Rubiralta pide a PNV, ERC y Junts que metan el rescate de Celsa en la negociación de investidura

Francesc Rubiralta ha vuelto a reunirse en las últimas semanas con los principales líderes políticos a los que ya se abrazó en su momento para tratar de mantener la propiedad de Celsa, compañía fundada por su padre y cuya titularidad va a pasar a manos de los acreedores por decisión judicial. Según aseguran varias fuentes próximas a las conversaciones, el que hasta la fecha es el presidente y consejero delegado del grupo siderúrgico ha tenido varias reuniones con los responsables del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts, en busca de un último intento por recuperar su compañía.

Estas fuentes explican que Rubiralta ha hecho una ronda de reuniones con los responsables de los partidos nacionalistas, inmersos en plena negociación con Pedro Sánchez para apoyar o no la investidura del secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). La intención de Rubiralta ha sido, por una parte, agradecer el apoyo explícito y público que tanto desde el PNV como desde ERC y Junts le dieron durante la batalla judicial contra los fondos oportunistas. Y, por otra, pedirles un último esfuerzo por incluir el futuro de Celsa en las conversaciones con el actual Gobierno en funciones para la reelección.

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Aunque Manuel de la Rocha, mano derecha de Pedro Sánchez en asuntos económicos, ya ha alcanzado un principio de acuerdo con Deutsche Bank, Attestor y el resto de los acreedores de la compañía catalana, el memorando de entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés) tiene todavía que ser refrendado por las distintas secretarías de Estado y, en última instancia, por el Consejo de Ministros. Unos trámites que pueden alargarse entre dos y tres meses, por lo que Rubiralta ha entendido que aún le quedaba una oportunidad para tratar de evitar la pérdida de la totalidad de las acciones de Celsa.

Por ello, el heredero de la empresa, fundada hace 50 años, ha mantenido encuentros con Andoni Ortuzar, presidente del PNV, que intermedió con Sánchez para proteger a la familia, que le había informado del riesgo de cierre que, en su opinión, corrían las plantas situadas en Trapagaran (Vizcaya) y lo que queda de la antigua Laminaciones Arregui, en Vitoria, denominada Celsa Atlantic, si el grupo caía en manos de los fondos. Una presunta amenaza que el MOU con la Moncloa ha tratado de aplacar al comprometerse los fondos por escrito a no acometer ningún plan de ajuste en los primeros 18 meses.

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Fuentes próximas a ERC y Junts han confirmado que Rubiralta pidió también cita con Pere Aragonès, el presidente de la Generalitat, así como con Roger Torrent, consejero de Empresa y Trabajo del Gobierno regional. Asimismo, mantuvo una reunión con Jaume Giró, exconsejero de Economía y Hacienda y persona relevante de una de las facciones de Junts. Otras fuentes muy próximas a las conversaciones incluso han indicado que el fundador de Celsa ha llegado a mantener una conversación con Carles Puigdemont, en cuyas manos está la investidura de Sánchez.

El objetivo de estos encuentros con los líderes nacionalistas catalanes fue el mismo: agradecer su respaldo público y solicitarles que, dada la relevancia de Celsa para Cataluña, incluyeran en las negociaciones con la Moncloa la posibilidad de retener parte de la propiedad de la empresa fundada por la familia en 1967. La respuesta, según estas fuentes, no ha sido muy favorable, dada la tensión política actual por la exigencia de la amnistía, el referéndum de independencia y una reducción de la deuda regional.

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En ERC y Junts consideran que la prioridad es lograr una amplia medida de gracia que permita a Puigdemont y al resto de compañeros exiliados volver a España sin riesgo judicial, así como obtener un compromiso formal por parte de Madrid para celebrar una consulta soberanista en toda regla en una fecha por determinar. Mantener la propiedad de Celsa en manos de empresarios catalanes no está ahora mismo entre las urgencias inmediatas.

Deutsche Bank, Attestor, Capital Group, SPV Global, Sculptor Investment, Golden Tree y Cross Ocean han nombrado a Rafael Vilaseca presidente no ejecutivo de Celsa para hacer un guiño a la Administración local. Además, designarán también a un consejero delegado catalán para reforzar la vinculación industrial con la región.