bastida. Lo dicho: todo queda en casa.