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La última revisión histórica del independentismo: Teresa de Ávila era Teresa de Cardona
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Supuesta censura a los catalanes

La última revisión histórica del independentismo: Teresa de Ávila era Teresa de Cardona

Un investigador de la entidad revisionista del nacionalismo catalán acusa a Castilla de copiar una historia del Monasterio de Pedralbes como si hubiese ocurrido en Ávila

Foto: Foto: EFE/Enric Fontcuberta.
Foto: EFE/Enric Fontcuberta.

El historiador independentista Pep Mayolas, miembro del Institut Nova Història (INH), la entidad revisionista que mantiene que toda la Historia está falsificada por Castilla, presentó recientemente una supuesta evidencia de que Santa Teresa de Jesús era, en realidad, una monja catalana abadesa del Monasterio de Pedralbes que provenía de una importante familia de aristócratas catalanes. Se trata de un nuevo trabajo de la entidad de corte nacionalista, que ha hecho una causa general contra los libros de Historia para reivindicar a los catalanes como víctimas de una presunta censura para quedar ocultados.

La evidencia, según Mayolas, es una carta dirigida por Teresa de Ávila a María de San José, priora del convento de Sevilla en 1577, en la que explica una historia que no ocurrió en Ávila, sino en el monasterio de Pedralbes. Se trataba del enfrentamiento de las monjas de este centro con el papa Gregorio XIII, que quiso destituir a la abadesa Isabel de Cardona y que estableció elecciones internas para elegir abadesa cada tres años. Ellas, siempre según este relato, volvieron a elegir a la depuesta para mostrarle su apoyo. De ese episodio en 1577 hay constancia documental. "Vista por el Reverendísimo [se refiere al Comisario General] la temeridad de aquellas [monjas], las fulminó con censuras, apartándolas de la obediencia de la religión y a sus prelados, por inobedientes, pero no a todo el monasterio, por haber muchas que siempre estarían dispuestas a obedecer, a las cuales dejó a cargo y cuidado del ministro Provincial", dice una crónica de Francisco Marca, fechada en 1764.

Foto: Foto: EFE/Alejandro García.

La historia no acabó bien. Seis años más tarde, en 1583, Isabel de Cardona presentó su renuncia y en las elecciones de ese año las monjas volvieron a elegirla. Se convocó una segunda votación, pero insistieron, "lo que enfureció a los provinciales". Gregorio XIII firmó un decreto el 30 de julio de 1583 confirmando a Isabel de Cardona como abadesa vitalicia. Sus detractores llevaron el tema primero a la Curia Romana y luego a Felipe II. Pero mientras se gestaba el proceso, murió Gregorio XIII y el nuevo Papa, Sixto V, derogó el decreto. En 1582, dictó un nuevo escrito nombrando superiora a Jerónima de Cardona, "del mismo linaje que Isabel".

Mayolas sostiene que ha encontrado una carta de Santa Teresa en la que explica una historia exactamente igual, pero ocurrida en Ávila, lo que considera una falsificación de la historia. La carta, datada el 25 de octubre de 1577, "explica en primera persona casi lo mismo que había sucedido en el Monasterio de Pedralbes [los hechos habían tenido lugar en junio] con la abadesa Isabel de Cardona". De ello deduce el investigador revisionista que Isabel de Cardona y Teresa de Jesús eran la misma persona.

"Catalanadas"

Además, afirma que el texto de la misiva contiene muchas "catalanadas". Teresa de Jesús narra en la carta a su amiga que "vino aquí el Provincial de los Calzados a hacer la elección hace hoy quince días; y traía grandes censuras y descomuniones para las que me diesen a mí el voto. Y con todo esto, a ellas no se les dio nada, sino como si no las dijeras cosa, votaron por mí 55 monjas, y a cada voto que daban al Provincial, las descomulgaba y maldecía, y con el puño machucaba los votos y les daba golpes y los quemaba". Así, durante dos semanas tuvieron prohibido oír misa, entrar en el coro, que les hablasen las otras 44 monjas e incluso que sus familiares se dirigieran a ellas.

