Batalla en ERC: Junqueras maniobra en la sombra para controlar el partido frente a los críticos

La batalla en ERC por el control del aparato del partido en Barcelona ha provocado un terremoto interno que amenaza con quebrar la organización en la plaza fuerte de la formación. El próximo 21 de octubre serán los congresos regionales de la organización y se elegirán los nuevos líderes de las principales federaciones de ERC. Y eso ha hecho saltar las alarmas. El presidente republicano, Oriol Junqueras, no quiere sorpresas y que ninguna federación, especialmente la poderosa Federación de Barcelona, se salga del guion que él marca. Su larga y sinuosa mano se deja notar en la precampaña de estas elecciones internas, donde se juega su cabeza.

Por primera vez, en Barcelona se presentan dos candidaturas. Una, liderada por Eva Baró y con Toni Vidal como segundo, y la otra, con Patrícia Gomà a la cabeza y Jordi Coronas de segundo. Fuentes internas de ERC señalan a El Confidencial que la batalla es tan cruenta, que Junqueras ha movilizado todo el aparato para que gane Baró, su protegida, y para aplastar la candidatura de Gomà.

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El tema es tan grave que cargos públicos se han movilizado para influir en el voto. Robert Fabregat, exgerente y expresidente de la potente Federación de Barcelona (dejó el cargo en febrero de 2020), dirigió esta semana una carta a la militancia en la que dice textualmente: "Doy mi apoyo a la candidatura La Barcelona de todas, encabezada por Eva Baró y Toni Vidal, porque representan un equipo de buena gente, joven, feminista, diverso y renovado. Porque tienen experiencia, preparación, compromiso y motivación. Porque trabajarán intensamente, con transparencia, escuchando y contando con todos. Y porque lo harán con la máxima lealtad al partido".

Pero Fabregat no es un militante cualquiera, sino un exalto cargo del Govern. Fue director general de Investigación e Innovación en Salud, y responsable de Biocat, el organismo que controla "el ecosistema de las ciencias de la vida y la innovación en salud de Cataluña". Este organismo reúne a los principales actores de la bio-región; es decir, empresas, entidades, hospitales, grupos de investigación, universidades, administraciones, investigadores, emprendedores, estructuras de apoyo a la innovación y transferencia de conocimiento que trabajan en este sector estratégico. En total, más de 1.300 empresas y 91 entidades de investigación que representan el 8,7% del PIB y más del 8% del empleo de Cataluña.

Acusaciones de manipulación

Desde sectores críticos, se ha puesto en duda la ética de Junqueras. "¿Quién le ha dado al alto cargo los correos de la militancia de ERC? ¿Con qué derecho se dirige a la militancia pidiendo el voto para una de las dos candidatas?", preguntan con insistencia desde posiciones críticas con la dirección oficialista. Fabregat había sido gerente de la Federación de Barcelona, organización que presidió tras tomar el relevo, precisamente, de Patrícia Gomà en 2015.

Fuentes cercanas a Fabregat explican a El Confidencial que esas acusaciones no tienen sentido, porque la carta fue enviada por WhatsApp a un listado de contactos personales que él tenía de cuando era el responsable de la Federación de Barcelona. "El envío de la carta fue hecho a título individual y no se hizo en ningún caso por medio de correo electrónico, por lo que esa acusación es falsa", subrayan estas fuentes. La decisión de Fabregat de tomar partido, sostienen, es legítima, especialmente cuando no ostenta ningún cargo público en la actualidad.

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En la misiva, Fabregat advierte del "riesgo de retornar al pasado" y a "instalarnos de nuevo en dinámicas tóxicas y lesivas que nos fragmentaron y desunieron internamente, contra las que nos rebelamos y que creíamos superadas. No podemos perder aquello que conquistamos y reconstruimos desde la máxima generosidad y voluntad de suma". A pesar de este canto a la unidad, lo cierto es que los hechos le desmienten tercamente: por primera vez, en la capital catalana se presentan dos candidaturas, lo que evidencia la desunión interna y la diversidad de estrategias dentro de la formación.

