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¿4.000 amnistiables o solo unas decenas? El independentismo no se aclara con la lista de 'represaliados'
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¿4.000 amnistiables o solo unas decenas? El independentismo no se aclara con la lista de 'represaliados'

La realidad desmiente uno de los discursos que hizo circular el soberanismo catalán para justificar su causa. Un artículo de Josep Costa, antiguo hombre de confianza de Carles Puigdemont, ahonda en esta cuestión

Foto: Cientos de manifestantes en la plaza de Catalunya en Barcelona. (Europa Press/Kike Rincón)
Cientos de manifestantes en la plaza de Catalunya en Barcelona. (Europa Press/Kike Rincón)

El independentismo no se aclara con sus propios represaliados. Josep Costa, exvicepresidente del Parlament, antiguo hombre de confianza de Carles Puigdemont y uno de los activistas con mayor proyección en los círculos separatistas, desmonta el mito de los supuestos 4.000 implicados en un artículo de opinión, titulado "Socializar la rendición". "Una radiografía de la represión nos indica que los encausados con riesgo de ir a prisión no son miles. Ni tan solo centenares. Son, como mucho, unas decenas, de los que la mayoría son políticos o expolíticos. Básicamente, los exiliados, dos o tres docenas de altos cargos perseguidos por la organización del 1-O, quizá los responsables de Tsunami y algunos casos individuales", relata Costa.

"En un país que tuvo 15.000 insumisos, tener 3.000 o 4.000 represaliados por luchar a favor de la independencia me parecen pocos. Quiero decir que, proporcionalmente, podría haber muchos más. Pero es que, además, resulta que los independentistas que tienen o han tenido alguna causa judicial no llegan ni a 1.500. Según Òmnium Cultural, los potenciales beneficiarios de la amnistía que se está negociando serían, como mucho, 1.432", añade el escrito.

Foto: El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. (EFE/Pablo Garrigós)

Costa pone en duda también esta cifra. “De las 1.432 causas judiciales, hay muchísimas que ya están archivadas o que han acabado en una absolución. Y de las que han acabado en condenas leves, muchas ya cumplidas, la amnistía servirá para cancelar antecedentes penales y poco más (…) De momento, las sentencias de prisión que se han dictado han acabado todas suspendidas y la inmensa mayoría no se deberán cumplir porque no superan los dos años”.

Segmentos críticos con la propaganda 'fake'

La postura de Costa es cada vez más frecuente en los segmentos ultraindependentistas. Es cierto que estos sectores rechazan la amnistía por tres motivos fundamentales: porque temen que podría “blanquear al Estado” y dar a España buena imagen internacional y ante la opinión pública catalana; porque puede beneficiar también a españolistas, y porque está pensada para beneficiar, casi exclusivamente, a los políticos del procés que han sido ya condenados o que tienen causas pendientes con la Justicia.

Foto: Imagen que muestra la bandera de la Unión Europea. (EFE)

El posicionamiento es un arma de doble filo. Las docenas de altos cargos a los que se refiere Costa son, casi en su totalidad, miembros de ERC. Desde el actual presidente del puerto de Barcelona, Lluís Salvadó, hasta el presidente del grupo parlamentario de los republicanos, Josep Maria Jové, o la consejera de Cultura, Natàlia Garriga, entre otros. Son los que pueden ser condenados a severas penas porque eran los impulsores del 1-O, los soldados y oficiales que la formación había puesto a cocinar el referéndum ilegal. Por tanto, los activistas de Junts se desentienden del asunto. No es harina de su costal.

El digital Vilaweb resaltaba hace unos días que algunos de los activistas conocidos que podrán sacar provecho de la amnistía la rechazaban, como Roger Espanyol, que perdió un ojo durante unos incidentes en los que se enfrentó con la Policía, a quien arrojó vallas con inusitada violencia (y que en un principio negó, hasta que salieron grabaciones a la luz). Espanyol fue candidato a senador en las listas de Junts en las últimas elecciones generales, pero no sacó los votos suficientes para tener sillón. O el cupero Dani Cornellà, exalcalde de Celrà y actual diputado, encausado en varios procedimientos y detenido por desórdenes públicos, contrario a que los agentes también acusados por los disturbios del 1-O puedan beneficiarse de medidas de gracia.

Foto: Carles Puigdemont interviene por videoconferencia en el consejo nacional de JXCAT que celebra el partido en Mataró el pasado sábado. (EFE/Marta Pérez)

Òmnium Cultural, que cifró en 1.432 las personas que se podrían beneficiar de la amnistía, cifraba en 4.200 los “represaliados por defender el derecho de autodeterminación”. Muchos de sus números coinciden con los de Costa: aparte de los 1.432 citados, hay 1.639 “víctimas de la violencia policial y de agresiones fascistas” (de ellas, 1.066 son las víctimas de las cargas policiales), 1.200 personas “afectadas por procedimientos administrativos y contables” y 65 “víctimas del espionaje político español” (Costa las eleva a 105). Según el portal Verificat, suman 4.336.

