Xavier Trias apela a la moderación y esconde las siglas de JxCAT en su campaña para el 28-M

Xavier Trias concurrirá a las elecciones en Barcelona como una especie de candidato independiente dentro de JxCAT. El exalcalde de la capital catalana vuelve a la primera línea política de la mano del partido de Laura Borràs, pero lo hace a su manera y apelando a la moderación. El candidato ha eliminado de su campaña cualquier referencia a la formación independentista. Un extremo que se reconoce en su perfil de Twitter, donde no existe ningún elemento que lo conecte con la organización que fundó Carles Puigdemont. Ni las siglas, ni un símbolo. Nada. Los dos ejes de su estrategia pasan por capitalizar el descontento con Ada Colau y movilizar el voto indeciso y nacionalista no radicalizado. Su presencia en los próximos comicios ha sido un bombazo, hasta el punto de que ha trastocado los planes del resto de fuerzas.

El regreso de Trias ha trastocado las encuestas realizadas hasta el momento, pero también ha obligado a los demás candidatos a rehacer sus agendas y sus estrategias. No es un cualquiera, sino un peso pesado, el mejor fichaje que podía hacer JxCAT pese a su interés por marcar ciertas distancias. Su aparición denota dos cosas. La necesidad de retomar una vieja forma de hacer política, pero especialmente la falta de recambio en las filas de Junts. Trias ya fue alcalde y perdió en 2015 por un puñado de votos frente a Colau, de Barcelona en Comú (BeC). Ahora quiere devolverle la jugada. En las filas de la formación, pese a todo, admiten que viven estos momentos “con euforia". "Estamos muy contentos. Se nos ha puesto todo de cara y tenemos una gran oportunidad de ganar. Además, notamos un cierto cansancio y agotamiento sobre lo que significaron estos últimos años en Barcelona”, explican.

Dicen los círculos cercanos al alcaldable que las encuestas fiables que conocen dan ganador a Trias, aunque no llegue a una mayoría absoluta. Ya no es una sola encuesta encargada por JxCAT, sino sondeos de terceros que, en principio, son neutrales. Aseguran que hay tres encuestas favorables al aspirante, que antes lo fue de Convergència i Unió (CiU). Pero, además, sus colaboradores remarcan que lo más importante es que, para volver, Trias pactó que nadie interferirá en sus decisiones. “Ha conseguido tener las manos libres para confeccionar el programa, para hacer su candidatura y para pactar después de las elecciones”, dice a El Confidencial una persona de su círculo más próximo, lo que explica en parte la elaboración del cartel.

En JxCAT, recuerdan que en 2015 se juntaron muchas circunstancias para evitar la victoria de Xavier Trias. No solo los rumores sobre las cuentas del candidato en paraísos fiscales, también el estallido, en 2014, del escándalo que afectó a la familia Pujol y, por extensión, a toda Convergència. “Colau ganó por unos cuantos votos aprovechando su populismo. Pero ahora hay una voluntad de cambio enorme”, subrayan.

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Los ejes estratégicos para reconquistar la alcaldía de la capital catalana son dos: convertirse en el único recambio de Colau y movilizar al máximo al electorado independentista y a otro espectro que, sin compartir esa ideología, se alinea con el nacionalismo de la extinta CiU. En sus filas, aseguran que han desmenuzado las encuestas de que disponen y que han detectado importantes trasvases de voto: “Evidentemente, el mayor zarpazo se lo hemos dado a ERC, con Ernest Maragall a la cabeza. Lo hemos doblado. De hecho, Maragall ya se veía ganador y ahora ha pasado al tercer o cuarto puesto. El solo hecho de presentar a Trias, un señor moderado en sus planteamientos, nos ha reportado que empiecen a llegar adhesiones desde otros espectros. Su abanico de posibles votantes es muy amplio: aterrizan votos de los socialistas, también incluso de los comunes. Pero también hemos detectado que votantes de Ciudadanos votarán a Trias en las próximas municipales”.