El exalto cargo del Govern asegura que, ante la situación actual de riesgo de fractura, "por responsabilidad, no me podía quedar de brazos cruzados y he querido romper mi silencio (…) El futuro de ERC en Barcelona está en nuestras manos y de nosotros depende mirar hacia adelante, con renovación y aire fresco, o volver a las dinámicas de 15 o 20 años atrás".

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Fuentes críticas subrayan que este modo de proceder de Fabregat es partidista, inconcebible y manipulador. También señalan que Fabregat habla por boca de Junqueras. "También tiene miga que quien habla de futuro y de no mirar atrás ya fuese uno de los responsables de ERC hace una década y represente a una dirección que lleva instalada en la cúpula del partido casi 15 años", explica una de las fuentes consultadas.

Los apoyos de cada lista

Pero lo cierto es que el aparato del partido quiere tener todo atado y bien atado y ha llevado a la lista de Baró a un elenco de fieles con peso en la Administración. En la lista aparece, por ejemplo, Joan Ignasi Elena, consejero de Interior, que proviene de las listas del PSC, partido que abandonó hace años para afiliarse hace cinco meses a ERC. También están el diputado José Rodríguez, más conocido como Trinito; el director de Comunicación de Interior, Bernat Gimeno, y la exconcejala Montse Benedí.

Toni Vidal, segundo de Baró, es asesor del área de Hacienda en la Diputación y asesor de Economía y Hacienda en el grupo municipal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona. La propia Eva Baró llegó a sondear una lista propia en las municipales, pero finalmente entró como número cinco en la candidatura que lideraba el exsocialista Ernest Maragall.

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Algunas fuentes apuntan a que la maniobra de ubicar en la cúpula de la Federación de Barcelona a la protegida de Oriol Junqueras es solo una envolvente para situarla como el recambio de Maragall cuando se retire de la política. En ese momento, Baró se convertiría en la candidata de ERC al Ayuntamiento de Barcelona. Las presiones al exsocialista para que dejase paso a una nueva generación no dieron fruto.

La cúpula de ERC logró que a principios de este año dejase su escaño en el Parlament, pero no pudo apearle de la candidatura en las municipales del pasado mes de mayo, pese a que ya ha cumplido 80 años. Maragall, además, pudo forzar que su segunda fuese Elisenda Alemany, en un momento en que las encuestas le daban ganador de las elecciones. Sus perspectivas cayeron en picado en el momento en que el posconvergente Xavier Trias, de JxCAT, anunció su candidatura.

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Patrícia Gomà, por su parte, es secretaria general de Educación (también había sido secretaria general de Justicia), exdiputada y expresidenta de la Federación de Barcelona (2011-2015). Su candidatura, bajo el lema "Horitzó Barcelona", cuenta con el concejal Jordi Coronas y con algunos destacados militantes, como Edu Thió, exconsejero de Distrito de Barcelona, excoordinador del grupo municipal republicano en el ayuntamiento de la capital catalana y presidente de la asociación Barcelona i República, o Santos Félix, expresidente del Casal Lambda y presidente del Fòrum Sindical, además de consejero nacional de ERC.

Otro de los pesos pesados que apoyan la lista alternativa es Miquel Mateu, medalla de oro de la ciudad de Barcelona, un histórico del partido que había sido director del Programa Asia-Pacífico del Ayuntamiento de Barcelona. Oriol Amorós es otro histórico que da su mano a "Horitzó Barcelona". Amorós es actualmente secretario general de Interior. Curiosamente, el Departamento de Interior, el más representado en esta batalla interna, divide su cúpula entre las dos candidaturas. Pero la lista de Gomà es apoyada por un amplio espectro de las bases del partido, tanto de segmentos moderados como de segmentos radicales, como el Collectiu Primer d’Octubre, que contra todo pronóstico la apoya como estrategia de desgaste de Junqueras.