Las exageraciones de Turull

El secretario general de Junts, Jordi Turull, cifró también en 4.200 los “represaliados pendientes de un juicio”. Pero el portal mencionado certificó que las “causas abiertas” se sitúan en alrededor de 700. Òmnium sostiene que desde 2017 ha habido “más de 1.400 personas investigadas en procedimientos penales. De estas, a más de 500 les archivaron la causa y han llegado a juicio más de 50 personas, con resultados parecidos entre absoluciones y condenas”. En resumen, unos 25 condenados, no miles.

Foto: El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. (Europa Press/Andrés Rodríguez) Opinión

Según los números manejados por esta entidad, a los siete exiliados hay que añadir 30 encausados en el sumario del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona (tres de ellos han pasado al TSJC por su condición de aforados), los cuatro independentistas de la Mesa del Parlament, cinco miembros de la Sindicatura Electoral del 1-O y algunos alcaldes: “De los 712 alcaldes que la Fiscalía anunció que investigaría por el 1 de octubre, al final, la Justicia acabó abriendo diligencias contra 78 personas. De ellos, a 65 se les archivó la causa, dos fueron absueltos, dos fueron condenados y quedan nueve con la instrucción abierta o pendientes de juicio oral”.

Nuevamente, los números desmienten los bulos del independentismo, descubriendo el gran fraude de los represaliados. Al margen, hay una docena de investigados por la operación Judas (que desarticuló un comando de los CDR que pensaban realizar atentados), 21 personas en el caso Voloh, del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, y una causa en la que se investiga a 10 personas por la acción exterior de la Generalitat.

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez durante la rueda de prensa ofrecida tras la cumbre informal de la Unión Europea. (EFE/Miguel Ángel Molina)

En otros tribunales dispersos por Cataluña, ha habido una cincuentena de investigados en Granollers por el corte de la C-17, 200 investigados en Figueres por el corte de la autopista en la Junquera en noviembre de 2019, tres investigados por el corte de esa autopista en Salt (Girona), 16 detenidos y ocho condenados por las protestas en Barcelona con motivo del clásico Barça-Madrid en diciembre de 2019 y tres casos con 38 personas que tienen pendientes recursos de casación.

Pero entre tanto soldado, los que se llevarían los beneficios de la amnistía pertenecen a la cúpula política del procés. Josep Costa arremete contra los que quieren sacar provecho personal de la amnistía y apunta, sin citarlo, a Carles Puigdemont, otrora su mentor y de quien había sido fiel escudero. “No parece que la amnistía esté pensada para los independentistas de base. Ni cuantitativa ni cualitativamente (…) La mayor parte de la gente que tiene urgencia de arreglar su situación personal (evitar la prisión o la inhabilitación) vuelven a ser políticos y expolíticos. Conste que yo no quiero que nadie vaya a prisión. Pero la solución no es otro pacto como el de los indultos: paz y tranquilidad para el PSOE a cambio de libertad. Quien quiera una solución personal, que deje la política y haga los pactos que sea para evitar la prisión o volver del exilio. Pero que no nos ponga de excusa ni trafique con nuestra libertad nacional para poder continuar haciendo política”, señala.

La dureza de las acusaciones de Costa se hace constar en otro argumento contundente: “La amnistía no es una reparación para los que se han encontrado abandonados a los pies de la Justicia española mientras los políticos encontraron la manera de salvar el culo (…) Aquí la cuestión es que cada vez más políticos están asumiendo el marco mental de la derrota y buscan soluciones personales (…) Socializar las soluciones personales, cayendo en la telaraña del reencuentro total de Pedro Sánchez no tiene nada que ver con la lucha por la independencia. Tiene que ver con aparcarla por una buena temporada, exactamente igual que los indultos. Es un error socializar esta rendición haciéndonos partícipes a todos los encausados. Los independentistas de base no luchamos para acabar siendo amnistiados. Sobre todo, si la amnistía, como los indultos, supone aparcar sine die la independencia”.

El independentismo no se aclara con sus propios represaliados. Josep Costa, exvicepresidente del Parlament, antiguo hombre de confianza de Carles Puigdemont y uno de los activistas con mayor proyección en los círculos separatistas, desmonta el mito de los supuestos 4.000 implicados en un artículo de opinión, titulado "Socializar la rendición". "Una radiografía de la represión nos indica que los encausados con riesgo de ir a prisión no son miles. Ni tan solo centenares. Son, como mucho, unas decenas, de los que la mayoría son políticos o expolíticos. Básicamente, los exiliados, dos o tres docenas de altos cargos perseguidos por la organización del 1-O, quizá los responsables de Tsunami y algunos casos individuales", relata Costa.

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