Un candidato "no independentista"

La lectura que desde Junts se hace de la salida del socialista Jaume Collboni del Gobierno municipal es que es una consecuencia del aterrizaje de Trias y del terremoto en las encuestas. “Collboni se ha asustado. En cuanto se presentó Trias, cambió todo el tablero político local: Maragall pasó de ser favorito al pelotón de cola y Collboni hizo de saltimbanqui. Ahora todos quieren desmarcarse de la política municipal de los últimos años, aun cuando todos ellos contribuyeron a degradar la ciudad, porque ven que hay una voluntad de cambio enorme en la ciudadanía. Y el candidato que más puede atraer ese voto cabreado es Xavier Trias”.

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“Trias no es el candidato independentista, es el alcalde que ya lo hizo bien una vez y lo hará bien los próximos cuatro años”, añade un alto dirigente de JxCAT que ya militaba con el alcaldable en Convergència. Así, tomando como base esas consideraciones, la primera misión es muy clara. Capitalizar el deseo de cambio de los barceloneses, tras dos legislaturas que dejaron Barcelona sumida en la desorientación y con un importante cabreo social debido a los rifirrafes del equipo municipal con colectivos tan importantes como las asociaciones de vecinos, los gremios de restauración o el hotelero, los taxistas, el transporte público e incluso la ciudadanía que critica decisiones unilaterales y radicales del consistorio en temas como el tráfico, la pacificación de calles o la cruzada contra el coche privado.

La estrategia de Trias irá encaminada a convertirse en el recambio, con mayúsculas, de Colau. “No podemos decir que el socialista Jaume Collboni o el republicano Ernest Maragall son el recambio. Son más de lo mismo, porque han estado gobernando juntos esta legislatura. Esquerra no entró en el Gobierno municipal en esta legislatura, pero en el fondo es como si lo hiciese. La potencia de Barcelona es indiscutible. Pero, desgraciadamente, en la última legislatura ha quedado muy claro que Barcelona es la ciudad del no, la ciudad que siempre está poniendo palos en las ruedas. La llegada de Trias es el revulsivo necesario para desalojar a esta troupe de la ciudad. Lo único que puede pasar si no lo consigue es que sigan hundiendo Barcelona”, indican desde JxCAT.

"No genera rechazo"

La segunda misión que se ha impuesto Xavier Trias es movilizar el voto no decidido. Según las encuestas, casi la mitad de los barceloneses aún no tiene decidido a quién votar y una gran mayoría de ellos rechaza a los candidatos tradicionales. “Trias es una persona que no genera rechazo en la población. En su legislatura como alcalde, no tuvo grandes polémicas, salvo la campaña sobre las supuestas cuentas en Suiza, que se basó en acusaciones falsas. A lo mejor no levanta pasiones, pero tampoco provoca urticaria en los ciudadanos”, alegan a su favor sus partidarios.

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La prioridad es “movilizar a los que quieren un cambio en el Gobierno municipal. Este objetivo va unido al de la capitalización del descontento antitripartito. El rival de Trias no es nadie en particular, sino todos ellos, porque los comunes, los socialistas y los republicanos han estado gobernando juntos y han dejado Barcelona para el arrastre”, añaden las fuentes consultadas.

Para poder cumplir con sus deseos, afirman en JxCAT que la dirección del partido no se inmiscuirá en sus decisiones y le dejarán hacer. Le pedirán, únicamente, que puedan encajar en las listas a candidatos de otras fuerzas si hay acuerdos. “El secretario general, Jordi Turull, pilota las negociaciones para presentarnos juntos con el PDeCAT a las municipales, pero ese es un tema que trasciende Barcelona. Esta ciudad es singular, pero no hay una negociación particular para ella. Si se llega a un acuerdo global con el PDeCAT, Trias asumirá sin problemas la integración de candidatos de esa formación en su lista”, dice uno de los colaboradores más próximos al alcaldable. De momento, el aspirante ya ha comenzado una larguísima precampaña para convertirse en el rival a batir, de tal modo que el vuelve Trias se convierta en el todos contra Trias.