Independientes de JxCAT se suman al pacto con el PSC en la Diputación de Barcelona

Independientes de JxCAT se sumarán al pacto de PSC y los comunes para hacerse con el control de la Diputación de Barcelona, el último acuerdo postelectoral de las municipales que queda pendiente. Se trata del alcalde de Igualada, Marc Castells, y el alcalde de Torroelles de Foix, Sergi Vallès, que ante la perspectiva de quedarse fuera del acuerdo han preferido pactar el acuerdo con los ganadores y dar la espalda a las siglas que les respaldaron durante los pasados comicios municipales.

Castells y Vallès fueron como independientes en las listas de JxCAT, ya que provenían del PDeCAT. Acuerdos de última hora de alcaldes que pactaron para retener su cuota de poder. Ahora están haciendo justo lo mismo, pero en clave de la Diputación de Barcelona.

De hecho, casi llegan tarde. Tots per Terrassa, el partido de Jordi Ballart, un antiguo socialista que optó por marcar distancia del PSC, vio la jugada antes. Tras las elecciones, todas las fuentes apuntaban a que Ballart nunca pactaría con los socialistas. Pero al final lo ha hecho porque era el único acuerdo posible o si no se quedaban fuera. Ballart presentó un documento de 25 puntos con inversiones para Terrassa que la Diputación deberá afrontar en esta legislatura, según explican fuentes del PSC. Se llegó a un acuerdo y se hizo política. Las reticencias de Ballart con el PSC siguen, pero los intereses se imponen.

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Europa Press

Hace dos días que PSC y los comunes ya amarraron su pacto, que al final se ha impuesto por la falta de alternativas. La Diputación de Barcelona tiene un presupuesto de más de 1.000 millones de euros. Permite dar salarios a cargos, nombrar asesores y cargos de confianza. JxCAT va muy escaso de todo eso tras unos pactos postelectorales en los que el PSC se ha llevado al gato al agua en todo los casos.

Mientras, JxCAT y ERC no lograron armar un acuerdo alternativo. Y esa fue la clave. Ayer, cuando ya todo venía rodado para el pleno que se celebrará hoy, la cabeza de lista de Junts para las generales, Míriam Nogueras, insistía en que "hasta el último segundo continuaremos trabajando". Pero no servirá de mucho porque JxCAT solo tiene doce representantes en la Diputación. No es suficiente y el problema es el aislamiento. ERC y JxCAT no llegan a ningún acuerdo político ni en la Diputación ni en ningún sitio porque todos los puentes están rotos.

Un año sin hablar

Poco importan que el presidente catalán, Pere Aragonès, esté haciendo llamamientos a la unidad del independentismo para frenar a Vox. En la realidad, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras llevan más de un año sin hablar, como explicó el propio expresidente catalán en una reciente entrevista en la emisora RAC-1 y en estas condiciones es imposible que haya ningún tipo de confluencia de acción. La propuesta de Aragonès cayó en saco roto. Y así no se pueden pactar.

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Marcos Lamelas. Barcelona

El pleno se celebrará este jueves 13 de julio, a las 12:00. En primera votación hace falta mayoría absoluta para la investidura, pero, en cambio, en segunda vuelta, sería suficiente con mayoría simple. Según los resultados de las elecciones municipales del 28-M, la composición del pleno se repartiría con 17 diputados para PSC-CP; 12 para JxCAT; 11 para En Comú Guanyem; 11 para ERC; cinco para el PP; uno para Vox, y uno para TxT.

La baza del PP

Como en el caso del Ayuntamiento de Barcelona, el PP tiene la llave, gracias sus buenos resultados en Castelldefels y Badalona. Si sus cinco diputados se abstienen, el PSC obtendrá su pacto en la Diputación y llevará la presidencia, que recaerá en Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi y persona de la máxima confianza de Salvador Illa.

Trias vio el peligro y pidió pactar con Núria Marín: nadie le hizo caso

De hecho, Illa tuvo que maniobrar para desplazar a la anterior presidenta de la Diputación, la alcaldesa de Barcelona, Núria Marín. Se ha pactado con Marín designarla senadora autonómica a cambio de su sacrificio. Xavier Trias, tras perder la alcaldía de Barcelona, ya vio el peligro de quedarse aislado y pidió que se pactase con Núria Marín para volver a repetir el pacto que mantuvo a la Diputación de Barcelona en manos de JxCAT y el PSC. Pero el tiempo de Trias ya había pasado. Puigdemont impuso a Míriam Nogueras para el Congreso y se volvía a la radicalidad en la que el partido se siente cómodo y las encuesta dicen que reciben un menor castigo electoral que ERC.

Trias fue un paréntesis. Una vez amortizado, el destino de JxCAT era quedarse a la deriva y fuera de todas las instituciones. Algo que los independientes como Marc Castells no han querido asumir. El problema ahora se genera para el secretario general de JxCAT, Jordi Turull, que queda sin autoridad, en una formación donde se ha perdido cualquier disciplina interna y que además carece de capacidad para llegar a pactos.