Según Mayolas, "todas las expresiones hacen pensar en una traducción casi literal del catalán". No tiene en cuenta el estudioso que el castellano y el catalán se parecían, en aquella época, más que ahora, ya que ambas eran lenguas latinas o romances menos desarrolladas que en la actualidad y no solo tenían más palabras en común que en la actualidad, sino incluso algunas construcciones gramaticales. También subraya la casualidad de la fecha, en 1577, "en que se obliga a las profesas de Pedralbes a hacer elecciones trienales, la misma tozudez de las monjas por votar a quien no toca y la calcada reacción de los Provinciales, enfurecidos en excomulgarlas y apartarlas de la obediencia de la religión".

Foto: Una persona independentista llevando una mascarilla con la estelada. (Reuters)

La carta descubierta por Mayolas confirmaría, insiste, que "los constructores de la vida carmelita castellana fabricaron, solo a nivel documental, una polémica en Ávila a partir de un conflicto real en el que se habían visto envueltas las clarisas de Pedralbes. Teniendo en cuenta que los textos y las cartas de Teresa de Jesús que se iban traduciendo y adaptando hablaban de situaciones conflictivas, problemas y aflicciones, era necesario fingir que a la pobre madre de los descalzos le pasaban cosas muy gordas". Afirma el 'investigador' que "la dificultad para los censores era dotar de credibilidad unos problemas que de ninguna manera podían igualar en gravedad y complejidad la guerra que había sostenido la verdadera Teresa, porque entonces quizá habrían revelado involuntariamente la dimensión del personaje, su parentesco con la realeza, la naturaleza de sus adversarios y, en consecuencia, su condición catalana".

"Relleno" documental

Escogiendo la Historia de Barcelona, podían crear una 'realidad paralela' y creíble. Así fue, dice el pseudohistoriador, cómo "la polémica por evitar la reelección de la abadesa Cardona se convirtió, mediante una readaptación al ecosistema de Ávila y un adecuado relleno documental, en un torpe sabotaje que exalta, irremediablemente, el triunfo de la Teresa castellana, escogida por sus monjas en contra de la voluntad de sus superiores".

No es el primer personaje histórico que pone en duda y del que se ocurren teorías disparatadas. Este investigador ya afirmó que Erasmo de Rotterdam no era Erasmo ni de Rotterdam, sino que se llamaba Ferran Colom y era hijo del almirante Joan Cristòfor Colom. O sea, del Cristóbal Colón, descubridor de América, que era un noble barcelonés. Otro de sus 'descubrimientos' es la verdadera identidad del Gran Capitán. No era, según este estudioso, Gonzalo Fernández de Córdoba, sino el almirante Joan Ramon Floc V, de Cardona y Urgell, el cabeza de una gran saga catalana. También es uno de los creadores de la teoría de que Garcilaso de la Vega era, en realidad, Galceran de Cardona i de Requesens.

Tampoco se libró el conquistador Francisco Pizarro, a quien atribuye ser hijo de Aldonça Roig y de Francesc Pinós de So i Carròs, aunque en verdad dice que podría ser hijo ilegítimo del rey Fernando II, dado que Aldonça era amante del monarca. La censura castellana, asegura Mayolas, atribuyó a Pizarro ser extremeño y le hizo ser pastor de cerdos. Diego de Almagro, por su parte, era en realidad Jaume d’Aragó-Dalmau, de familia real y que pasa a convertirse en Almagro por contracción de sus apellidos, como Pizarro. Fue también el inventor de la teoría de que hace solo 500 años hubo un Imperio Catalán Universal del que nada se sabe por culpa de los censores castellanos.

El historiador independentista Pep Mayolas, miembro del Institut Nova Història (INH), la entidad revisionista que mantiene que toda la Historia está falsificada por Castilla, presentó recientemente una supuesta evidencia de que Santa Teresa de Jesús era, en realidad, una monja catalana abadesa del Monasterio de Pedralbes que provenía de una importante familia de aristócratas catalanes. Se trata de un nuevo trabajo de la entidad de corte nacionalista, que ha hecho una causa general contra los libros de Historia para reivindicar a los catalanes como víctimas de una presunta censura para quedar ocultados.

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